viernes, 3 de abril de 2020

La Pandemia del Corona Virus desde la visión mítico-simbólica de la Psicología Junguiana y la Astrología




La Pandemia del Corona Virus desde la visión mítico-simbólica de la Psicología Junguiana y la Astrología.
Introducción
                      En este trabajo intentaré dar una visión arquetípica tras los acontecimientos que nos afectan en forma global a toda la Humanidad. Tal “constelación” está reflejada en el Cielo por un ciclo de conjunciones planetarias que reflejan sincronísticamente el accionar de los “dioses-arquetipos”. Pero ellas actúan en un marco mayor, un “espíritu de la época” cuyo inicio se remonta, en una primera visión, al 9 de noviembre de 1989, con la “Caída del Muro de Berlín”, coincidiendo con el inicio de nuevos valores culturales reflejados en la actualización del mito de la Venus- Urania espejados en el cielo de ese momento.[1]  Dada la peculiar conjunción de ese momento en Capricornio, la Venus-Urania quedó atrapada en la materia, transformándose en la complementaria  popular platónica, la Pandemo,  en un primer momento. Pero al caer aún más, atrapada por los espejismos materiales incrementando el deseo (Venus) hasta “perderse en el objeto” parafraseando a Heiddeger, se ha degradado en Pandemia. 
 
     En las páginas que siguen desarrollaré estas ideas desde el punto de vista mítico-simbólico y su reflejo sincronístico  en el Cielo.  En las primeras páginas repito gran parte de lo desarrollado en “La Venus Urania y su relación con el Arte, la Astrología y la Psicología Junguiana”, con amplificaciones, para dar el contexto previo a la situación actual, y al diálogo de los dioses-arquetipos.



Tim Berners-Lee y la WWW:
                                                Coincidiendo con el estreno (8 de diciembre de 1988) del  film de Terry Gilliam,  “Las Aventuras del Barón de Münchaussen” en donde una joven Umma Thurman, representaba el Nacimiento de Venus de Botticcelli  en movimiento.    En ellos podremos comprobar cierta coincidencia entre el proceso personal del creador[2] y el colectivo. Aclaro “cierta”, porque, como veremos, la coincidencia ideal original en Illo Tempore, en aquel tiempo del inicio, como nos plantearía Mircea Eliade[3], luego, con la degradación que provoca el paso del tiempo, esa “perfección de los comienzos” se perdería.
     ¿Qué ocurrió en los tiempos coincidentes del estreno del Barón de Munchaussen el 8 de diciembre de 1988 en Alemania Occidental?
     Dos acontecimientos que marcan nuestra cosmovisión actual ocurrieron en forma sorprendente alrededor de un año después de su estreno. Ambos coinciden con “la lucha por la imaginación y la libertad de pensamiento en un mundo que se opone a dichas ideas”[4][5]
      En orden cronológico, en noviembre de 1989, Tim Berners-Lee, establece la primera comunicación entre un cliente y un servidor usando el protocolo HTTP. A principios de los 90 crea el World Wide Web, base del Internet, con el propósito de facilitar el intercambio de conocimientos entre las universidades.
          Berners Lee había nacido con Venus (Tauro 24º3’) quincuncio Neptuno (25º 41’ Libra) sextil a Urano (Cáncer 25º 29’)  y oposición a Saturno (15º 47’ Escorpio).  Se le agrega Plutón (Leo 24º 33’) en cuadratura Urano cuadratura a Neptuno y 108º(serie quintil) a Saturno. La conjunción Urano con Júpiter (Cáncer 29º8’) es la que le agrega la idea a la Venus Urania del intercambio entre las Universidades (Júpiter).
 Fundada en el objetivo inicial de que los científicos encontraran información fácilmente, al extenderse al público en general estimuló en un principio la libertad de expresión el intercambio de información, hasta que poco a poco, los mismos intereses que Gilliam denuncia como asfixiantes de la libertad, intervienen en forma abierta, en algunos casos, o velado para fiscalizar y controlar los contenidos.
     Esta degradación del acontecer original en Illo Tempore de 1989, ha llevado a decir a Berners Lee, veintisiete años después: “Controla lo que la gente ve y crea mecanismos para la forma en que la gente interactúa (…) Ha sido grandiosa, pero copiar, bloquear sitios, reformular el contenido de la gente, llevarte a los sitios de Internet equivocados, eso socava el espíritu de ayudar a la gente a crear cosas”[6]
El Muro de Berlín:
                              El segundo acontecimiento fundamental para comprender el inicio de nuestra época ocurre precisamente en el mismo lugar de estreno del film, el 9 de noviembre de 1989.
     El muro que dividía Berlín y a dos posturas y modelos del ser humano: El Capitalismo o Mundo Libre, como lo llamaban sus defensores y el Comunismo, cae ese día. El sistema que tras esa Cortina de Hierro impedía la libertad de pensamiento y de expresión, se derrumba junto a ese muro. Traía los “Vientos de Cambio” que la canción del grupo alemán (del Oeste en esos momentos) Scorpions, presagiaba.
     Una interesante coincidencia significativa ocurría en el cielo de ese día. Los cuatro planetas implicados en el mito del Nacimiento de Venus, se hallaban en conjunción en Capricornio: Urano, Venus, Saturno y Neptuno (2º 49’, 4º 1’, 10º y10º15’ respectivamente) La peculiaridad es que al estar bajo la égida de Saturno en presencia en su propio reino. Los demás factores estarán bajo su égida. Traducido al mito de los orígenes planteado por Eliade, tras el entusiasmo inicial – como ya esbozó el comentario del creador de Internet y su crítica a la deformación del espíritu fundacional - las esperanzas del Mundo Utópico mejor (Urano-Neptuno), del “Fin de la Historia”, al haber esta alcanzado el objetivo de la realización del espíritu como declaró Francis Fukuyama, comenzaron a mostrar su lado oscuro.
     En 1997 traté el tema, desde otra perspectiva en “Saturno nuevamente destronado”[7]. Allí puse énfasis, al completar el cuaterno de dioses correspondientes a las características del dios primigenio Wotan (Mercurio, Plutón, Dionisio y Saturno) como el resurgimiento de este arquetipo original antes de su fragmentación y diferenciación en la cultura griega.
     El 9 de noviembre de 1989 (18hs 53m, Berlín, Alemania), también los planetas que simbolizan a Wotan estaban activados. La traducción astrológica de Dionisio la encontramos, en Neptuno y Júpiter de Piscis, en su asociación con el vino, el éxtasis místico y la danza y en Plutón por la muerte y resurrección y la sexualidad. Así los planetas en Capricornio, mostrando el mito de la Venus Urania “caída” en el espacio tiempo (Capricornio), se le suman los planetas en Escorpio : Marte, Plutón, Mercurio, Sol( 3º25’, 15º11’,16º8’ y 16º58’) y Júpiter (Cáncer 10º40’) y la Luna (Piscis 22º54’) completa el cuadro.
      Voy a citar algunos de los tópicos escritos en el artículo de 1997, dado que la tendencia no sólo se ha afirmado, sino profundizado, a lo cual le agregaré algunas reflexiones surgidas desde esta nueva perspectiva.
     Si lo miramos como una continuidad del ciclo anterior iniciado en 1879, pero que estaba preludiado por la conjunción Urano-Neptuno (Capricornio) en sextil a Venus (Escorpio) activadas en el portador: Bouguereau[8] dando lugar a una obra de arte objetivo. Nos encontramos con las mismas dominantes arquetípicas: el sextil Escorpio-Capricornio, pero la presencia de casi todos los planetas (4 por cada símbolo zodiacal), da un cariz más poderoso      debido a la concentración energética.
     Los mismos factores vinculados al poder, al Imperio (Capricornio) sobre los pueblos salvajes (Escorpio), pero esta vez toma un giro completamente diferente, esta dialéctica entre Saturno-Capricornio como Conciencia Colectiva-Plutón-Escorpio como Inconsciente Instintivo—Emocional adquiere una nueva forma tras la caída del Muro. Aunado al desarrollo de la Web como herramienta comercial y de interconexión entre los diversos mercados de capitales y comerciales, rompe las fronteras estatales y espacio-temporales estableciendo, en su reunificación arquetípica, el arrobo dionsíaco de la Globalización.
     Como ya había escrito en 1997:”Wotan parece no necesitar su furia, el “dios de los Cargamentos y los Caminantes no tiene límites para su movimiento impulsándonos en el arrobo de la Globalización”[9]
     Los aspectos económicos y sociales lo he desarrollado en extensión es ese artículo (revisado en 2008) quisiera profundizar en este nuevo nacimiento de Venus y los valores emergentes de este proceso.
     Si los valores de la Civilización, en el siglo XIX y parte del XX, tenían que ver con la supremacía de la razón, la función de pensamiento junguiana, la hipertrofia unilateral fue disuelta (Neptuno conj. Saturno) y el mundo de la Imagen (Neptuno) comenzó a tener más poder que la razón (Saturno) y su expresión: la palabra.
     Los posmodernos hablaban del fin del monolítico Gran Relato, a semejanza  del Muro caído. El Pensamiento débil quedaba en su lugar dando lugar, con sus pequeños relatos más inclusivos, a los grupos marginales a la imaginación (Neptuno). Pero esta declaración de apertura del fin del Imperialismo de la Razón (Saturno en Capricornio), tenía, dada la regencia del propio Saturno de todos los demás planetas en el signo, la imposición de un Pensamíento Único Economicista e Indiscutible: el Capitalismo.
     Pero ya no era el Capitalismo del siglo XIX con ciertas reglas, la irrupción del lado oscuro de Escorpio, las “hordas salvajes” que estaban en la sombra y proyectadas en los países a dominar y “educar” en el siglo XIX y en el Colectivismo que ahogaba la libertad individual propio del Comunismo, devienen en un Capitalismo Salvaje sin límites al instinto de poderío (Capricornio-Escorpio).
     ¿Cuál sería la función psicológica que permite la entrada de este Capitalismo devorador en su ambición casi imposible de satisfacer?
     La brújula de las funciones ha girado y la Cultura ha pasado a ser dominada por una función a-racional ¿Cuál? La estructura Wotan planteada por Ninck nos va a mostrar la base arquetípica desarrollada por Jung en Tipos Psicológicos, a la que le agrego el lado “caído” de la Venus Urania.
     Al estudiar es su artículo de Wotan el vínculo de este arquetipo con Nietzche Jung reflexiona: “Se debió solo, en realidad al viejo filológo(…) el que el dios se llamara Dionisos y no Wotan?[10]
     Este arrobo, este éxtasis dionisíaco sensorial, es la base arquetípica de la función de Sensación. Jung describe lo Dionisíaco en sus Tipos Psicológicos: “La libertad del instinto sin vallas, el estallido de la dynamis   sin freno, de naturaleza animal y divina, de que el hombre aparezca en el coro de Dionisos como sátiro mitad dios y mitad chivo. Es el pavor de la violación de la individuación y al mismo tiempo es el “delicioso estremecimiento” por haberla roto. Lo Dionisíaco es pues comparable con la embriaguez, que disuelve lo individual en los instintos y contenidos colectivos, atraco del yo aislado por parte del mundo.”[11]
     ¿Cómo es atracado el yo por parte del Mundo? La sensación extrovertida encuentra su realización en la posesión del objeto exterior, en la satisfacción de los instintos básicos: hambre y sexualidad y sus elaboraciones más sofisticadas: el hambre de lucro, el placer en la degustación culinaria, el hambre de lujo (Venus), y, como consecuencia, el hambre de poder (Capricornio-Escorpio) para asegurarse esa satisfacción.
       El “hambre de cultura”, el “hambre de infinito” o “trascendencia” es sacrificado en aras del objeto. El consumismo y el dinerismo (ambos ligados a Venus-Tauro, pero magnificados por la avaricia del lado oscuro de Capricornio) reemplazan el hambre de sentimiento oceánico o se lo busca en forma facilista en con el sucedáneo dionisíaco de las drogas o el alcohol.
     El cine y la televisión donde los arquetipos muestran, a través de los personajes e historias, las dominantes psíquicas de la humanidad nos señalan dos símbolos que resumen el estado actual de la Conciencia Colectiva. Se trata de los vampiros y ahora, con más peso, los zombies en todas sus variantes.
     Saturno-Capricornio es el antiguo regente de la muerte. La imagen de la Muerte con su hoz saturnina recogiendo a los muertos como cosecha. Junto a su nuevo regente, Plutón, señor del Hades. En los zombies encontramos un muerto que aún conserva su estructura corporal(Capricornio)que el proceso de putrefacción y disolución (Escorpio-Plutón) se ha efectuado en forma incipiente, pero han sido reducidos al instinto básico de conservación del yo, un hambre insaciable (Saturno) moviéndose en forma lenta y torpe sin rastros de civilización alguna.
     La fascinación de las grandes masas por los “muertos vivos” radica en que es el espejo de la sociedad consumista insaciable, que como la cal viva (regida por Saturno), todo lo devora y nada lo termina de satisfacer. No puede darle el alma que ha perdido al cedérsela al objeto extraviando la conexión creativa con el Inconsciente Colectivo.
     La navegación heróica por el Inconsciente Colectivo, trayendo un nuevo contenido para el avance de la humanidad, o sea el héroe cultural, ha sido desplazado por la navegación en el Mar de Electrones, también degradado como declara molesto su creador.
     Los “Vampiros” criaturas de la noche, que se ocultan de la luz, viven de la sangre ajena y ejercen una fascinación erótica, manipulando a sus dominado con promesas de inmortalidad, poder y riquezas, representan a la Plutocracia /Plutonomia (gobierno de los ricos) vocablo derivado de Plutón quienes se sirven de los “zombies” consumistas para explotarlos en sus lugares de trabajo, seduciéndolos con objetos  a través de imágenes, estimulando la función de Sensación y el Dionisismo “atraco del yo por el mundo”.
    Agregándole al vampiro/zombie las dominantes astrológicas y recapitulando: Si los valores de la Civilización Occidental, en el siglo XIX y hasta 1989, tenían que ver con la supremacía de la Razón, la función de pensamiento junguiana (Atenea vestida con la  égida confeccionada con la piel de Amaltea, la cabra de Capricornio). Esta hipertrofia fue disuelta (Neptuno conjunción Saturno) y el mundo de la Imagen (Neptuno) empezó a tener un poder aparentemente mayor que la razón (Saturno) y su expresión la palabra (sextil Mercurio).
     Pero esta aparente disolución apoyada por los medios de comunicación (Mercurio) y su prédica obsesiva y manipuladora (conjunción Plutón) escondían la imposición de un nuevo Imperialismo el de los Mercados sostenido por el Capitalismo Salvaje como única forma de pensamiento. (Saturno- Plutón) y su nueva forma de gobierno globalizada: la Plutonomia, gobierno de los ricos. (Sol-Mercurio-Plutón)
     Por lo tanto, hay quienes que quedan marginados a la pobreza (Saturno-Neptuno) y/o en un anhelo constante consumista: “El consumismo no gira en torno a la satisfacción de deseos, sino a la incitación del deseo de deseos siempre nuevos” (Urano-Venus) reflexiona el sociólogo crítico Zigmund Baumann.
     Un gnóstico se referiría a esta Venus Urania como “caída” del Topos Uranos en la materia, en el instinto, atrapado en el hombre material, hýlico. Incluso la función inferior de la cultura: la Intuición Introvertida, la del profeta, el chamán está atrapada en una “Espiritualidad de Mercado”, donde el hincapié  de la espiritualidad va  a estar, sino es a través del consumo de plantas sagradas en forma indiscriminada, en grupos elitistas donde el cuidado del cuerpo a través del yoga o de la alimentación vegana y el cuidado del entorno es la vía de desarrollo, quedando la intuición y la conexión con el Inconsciente Colectivo creativo, atrapada.
     Se la proyecta en distintas figuras, el gurú de turno prometiendo la liberación (Urano) de las trabas (Saturno), fobias y adicciones (Neptuno) y deseos escindidos (Venus) en forma rápida en un Work Shop de fin de semana. Al no poder concretarlo emigran hacia un nuevo método que les asegure la conexión trascendente perdida. En el plano social-político, la intuición introvertida inferior reaviva los Fundamentalismos Religiosos, como el Estado Islámico, o Políticos, como los Caudillismos Populistas de izquierda o derecha, como una forma de oposición y reacción al Fundamentalismo Económico de la función de sensación.
    
     En otros términos, la visión pesimista freudiana del “Malestar de la Cultura”, parecería continuar, el “sentimiento oceánico” ha “caído” en “sensación oceánica”, el objeto exterior como único medio de alcanzar la ansiada experiencia trascendente.
     El narcisismo primario con el que Freud fundamentaba el sentimiento oceánico, indiferenciando el yo de los objetos, la participación mystique de Levy-Bruhl, tiene un ejemplo interesante en esta “Sofía” hundida en la materia, Neptuno astrológico indiferenciado en Capricornio en la conjunción con Saturno, Venus y Urano.  Esta participación y dependencia ha tomado la forma “fetiche” del aparato celular (Urano). Este aparato permite la navegación por la Red (Neptuno-Urano) y el sentirse perteneciente a una Comunidad (Venus-Urano-Neptuno) mayor que evita el aislamiento y la soledad (Saturno y Capricornio) y permite la realización de deseos (Venus). La falta de ese aparato genera sensación de desprotección y desnudez (Saturno-Neptuno), dado que parte de la sensación de identidad se va con él. La compensación a esta disolución (Neptuno) es su uso para sacarse “selfies”, como una forma, a través de la imagen, de recuperar o tener la identidad disuelta en los objetos.
      De esta forma, también degradada, aparece el par complementario de lo Dionisíaco, base arquetípica de la función de sensación, o sea, lo Apolíneo, basamento de la función de la Intuición. Más arriba describí los desvíos de la “espiritualidad de mercado” o la defensa, ante el Fundamentalismo Económico (función de sensación), con los Fundamentalismos políticos (de izquierda o derecha) y/o religiosos. Desde la perspectiva psicológica junguiana, en el plano personal, el analista junguiano Daryl Sharp- discípulo de Von Franz -  identifica al dios Apolo con el Senex, al describirlo como “disciplinado, controlado, responsable, racional y ordenado” [12]. El fundamento arquetípico, podríamos agregar, es la festividad del dios en el solsticio de invierno (Capricornio).
     Pero esta dialéctica, al degradarse lo cultural de la Venus Urania a la Pandemo, y si seguimos a Plotino, ésta se despedaza en el espejo dionisíaco de la materia[13],  “cayendo” y va a expresar lo que Nietzche, citado por Jung, considera.  En lo dionisíaco observa la extraversión de sentimientos indiferenciados ligados al cuerpo, a través de la función perceptiva. Pero esta actividad es de carácter inferior, arcaica.

    En lo apolíneo reconoce una relación no diferenciada entre las ideas y la intuición, lo cual hubiera permitido construir formas abstractas y puras. Lo apolíneo, es una intuición del mundo de las ideas; de allí la comparación con el sueño concebida por Nietzche: por una parte intuitivo y, por otra, meramente imaginativo.

    Esta descripción de Jung conectando a Apolo con el mundo imaginativo del sueño, nos vincula con otro aspecto del tradicionalmente señalado por Sharp. Nos acerca a su faceta más oscura descripta precisamente en su adolescencia. Apolo mítico es el patrono  de esa etapa de la vida[14]. K. Kerenyi, estudioso de la Mitología y asiduo colaborador de Jung, comenta: “Había muchas historias de amor relativas a Apolo, la mayor número de las cuales, y las más famosas, terminan trágicamente- fuese el objeto de su amor un muchacho o una doncella. La razón por la cual se incluían los muchachos entre los amores del dios era porque él mismo se hallaba exactamente en la edad en que los adolescentes acostumbraban dejar la tutela de la madre y pasaban a vivir juntos (…)[15]. Las historias representan el amor de Apolo a una persona de cualquier sexo, como muy peligroso. La base arquetípica de lo planteado por Baumann con respecto a las “relaciones líquidas”, la falta de compromiso en cualquier tipo de vínculo (afectivo, laboral, etc.) es este Apolo degradado, que ha perdido su madurez, transformándose en el adolescente, enceguecido por las luces de las pantallas y de sus selfies.(para los arquetipos no existe la edad cronológica)  Casi viviendo en un estado de “sueño”, como plantearía, el Senex Gurdjieff (Sol en Capricornio). También la educación al perder el lado maduro (ordenado, racional, responsable) se ha tornado facilista. El Puer  Apolo aspira- en su visión intuitiva futurista – a actuar con la sabiduría del Senex (Apolo adolescente- Apolo maduro). Sólo que al ser un factor inconsciente no reconoce el proceso temporal (Saturno) – con sus estadios intermedios – para lograr devenir en él, conservando y utilizando sus poderes creativos.
 De esta forma, la “imagen que vale mil palabras”, ha servido para ocultar, en algunos casos, la mediocridad de la enseñanza y la falta de profundidad y compromiso de alumnos y en muchos casos de los profesores, que se adaptan a los nuevos tiempos para poder sobrevivir.
     Cuando Nietzche criticaba lo Apolíneo, lo hacía en el sentido del exceso de Senex, que había reprimido la fuerza vital, la zoe, de lo Dionisíaco, expresado en el instinto sexual. Hoy ante la explosión dionisíaca sexual, es Apolo adolescente quien le suma a su descompromiso, la patología narcisista y psicópata tan propia de esta época., que sumada al hambre de lucro infinito, está llevando al planeta al borde del desastre.
     Pero los factores compensadores del Inconsciente Colectivo (el Alma del Mundo platónica-plotiniana) ante tanto desequilibrio, se pusieron en marcha. En el 11º encuentro del AG en Buenos Aires (25 de agosto de 2018), expuse, parte de estos tópicos anticipando que el modelo iniciado en noviembre de 1989, estaba siendo puesto a prueba y que entraría en crisis si no se frenaba la tendencia iniciada allí.   La coincidencia significativa fue que Saturno (el Senex apolíneo) estaba próximo al retorno a Saturno de la carta originaria de la Caída del Muro, y ya estaba haciendo conjunción con el primer planeta del Stellium: Urano (2º 25’). Se iniciaba el lento camino que nos llevaría al 17 de noviembre del 2019, con la aparición del paciente cero, lo cual nos lleva al próximo punto.   
Las Dominantes Sincronísticas
                                                      Ha llegado el momento de comprobar en la dinámica la validez o no del momento fundacional de esta cultura, más allá de sus coincidencias en el significado original que nos muestra el trasfondo arquetípico de esta cultura.
    En el citado AG del 2018, mostré la primera gran reacción (después de la Primera Guerra del Golfo) al sistema globalizado, la “Bobalización”[16] como la llamaba el escritor uruguayo Galeano, cuando con el único planeta que se oponía a la Venus Urania caída, Júpiter (Cáncer 11º 30’), el 11 de Septiembre del 2001, hacía su primer retorno sobre Júpiter de la Caída (10º 39’). Mostraba la reacción de un grupo religioso (Júpiter) tradicionalista y nacionalista (Cáncer) contra un imperialismo (Stellium en Capricornio) avasallante de su cultura.
  En la segunda vuelta, cuando Júpiter (26º 6’ Cáncer) en conjunción a la Luna (22º12’) haciendo trígono a la Luna (Piscis 28º 1’) del momento fundacional y Saturno (Escorpio 17º2’) conjunción al Sol (Escorpio 17º 19’), siguiendo la misma tónica, pero con mayor ambición, se funda el Estado Islámico (ISIS) el 28 de junio de 2014.
   Pero la Religión Economicista que nos domina, reflejada en la Venus Urania caída (Stellium en Capricornio), despertó la ira de Zeus-Jupiter (Capricornio 7º 43’) en conjunción al centro del Stellium[17] lanzó su rayo, el 21 de Enero de 2008, derribando la “Catedral” de Wall Street, dando el origen a la gran crisis del 2008[18].
    Así llegamos al 17 de noviembre de 2019, cuando aparece en China el paciente 0, que fuera declarado recién el 8 de diciembre. Para poder comprender mejor el fenómeno debemos observarlo “in situ”, o sea, la carta fundacional de la caída del Muro  relocalizada en China (Beijing su capital),
El gráfico en la página siguiente nos muestra que China tiene el Ascendente en Virgo (16º 51’). El Stellium de la Venus-Urania está en su casa IV, la de los fundamentos Culturales. El Ascendente Virgo ya nos muestra el papel que ha cumplido China en este esquema globalizado: el de aportar la mano de obra barata (esclava en algunos casos) para la producción mundial de los bienes de consumo, al menos en los primeros años de la globalización. El hecho que la Venus – Urania caída esté en la casa de los fundamentos culturales, significa que los valores tradicionales han sido modificados, adaptados a esta nueva ola globalizadora. No sólo cambió China de su economía maoísta (ya modificando lo tradicional chino) a Capitalismo de Estado, sino que toda la idiosincrasia de un pueblo ha sido modificada.  Pese al férreo control de las comunicaciones por parte del Estado (conjunción Plutón, Mercurio, Sol en Escorpio en la casa III de las comunicaciones, Mercurio regente del MC y del ASC), sumada a la posibilidad de los viajes al extranjero, donde podían confrontar con el nuevo modelo de la Venus-Urania devenida en Pandemo (Tauro en la Casa IX), la nueva ideología capitalista penetró en el alma del pueblo chino (Stellium en casa IV).
     Lo pude comprobar personalmente cuando viajé allí en el 2017 con una maestra de Wu Shu y, gracias a sus contactos, pudimos almorzar con un maestro taoísta de alta jerarquía en Beijing, el cual, en su primera expresión, manifestó la profunda preocupación por la penetración cultural occidental alterando el modo de ser y de vida de los chinos. Tuvimos que aclararle que también nosotros, como sudamericanos, habíamos sido invadidos por esta nueva pseudocultura y que éramos víctimas como ellos de sus efectos destructivos. Pero, más allá del retorno de lo religioso tradicional en China, el arrobo dionisíaco de la nueva cultura ya había causado un profundo desequilibrio en su alma. Esta “hybris” capitalista/dionisíaca había abierto una herida que busca sanarse para poder reencontrarse con su esencia.
       La Sincronicidad en el Cielo lo refleja: el 17 de noviembre de 2019, Saturno (16º 41’ de Capricornio), le hace trígono al Ascendente en Virgo de la carta relocalizada en China (16º 51’) y  se opone a Quirón de la carta fundacional (16º 28’ Cáncer) quien se halla conjunto a Júpiter (10º 39’). El Nodo Norte (10º 37’ Cáncer) hacía conjunción al señor de las tormentas. Por lo tanto, no sólo el alma china ha sido violentada en sus costumbres y valores éticos (Júpiter- Quirón, Cáncer) sino todos los pueblos que han sido invadidos por esta nueva forma de imperialismo tecno-económico e ideológico, pero es a través de China (trígono al Ascendente en Virgo) que la Pandemia tiene su inicio (Saturno en casa IV, la de los inicios y finales).[19]
        Como estamos tratando con los dioses-arquetipos, ellos cuando el ser humano perdía los límites, que marcaba el frontispicio del templo de Apolo en Delfos: “Conócete a ti mismo”, enviaban una peste equilibrante ante la “hybris”, el orgullo desmedido del ser humano.
    Pero no fue ni un filósofo, ni un sociólogo, ni los científicos de “moda” que denunciaron esta “hybris”, sino un propio “sacerdote” (o mejor dicho un arzobispo) de esta religión economicista imperante. En una reciente entrevista televisiva el economista Prat-Gay lo expresó en forma elocuente: ·” que al ser humano del siglo XXI se le imponga un misterio tan costoso, creo que nos tiene que llevar a todos a la reflexión. Creíamos que sabíamos todo, que atravesábamos todos los límites, que teníamos la tecnología y de golpe nos pega algo tan natural como un virus que todavía no conocemos sus consecuencias"  [20]

Las Dominantes Mítico-Símbólicas
                                                            La reflexión del economista nos sumerge en el trasfondo arquetípico por detrás de ella. El conflicto entre la manifestación, dada en el mito y en la configuración de 1989, de la castración de Urano por Saturno (Urano en Capricornio el reflejo celeste en 1989)[21] la tecnología (Urano) al servicio del “hambre de lucro”, como plantearía Jung, a la avaricia (pecado capital de Saturno) que lleva al “olvido” del origen celeste, del Topos Uranus como plantearía Platón y lleva al ser humano a la “hybris” a querer igualarse a los dioses, como plantearían los antiguos griegos. El ser humano pierde la medida, arrasa con toda la naturaleza, consigo mismo en aras de esa ambición infinita. 
    En los mitos griegos cuando ocurría esto los dioses enviaban una plaga, una epidemia correctora hasta que se restableciera el equilibrio. Expresado psicológicamente, así como el Inconsciente trata de equilibrar los desvíos de la Conciencia enviando desde un sueño, hasta un síntoma físico (si los llamados previos no son escuchados), la sordera de la Conciencia Colectiva, expresada en todos los niveles, desde la clase dirigente hasta el más bajo en el estamento social, ha llevado al Inconsciente Colectivo a una compensación violenta.
      Aunque todos los dioses griegos tienen la capacidad de enviar esas pestes (Zeus, Artemisa, Deméter,) el más relevante, coincidiendo con la corrección de la “hybris” es el dios de la purificación, la curación, pero también el más asiduo provocador de las epidemias en el escenario mítico griego, o sea, Apolo, el dios solar.
      Ejemplos de ello son la peste con la que asoló a Troya, cuando luego de en su forma humana, ayudar a construir los muros de la ciudad, el rey Laomedonte se negó a abonarle el salario estipulado.[22] En la propia guerra de Troya le envía una peste a los griegos para que Agamenón le devuelva a la joven Criseida, hija del sacerdote de su templo Crises, raptada por los aqueos y que no querían devolverla a su progenitor que la reclamaba.[23] En otra ocasión, al ser asesinada Psámate y el hijo de ambos, Lino, Apolo envía primero un monstruo y, al ser derrotado, una plaga. Corebo quien había matado a Poine (significa castigo) al darse cuenta del error de haber matado a Poine fue al templo de Apolo, Delfos, para ver cómo podía enmendar su error. El oráculo le encargó que tome un trípode sagrado y camine con él hasta que se le caiga y allí fundase una ciudad. Este es el origen mítico de la ciudad de Megara[24]  En el caso de Crinis, quien había provocado la cólera del dios, le envió una plaga de ratas que asoló sus campos. El dios como solía ocurrir en los mitos, asumió forma humana y fue recibido en forma hospitalaria por el jefe de los pastores, Ordes, quien apaciguó al encolerizado dios. El propio Apolo mató con sus flechas a los ratones y le ordenó a Ordes que le pidiese a Crinis que construyese un santuario a “Apolo de los Ratones” (Apolo Esminteo)
     En esta ocasión no fueron ratas, como la pulga que transmitía la “pasteurella pestis”, provocadora de la peste negra, sino, se considera con grandes posibilidades, una rata voladora, un murciélago, el candidato a transmitir la peste que, al parecer el dios-arquetipo indignado, está enviando.  Tomándolo como símbolo, más allá de que se compruebe o no lo real de esta transmisión, el murciélago pasa a ser el portador del símbolo señalado más arriba. Repito el párrafo: Los “Vampiros” criaturas de la noche, que se ocultan de la luz, viven de la sangre ajena y ejercen una fascinación erótica, manipulando a sus dominado con promesas de inmortalidad, poder y riquezas, representan a la Plutocracia /Plutonomia (gobierno de los ricos) vocablo derivado de Plutón quienes se sirven de los “zombies” consumistas para explotarlos en sus lugares de trabajo, seduciéndolos con objetos  a través de imágenes, estimulando la función de Sensación y el Dionisismo “atraco del yo por el mundo”.
       El reflejo celeste (noviembre de 1989) de los vampiros, fue la conjunción del Sol, Mercurio, Plutón (Escorpio, 17º 19’, 16º 41, 15º12’). El 17 de noviembre del 2019, si considero el ciclo de 60 años converso del Sol que desarrollé en mi libro: “El Mito Solar, el Eneagrama y el Proceso de Individuación”[25], el Sol- Apolo estaba en el hemiciclo, treinta años, en Tauro (17º 11’) haciendo oposición al Stellium de Escorpio,  Como dios asociado a la vegetación, los ganados y la Naturaleza ha despertado la peste compensadora (oposición) que ha desviado a la humanidad arrasando (Stellium en Escorpio) a la Naturaleza (Tauro).  También Saturno (16º 41’ Capricornio) refuerza el significado.
          El nombre y la forma del virus coincide también con el arquetipo solar. En una de la BBC se lo explica: “Este virus fue incluido dentro de la categoría taxonómica de los Coronaviridae, CoV, o Coronavirus, llamado así por las extensiones que lleva encima de su núcleo que se asemejan a la corona solar. Su descubrimiento fue revelado en la revista Nature en 1968.”[26]
    El propio Apolo porta una rama de laurel en forma de corona[27] como atributo, confirmando el simbolismo. Reafirmándolo tenemos el número asociado, la misma nota de la BBC reza: “De acuerdo a la explicación de la OMS, el nuevo nombre se toma de las palabras "corona", "virus" y disease (enfermedad en inglés), mientras que 19 representa el año en que surgió (el brote se informó a la OMS el 31 de diciembre de 2019).”[28]
     ¿Sería una “casualidad llena de sentido” como plantearía Jung, que el virus se informa en las postrimerías del año para quedar con el número 19? ¿Qué significa el número 19?  En el sistema tradicional del Tarot, el arcano mayor que porta ese número es precisamente denominado “El Sol”.
      La profilaxis purificatoria del dios se manifiesta, en su intento de detener el arrobo dionisíaco, de frenar el desenfreno, la actividad a llevarnos al mundo interior, a alejarnos del mundo exterior. Pero como dios de las distancias, del alejamiento[29], nos ha impuesto un violento aislamiento, distancias de al menos dos metros para evitar los contagios. Si lo dionisíaco es la cercanía, la fusión con el objeto, Apolo nos ha impuesto el opuesto, generando también dolor, pero quizás haciéndonos ver el valor de un abrazo, de una caricia. Los transportes públicos, aquellos que tienen permiso para viajar, más allá del cuidado, se benefician de la falta de hacinamiento del lado oscuro de lo dionisíaco utilizado por los “vampiros” para engrosar sus arcas como el uso de las cámaras en los subterráneos para demorar la frecuencia de los viajes en el caso de que no encuentren los suficientes pasajeros que lo justifiquen según sus criterios. Lo mismo ocurre con las calles, la falta de actividad disminuye la polución y la atmósfera empieza a ser más pura. El desenfreno dionisíaco capitalista, como las ménades del cortejo de Dionisios, arrasa con todo a su paso. El Dios vinculado a la Naturaleza nos ha obligado a frenarnos y la Madre Naturaleza parece agradecerle.
    Un fenómeno interesante ocurrió en los inicios de la Pandemia, cuando un tweet se hizo viral proclamando: “los cisnes habían regresado a los canales venecianos desiertos. Delfines también.”[30] . Aunque luego se verificó como una “fake news”, lo que interesa, desde esta perspectiva, es el lado arquetípico que se puso en juego. Sabemos desde Jung que la realidad psíquica es tan valedera como la llamada real.  Como planteaba la nota de “National Geographic”: “Si hay un lado positivo de la pandemia, la gente decía que esto era todo: los animales se estaban recuperando, corriendo libres en un mundo sin humanos”.
     Esta psicología colectiva, corroborada por la explosión viral de la falsa noticia, nos habla de la acción de un arquetipo por detrás. Es precisamente esta falsa noticia que nos revela la verdad del arquetipo. En la ciudad famosa, además de sus canales, por los Carnavales más famosos de Europa, las fiestas que reemplazaron a las dionisíacas prohibidas, con su desenfreno; en esta ciudad detenida por el dios de los límites y el orden (Apolo) es que las aguas comenzaron a purificarse (noticia verdadera) y retornaron, en forma simbólica los dos animales asociados al dios de la claridad: el Cisne y el Delfín.[31]
      La asociación con el Delfín está ligado al principal santuario del dios en Delfos, que nos lo recuerda. En el mito, al nacer, unos cisnes sagrados volaron sobre la isla y dieron 7 vueltas, de allí que se le atribuya este número. Su padre Zeus le regaló un carro tirado por cisnes.[32]
       La coincidencia con el número 7 también es sugestiva, otra nota de la BBC aclara:
Los coronavirus son una familia amplia de virus, pero se sabe que solo seis (el nuevo sería el séptimo) infectan a las personas”[33] Es el séptimo, tiene un tiempo de incubación de máximo de 14 días (2X7) y a la semana de manifestación (7 días) pueden aparecer las dificultades para respirar.  Según el último informe técnico del ECDC[34]: “Según el último informe técnico del ECDC, el virus del SARS-CoV-2 puede detectarse inicialmente 1–2 días antes del inicio de los síntomas en las muestras del tracto respiratorio superior. Así, el virus puede persistir durante 7 a 12 días en casos moderados y hasta 2 semanas en casos graves”. El mismo informe recomienda recoger las muestras al menos 7 días del inicio (o tres días sin fiebre) y al no presentar síntomas 14 días después de la primera muestra.[35] [36]
      Pero, al parecer, el propio dios-arquetipo, nos muestra un lado más benévolo. Un estudio hecho por dos científicos de la Universidad de Turín: Giancarlo Isaía y Enzo Medico, muestra como ellos notaron la deficiencia de la vitamina D en los infectados por el corona virus y recomienda su ingesta, en alimentos o en suplementos, no como cura sino como forma de reducir los factores de riesgo.  Además "La compensación por esta deficiencia generalizada de vitaminas se puede lograr principalmente exponiéndolo a la luz solar lo más posible, incluso en balcones y terrazas, alimentándose de alimentos ricos en vitamina D y, bajo supervisión médica, tomando preparaciones farmacéuticas específicas ", dicen los investigadores.[37]
     En el caso de la hoy atacada Homeopatía, en un trabajo reciente: “Homeopathy for Coronavirus Covid-19 Infection:Dr Aditya Kasariyans and Dr Rajan Sankaran” realizado en Irán e India, nos comenta como  se repertorizó y aplicó medicina homeopática en 7 de los 8 casos tratados ( hubo uno que prefirió la medicina alopática) con remisión completa de la enfermedad. El estudio es muy incipiente y aún está en estado de prueba, de allí que no se haya difundido en forma pública aún. Por esta razón no difundo el nombre del medicamento usado. Pero, más allá de que se confirme su uso para paliar esta pandemia, la coincidencia simbólica es elocuente. El medicamento es extraído de una lauréacea, o sea, del grupo del Laurel, árbol atribuido a Apolo, originario de oriente, completando el simbolismo solar tratado.
       Las coincidencias simbólicas, míticas y astrológicas son suficientes como para verificar la acción del arquetipo por detrás de esta Pandemia, nos queda el trabajo de dilucidar como nuestra conciencia puede dialogar con él. La pregunta que quizás debamos hacernos, cada uno de nosotros, es como en los mitos de Corebo y Crinis quienes construyeron una ciudad y un santuario en honor al Dios para paliar el desequilibrio causado. ¿Qué debemos revisar en nuestras vidas en este período, como individuos como sociedad y grupo humano, para salir de la presión masificante de una cultura que nos aplasta con sus demandas consumistas y dineristas, extrayéndonos el alma y dejándonos vacíos de vitalidad y de sentido? ¿Qué santuario debemos construir para apartarnos de sus nefastas influencias? ¿Cómo deberíamos vincularnos con lo dionisíaco en su forma más sana e integrada?  ¿Quizás como ocurría en el antiguo santuario de Delfos que ambos dioses compartían y colaboraban?[38]
     La propia senda del “Principium Individuationis” atribuida a Apolo, el Principio de Individuación junguiano, la ruta al Corazón, símbolo del Sí Mismo, es la vía purificatoria del propio arquetipo. Atrevernos a seguir esa senda quizás sea un antídoto para que el apocalipsis zombie tan temido no sea una triste realidad.
 




   

  





  

     






[1] Los actores del mito son Venus, Urano, Saturno y Neptuno y todos se hallaban en conjunción el 9 de noviembre de 1989 en el signo de Capricornio.
[2] Como desarrollé en el artículo sobre la Venus Urania, los actores, ya sea artistas o científicos, que modelan los cambios culturales tienen la estructura de la Venus –Urania en sus temas natales.
[3] Mircea Eliade (13/3/1907. Bucarest, Rumania, %hs) nació con un stellium en Piscis: Luna, Saturno y Sol. Además tenía la configuración de la Venus-Urania, dada su posición en Acuario (7º3’) en quincuncio a Neptuno (9º51’) en nonil a Saturno en Piscis (18º8’). Urano rige a Venus completando el cuadro.
[4] Montez-Barza.  Las Aventuras del Barón de Munchaussen. Don Quijote de Munchaussen
[5] Esta lucha por la imaginación, la magia y la libertad de pensamiento se observa en la estructura arquetípica de Guilliam en la posición de los planetas sociales que rigen la Conciencia Colectiva: Júpiter y Saturno (Tauro 8º8’,9º 52’) en la casa IX. La Cosmovisión (IX) tradicional (Tauro) de la Conciencia Colectiva aprisiona la libertad de pensamiento (Urano en Tauro 23º54’, en caída) y la fantasía creativa individual (Neptuno en Virgo 27º 18’, en casa I).
[6] The New York Times, edición internacional semanal en colaboración con Clarín, 25/6/2016, pag. 1
[7] Chislovsky A., La Influencia de la Astrología en el Pensamiento de Jung, Ed. Tol, Bs AS, 2008
[8] Borguereau es el antecedente pictórico del Nacimiento de Venus en las postrimerías del siglo XIX, ver “La Venus Urania y su relación con el Arte, la Astrología y la Psicología Jungiana” (2º parte siglo XVIII y XIX)
[9] Ibid pag. 82
[10] Citado en Ibid.  Pag. 55
[11] Jung C.G., Tipos Psicológicos, Sudamericana, 1960, pag. 187
[12] Sharp D., Lexicón Junguiano,Cuatro Vientos, Chile, 1994,pag.164
[13] Dopazo Gallego Antonio,, Plotino, la Odisea del Alma entre la eternidad y el tiempo, Ed. Bonalletra, Bs. As,  2016, pag. 90
[14] Otto W., Teofanía, Eudeba, Bs. As., pag. 117
[15] Kerenyi K., Os Deuses Gregos, Cultrix, Sao Pablo, 1997, pag.113
[16] Eduardo Galeano (3/9/1940, 8hs 5m, Montevideo, fuente Astrodatabank) tiene a Venus, regente del Ascendente Libra, y al MC en Cáncer (24º 55’. 9º 12’) Este último en oposición a Saturno-Neptuno en Capricornio (10º 2’, 10º 16’) de la carta de la “Bobalización”.
[17] PM Urano- Neptuno, 6º 33’, PM Saturno- Urano 6º 26’; PM Venus- Saturno 7º 12’; PM Venus- Neptuno 7º 19’
[18] La Crisis continúa con el derrumbe bursátil mundial del 10 de octubre del 2008, con un climax el 25 donde se anuncia la recesión mundial.  Ese día Júpiter (Capricornio 15º 58’) hacía oposición a Kirón en Cáncer (16º 28 ) y sextil al pícaro dios protector del Comercio, Mercurio (16º41’ Escorpio) en conjunción al Sol y Plutón ( 17º 19’) intentando frenar la burbuja inflacionaria globalizada.
[19] Podría ampliarme con otras consideraciones, como el tránsito de Neptuno (Piscis 15º 57’) en conjunción a la cúspide la casa VII, donde marca el contagio (Neptuno en Piscis) a los socios comerciales (casa VII) especialmente los primeros contagiados del norte de Italia dado el vínculo en la fabricación de la ropa que los italianos diseñan  (cuadratura con Venus en Sagitario 19º 1’). Urano (Tauro 3º 49’) desde la casa VIII, hacía oposición  a Marte ( Escorpio 3º 42’) en la casa II marcando el inicio del repentino cierre de la economía (eje II-VIII) por motivo de la epidemia convertida en Pandemia, el 11 de Marzo. Allí  Urano ( 4º9’ Tauro) continúa la oposición a Marte y en la carta relocalizada en Manhattan, centro mundial bursátil, la misma se da invertida dado que el eje II-VIII se encuentra en, generando la brusca caída de la Bolsa de Wall Street. Podría continuar pero este trabajo no es el lugar para exponerlos.
[21] Reafirmado por la posición en caída de Urano en Tauro desde mayo del 2018.
[22] Poseidón- Neptuno quien había compartido la tarea sin embargo envió un monstruo marino para asolar la ciudad.
[23] Grimal P, Diccionario de Mitología Griega, Paidós, España,1984, pag. 37.
[24] Ibid. Pag. 114
[25] Ed  Fundación CABA, Bs. As., 2014
[27] Kerenyi, K, Los Dioses de los Griegos, Monte Avila, Venezuela, 1991, pag.140
[28] Loc. Cit.
[29] Otto W., Teofanía, Eudeba, Bs. As., 1978, pag. 114
[31] Grimal, loc. Cit, pag. 37
[32] Ibid. Pag 35  y 37.
[35] Ibid.
[36] Los astrólogos podrán aducir la influencia lunar dadas las fases lunares, pero esta es una diferenciación posterior, mostrando la fragmentación del arquetipo original. Además sabemos que el ciclo es solilunar y depende de la luz solar.
[38] Al lector interesado le recomiendo leer “Los Dioses del Sueño” volumen 1 donde trato este tema en extensión.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Brillante!!

silvia dijo...

Hola Alberto, soy silvia cristina mendez. Como siempre super interesante y enriquecedor tu saber, tu mirada, en estos temas. Un fuerte abrazo de oso, y mejor tarde que nuncam que tengas un excelente nuevo año, el que has iniciado hace poquitos dias.