la última parte del artículo
Solo una disposición desinteresada, desapegada puede llegar a reconocer
los signos de los tiempos, y en esta actitud al no querer retener, puede
permanecer “inmutable en la mutación” como reza uno de los primeros apócrifos;
de la misma manera del que está en el “ojo” de la tormenta, y se mueve junto con
él siempre permanecerá allí. En la respuesta
esto estaría reforzado dado que la línea individual es precisamente la quinta,
o sea la línea blanda.