La
Pandemia del Corona Virus desde la visión mítico-simbólica de la Psicología
Junguiana y la Astrología.
Introducción
En este trabajo intentaré
dar una visión arquetípica tras los acontecimientos que nos afectan en forma
global a toda la Humanidad. Tal “constelación” está reflejada en el Cielo por
un ciclo de conjunciones planetarias que reflejan sincronísticamente el
accionar de los “dioses-arquetipos”. Pero ellas actúan en un marco mayor, un
“espíritu de la época” cuyo inicio se remonta, en una primera visión, al 9 de
noviembre de 1989, con la “Caída del Muro de Berlín”, coincidiendo con el
inicio de nuevos valores culturales reflejados en la actualización del mito de
la Venus- Urania espejados en el cielo de ese momento.[1] Dada la peculiar conjunción de ese momento en
Capricornio, la Venus-Urania quedó atrapada en la materia, transformándose en
la complementaria popular platónica, la
Pandemo, en un primer momento. Pero al
caer aún más, atrapada por los espejismos materiales incrementando el deseo
(Venus) hasta “perderse en el objeto” parafraseando a Heiddeger, se ha
degradado en Pandemia.
En las páginas que siguen desarrollaré estas ideas desde el punto de
vista mítico-simbólico y su reflejo sincronístico en el Cielo.
En las primeras páginas repito gran parte de lo desarrollado en “La
Venus Urania y su relación con el Arte, la Astrología y la Psicología
Junguiana”, con amplificaciones, para dar el contexto previo a la situación
actual, y al diálogo de los dioses-arquetipos.
Tim
Berners-Lee y la WWW:
Coincidiendo con el estreno (8 de diciembre de
1988) del film de Terry Gilliam, “Las Aventuras del Barón de Münchaussen” en
donde una joven Umma Thurman, representaba el Nacimiento de Venus de
Botticcelli en movimiento. En
ellos podremos comprobar cierta coincidencia entre el proceso personal del
creador[2] y
el colectivo. Aclaro “cierta”, porque, como veremos, la coincidencia ideal
original en Illo Tempore, en aquel
tiempo del inicio, como nos plantearía Mircea Eliade[3],
luego, con la degradación que provoca el paso del tiempo, esa “perfección de
los comienzos” se perdería.
¿Qué ocurrió en los tiempos coincidentes del estreno del Barón de
Munchaussen el 8 de diciembre de 1988 en Alemania Occidental?
Dos acontecimientos que marcan nuestra cosmovisión actual ocurrieron en
forma sorprendente alrededor de un año después de su estreno. Ambos coinciden
con “la lucha por la imaginación y la libertad de pensamiento en un mundo que
se opone a dichas ideas”[4][5]
En orden cronológico, en noviembre de 1989, Tim Berners-Lee, establece
la primera comunicación entre un cliente y un servidor usando el protocolo
HTTP. A principios de los 90 crea el World Wide Web, base del Internet, con el
propósito de facilitar el intercambio de conocimientos entre las universidades.
Berners Lee había nacido con Venus (Tauro 24º3’) quincuncio Neptuno (25º
41’ Libra) sextil a Urano (Cáncer 25º 29’)
y oposición a Saturno (15º 47’ Escorpio). Se le agrega Plutón (Leo 24º 33’) en
cuadratura Urano cuadratura a Neptuno y 108º(serie quintil) a Saturno. La
conjunción Urano con Júpiter (Cáncer 29º8’) es la que le agrega la idea a la
Venus Urania del intercambio entre las Universidades (Júpiter).
Fundada en el objetivo inicial de que los
científicos encontraran información fácilmente, al extenderse al público en
general estimuló en un principio la libertad de expresión el intercambio de
información, hasta que poco a poco, los mismos intereses que Gilliam denuncia
como asfixiantes de la libertad, intervienen en forma abierta, en algunos
casos, o velado para fiscalizar y controlar los contenidos.
Esta degradación del acontecer original en Illo Tempore de 1989, ha llevado a decir a Berners Lee, veintisiete
años después: “Controla lo que la gente ve y crea mecanismos para la forma en
que la gente interactúa (…) Ha sido grandiosa, pero copiar, bloquear sitios,
reformular el contenido de la gente, llevarte a los sitios de Internet equivocados,
eso socava el espíritu de ayudar a la gente a crear cosas”[6]
El
Muro de Berlín:
El segundo
acontecimiento fundamental para comprender el inicio de nuestra época ocurre
precisamente en el mismo lugar de estreno del film, el 9 de noviembre de 1989.
El muro que dividía Berlín y a dos posturas y modelos del ser humano: El
Capitalismo o Mundo Libre, como lo llamaban sus defensores y el Comunismo, cae
ese día. El sistema que tras esa Cortina de Hierro impedía la libertad de
pensamiento y de expresión, se derrumba junto a ese muro. Traía los “Vientos de
Cambio” que la canción del grupo alemán (del Oeste en esos momentos) Scorpions, presagiaba.
Una interesante coincidencia significativa ocurría en el cielo de ese
día. Los cuatro planetas implicados en el mito del Nacimiento de Venus, se
hallaban en conjunción en Capricornio: Urano, Venus, Saturno y Neptuno (2º 49’,
4º 1’, 10º y10º15’ respectivamente) La peculiaridad es que al estar bajo la
égida de Saturno en presencia en su propio reino. Los demás factores estarán
bajo su égida. Traducido al mito de los orígenes planteado por Eliade, tras el
entusiasmo inicial – como ya esbozó el comentario del creador de Internet y su
crítica a la deformación del espíritu fundacional - las esperanzas del Mundo
Utópico mejor (Urano-Neptuno), del “Fin de la Historia”, al haber esta
alcanzado el objetivo de la realización del espíritu como declaró Francis Fukuyama,
comenzaron a mostrar su lado oscuro.
En 1997 traté el tema, desde otra perspectiva en “Saturno nuevamente
destronado”[7]. Allí puse énfasis, al
completar el cuaterno de dioses correspondientes a las características del dios
primigenio Wotan (Mercurio, Plutón, Dionisio y Saturno) como el resurgimiento
de este arquetipo original antes de su fragmentación y diferenciación en la
cultura griega.
El 9 de noviembre de 1989 (18hs 53m, Berlín, Alemania), también los planetas que simbolizan a Wotan
estaban activados. La traducción astrológica de Dionisio la encontramos, en
Neptuno y Júpiter de Piscis, en su asociación con el vino, el éxtasis místico y
la danza y en Plutón por la muerte y resurrección y la sexualidad. Así los
planetas en Capricornio, mostrando el mito de la Venus Urania “caída” en el
espacio tiempo (Capricornio), se le suman los planetas en Escorpio : Marte,
Plutón, Mercurio, Sol( 3º25’, 15º11’,16º8’ y 16º58’) y Júpiter (Cáncer 10º40’)
y la Luna (Piscis 22º54’) completa el cuadro.
Voy a citar algunos de los tópicos escritos en el artículo de 1997, dado
que la tendencia no sólo se ha afirmado, sino profundizado, a lo cual le
agregaré algunas reflexiones surgidas desde esta nueva perspectiva.
Si lo miramos como una continuidad del ciclo anterior iniciado en 1879,
pero que estaba preludiado por la conjunción Urano-Neptuno (Capricornio) en
sextil a Venus (Escorpio) activadas en el portador: Bouguereau[8]
dando lugar a una obra de arte objetivo. Nos encontramos con las mismas
dominantes arquetípicas: el sextil Escorpio-Capricornio, pero la presencia de
casi todos los planetas (4 por cada símbolo zodiacal), da un cariz más
poderoso debido a la concentración
energética.
Los mismos factores vinculados al poder, al Imperio (Capricornio) sobre
los pueblos salvajes (Escorpio), pero esta vez toma un giro completamente
diferente, esta dialéctica entre Saturno-Capricornio como Conciencia
Colectiva-Plutón-Escorpio como Inconsciente Instintivo—Emocional adquiere una
nueva forma tras la caída del Muro. Aunado al desarrollo de la Web como
herramienta comercial y de interconexión entre los diversos mercados de
capitales y comerciales, rompe las fronteras estatales y espacio-temporales
estableciendo, en su reunificación arquetípica, el arrobo dionsíaco de la
Globalización.
Como ya había escrito en 1997:”Wotan parece no necesitar su furia, el
“dios de los Cargamentos y los Caminantes no tiene límites para su movimiento
impulsándonos en el arrobo de la Globalización”[9]
Los aspectos económicos y sociales lo he desarrollado en extensión es
ese artículo (revisado en 2008) quisiera profundizar en este nuevo nacimiento
de Venus y los valores emergentes de este proceso.
Si los valores de la Civilización, en el siglo XIX y parte del XX,
tenían que ver con la supremacía de la razón, la función de pensamiento
junguiana, la hipertrofia unilateral fue disuelta (Neptuno conj. Saturno) y el
mundo de la Imagen (Neptuno) comenzó a tener más poder que la razón (Saturno) y
su expresión: la palabra.
Los posmodernos hablaban del fin del monolítico Gran Relato, a
semejanza del Muro caído. El Pensamiento
débil quedaba en su lugar dando lugar, con sus pequeños relatos más inclusivos,
a los grupos marginales a la imaginación (Neptuno). Pero esta declaración de
apertura del fin del Imperialismo de la Razón (Saturno en Capricornio), tenía,
dada la regencia del propio Saturno de todos los demás planetas en el signo, la
imposición de un Pensamíento Único Economicista e Indiscutible: el Capitalismo.
Pero ya no era el Capitalismo del siglo XIX con ciertas reglas, la
irrupción del lado oscuro de Escorpio, las “hordas salvajes” que estaban en la
sombra y proyectadas en los países a dominar y “educar” en el siglo XIX y en el
Colectivismo que ahogaba la libertad individual propio del Comunismo, devienen
en un Capitalismo Salvaje sin límites al instinto de poderío
(Capricornio-Escorpio).
¿Cuál sería la función psicológica que permite la entrada de este
Capitalismo devorador en su ambición casi imposible de satisfacer?
La brújula de las funciones ha girado y la Cultura ha pasado a ser
dominada por una función a-racional ¿Cuál? La estructura Wotan planteada por
Ninck nos va a mostrar la base arquetípica desarrollada por Jung en Tipos
Psicológicos, a la que le agrego el lado “caído” de la Venus Urania.
Al estudiar es su artículo de Wotan el vínculo de este arquetipo con
Nietzche Jung reflexiona: “Se debió solo, en realidad al viejo filológo(…) el
que el dios se llamara Dionisos y no Wotan?[10]
Este arrobo, este éxtasis dionisíaco sensorial, es la base arquetípica
de la función de Sensación. Jung describe lo Dionisíaco en sus Tipos
Psicológicos: “La libertad del instinto sin vallas, el estallido de la
dynamis sin freno, de naturaleza animal
y divina, de que el hombre aparezca en el coro de Dionisos como sátiro mitad
dios y mitad chivo. Es el pavor de la violación de la individuación y al mismo
tiempo es el “delicioso estremecimiento” por haberla roto. Lo Dionisíaco es
pues comparable con la embriaguez, que disuelve lo individual en los instintos
y contenidos colectivos, atraco del yo aislado por parte del mundo.”[11]
¿Cómo es atracado el yo por parte del Mundo? La sensación extrovertida
encuentra su realización en la posesión del objeto exterior, en la satisfacción
de los instintos básicos: hambre y sexualidad y sus elaboraciones más
sofisticadas: el hambre de lucro, el placer en la degustación culinaria, el
hambre de lujo (Venus), y, como consecuencia, el hambre de poder
(Capricornio-Escorpio) para asegurarse esa satisfacción.
El “hambre de cultura”, el “hambre de infinito” o “trascendencia” es
sacrificado en aras del objeto. El consumismo y el dinerismo (ambos ligados a
Venus-Tauro, pero magnificados por la avaricia del lado oscuro de Capricornio)
reemplazan el hambre de sentimiento oceánico o se lo busca en forma facilista
en con el sucedáneo dionisíaco de las drogas o el alcohol.
El cine y la televisión donde los arquetipos muestran, a través de los
personajes e historias, las dominantes psíquicas de la humanidad nos señalan
dos símbolos que resumen el estado actual de la Conciencia Colectiva. Se trata
de los vampiros y ahora, con más peso, los zombies en todas sus variantes.
Saturno-Capricornio es el antiguo regente de la muerte. La imagen de la
Muerte con su hoz saturnina recogiendo a los muertos como cosecha. Junto a su
nuevo regente, Plutón, señor del Hades. En los zombies encontramos un muerto
que aún conserva su estructura corporal(Capricornio)que el proceso de
putrefacción y disolución (Escorpio-Plutón) se ha efectuado en forma
incipiente, pero han sido reducidos al instinto básico de conservación del yo,
un hambre insaciable (Saturno) moviéndose en forma lenta y torpe sin rastros de
civilización alguna.
La fascinación de las grandes masas por los “muertos vivos” radica en
que es el espejo de la sociedad consumista insaciable, que como la cal viva
(regida por Saturno), todo lo devora y nada lo termina de satisfacer. No puede
darle el alma que ha perdido al cedérsela al objeto extraviando la conexión creativa
con el Inconsciente Colectivo.
La navegación heróica por el Inconsciente Colectivo, trayendo un nuevo
contenido para el avance de la humanidad, o sea el héroe cultural, ha sido
desplazado por la navegación en el Mar de Electrones, también degradado como
declara molesto su creador.
Los “Vampiros” criaturas de la noche, que se ocultan de la luz, viven de
la sangre ajena y ejercen una fascinación erótica, manipulando a sus dominado
con promesas de inmortalidad, poder y riquezas, representan a la Plutocracia
/Plutonomia (gobierno de los ricos) vocablo derivado de Plutón quienes se
sirven de los “zombies” consumistas para explotarlos en sus lugares de trabajo,
seduciéndolos con objetos a través de
imágenes, estimulando la función de Sensación y el Dionisismo “atraco del yo
por el mundo”.
Agregándole al vampiro/zombie las dominantes astrológicas y
recapitulando: Si los valores
de la Civilización Occidental, en el siglo XIX y hasta 1989, tenían que ver con
la supremacía de la Razón, la función de pensamiento junguiana (Atenea vestida
con la égida confeccionada con la piel
de Amaltea, la cabra de Capricornio).
Esta hipertrofia fue disuelta (Neptuno
conjunción Saturno) y el mundo de la Imagen (Neptuno) empezó a tener un poder aparentemente mayor que la
razón (Saturno) y su expresión
la palabra (sextil Mercurio).
Pero esta aparente disolución apoyada por
los medios de comunicación (Mercurio)
y su prédica obsesiva y manipuladora (conjunción
Plutón) escondían la imposición de un nuevo Imperialismo el de los
Mercados sostenido por el Capitalismo Salvaje como única forma de pensamiento.
(Saturno- Plutón) y su nueva forma
de gobierno globalizada: la Plutonomia, gobierno de los ricos. (Sol-Mercurio-Plutón)
Por lo tanto, hay quienes que quedan
marginados a la pobreza (Saturno-Neptuno)
y/o en un anhelo constante consumista: “El consumismo
no gira en torno a la satisfacción de deseos, sino a la incitación del deseo de
deseos siempre nuevos” (Urano-Venus) reflexiona el sociólogo
crítico Zigmund Baumann.
Un gnóstico se referiría a esta Venus
Urania como “caída” del Topos Uranos
en la materia, en el instinto, atrapado en el hombre material, hýlico. Incluso la función inferior de
la cultura: la Intuición Introvertida, la del profeta, el chamán está atrapada
en una “Espiritualidad de Mercado”, donde el hincapié de la espiritualidad va a estar, sino es a través del consumo de
plantas sagradas en forma indiscriminada, en grupos elitistas donde el cuidado
del cuerpo a través del yoga o de la alimentación vegana y el cuidado del
entorno es la vía de desarrollo, quedando la intuición y la conexión con el
Inconsciente Colectivo creativo, atrapada.
Se la proyecta en distintas figuras, el
gurú de turno prometiendo la liberación (Urano) de las trabas (Saturno), fobias
y adicciones (Neptuno) y deseos escindidos (Venus) en forma rápida en un Work Shop de fin de semana. Al no poder
concretarlo emigran hacia un nuevo método que les asegure la conexión
trascendente perdida. En el plano social-político, la intuición introvertida
inferior reaviva los Fundamentalismos Religiosos, como el Estado Islámico, o
Políticos, como los Caudillismos Populistas de izquierda o derecha, como una
forma de oposición y reacción al Fundamentalismo Económico de la función de
sensación.
En otros términos, la visión pesimista
freudiana del “Malestar de la Cultura”, parecería continuar, el “sentimiento
oceánico” ha “caído” en “sensación oceánica”, el objeto exterior como único
medio de alcanzar la ansiada experiencia trascendente.
El narcisismo primario con el que Freud
fundamentaba el sentimiento oceánico, indiferenciando el yo de los objetos, la participación mystique de Levy-Bruhl,
tiene un ejemplo interesante en esta “Sofía” hundida en la materia, Neptuno astrológico
indiferenciado en Capricornio en la conjunción con Saturno, Venus y Urano. Esta participación y dependencia ha tomado la
forma “fetiche” del aparato celular (Urano). Este aparato permite la navegación
por la Red (Neptuno-Urano) y el sentirse perteneciente a una Comunidad
(Venus-Urano-Neptuno) mayor que evita el aislamiento y la soledad (Saturno y
Capricornio) y permite la realización de deseos (Venus). La falta de ese
aparato genera sensación de desprotección y desnudez (Saturno-Neptuno), dado que
parte de la sensación de identidad se va con él. La compensación a esta
disolución (Neptuno) es su uso para sacarse “selfies”, como una forma, a través
de la imagen, de recuperar o tener la identidad disuelta en los objetos.
De esta forma, también degradada, aparece
el par complementario de lo Dionisíaco, base arquetípica de la función de
sensación, o sea, lo Apolíneo, basamento de la función de la Intuición. Más
arriba describí los desvíos de la “espiritualidad de mercado” o la defensa,
ante el Fundamentalismo Económico (función de sensación), con los
Fundamentalismos políticos (de izquierda o derecha) y/o religiosos. Desde la
perspectiva psicológica junguiana, en el plano personal, el analista junguiano Daryl Sharp- discípulo de Von Franz - identifica al dios Apolo con el Senex, al
describirlo como “disciplinado, controlado, responsable, racional y ordenado” [12].
El fundamento arquetípico, podríamos agregar, es la festividad del dios en el
solsticio de invierno (Capricornio).
Pero esta
dialéctica, al degradarse lo cultural de la Venus Urania a la Pandemo, y si
seguimos a Plotino, ésta se despedaza en el espejo dionisíaco de la materia[13], “cayendo” y va a expresar lo que Nietzche,
citado por Jung, considera. En lo dionisíaco observa la extraversión de sentimientos
indiferenciados ligados al cuerpo, a través de la función perceptiva. Pero esta
actividad es de carácter inferior, arcaica.
En lo apolíneo reconoce una relación no
diferenciada entre las ideas y la intuición, lo cual hubiera permitido
construir formas abstractas y puras. Lo apolíneo, es una intuición del mundo de
las ideas; de allí la comparación con el sueño concebida por Nietzche: por una
parte intuitivo y, por otra, meramente imaginativo.
Esta descripción de Jung conectando a Apolo
con el mundo imaginativo del sueño, nos vincula con otro aspecto del
tradicionalmente señalado por Sharp. Nos acerca a su faceta más oscura
descripta precisamente en su adolescencia. Apolo mítico es el patrono de esa etapa de la vida[14].
K. Kerenyi, estudioso de la Mitología y asiduo colaborador de Jung, comenta:
“Había muchas historias de amor relativas a Apolo, la mayor número de las
cuales, y las más famosas, terminan trágicamente- fuese el objeto de su amor un
muchacho o una doncella. La razón por la cual se incluían los muchachos entre
los amores del dios era porque él mismo se hallaba exactamente en la edad en
que los adolescentes acostumbraban dejar la tutela de la madre y pasaban a
vivir juntos (…)[15]. Las
historias representan el amor de Apolo a una persona de cualquier sexo, como
muy peligroso. La base
arquetípica de lo planteado por Baumann con respecto a las “relaciones
líquidas”, la falta de compromiso en cualquier tipo de vínculo (afectivo,
laboral, etc.) es este Apolo degradado, que ha perdido su madurez,
transformándose en el adolescente, enceguecido por las luces de las pantallas y
de sus selfies.(para los arquetipos no existe la edad cronológica) Casi viviendo en un estado de “sueño”, como
plantearía, el Senex Gurdjieff (Sol en Capricornio). También la educación al
perder el lado maduro (ordenado, racional, responsable) se ha tornado
facilista. El Puer Apolo aspira- en su visión intuitiva futurista
– a actuar con la sabiduría del Senex (Apolo adolescente- Apolo maduro). Sólo
que al ser un factor inconsciente no reconoce el proceso temporal (Saturno) –
con sus estadios intermedios – para lograr devenir en él, conservando y
utilizando sus poderes creativos.
De esta forma, la “imagen que
vale mil palabras”, ha servido para ocultar, en algunos casos, la mediocridad
de la enseñanza y la falta de profundidad y compromiso de alumnos y en muchos
casos de los profesores, que se adaptan a los nuevos tiempos para poder
sobrevivir.
Cuando Nietzche criticaba
lo Apolíneo, lo hacía en el sentido del exceso de Senex, que había reprimido la
fuerza vital, la zoe, de lo Dionisíaco, expresado en el instinto sexual. Hoy
ante la explosión dionisíaca sexual, es Apolo adolescente quien le suma a su
descompromiso, la patología narcisista y psicópata tan propia de esta época.,
que sumada al hambre de lucro infinito, está llevando al planeta al borde del
desastre.
Pero los factores
compensadores del Inconsciente Colectivo (el Alma del Mundo platónica-plotiniana)
ante tanto desequilibrio, se pusieron en marcha. En el 11º encuentro del AG en
Buenos Aires (25 de agosto de 2018), expuse, parte de estos tópicos anticipando
que el modelo iniciado en noviembre de 1989, estaba siendo puesto a prueba y
que entraría en crisis si no se frenaba la tendencia iniciada allí. La
coincidencia significativa fue que Saturno (el Senex apolíneo) estaba próximo
al retorno a Saturno de la carta originaria de la Caída del Muro, y ya estaba
haciendo conjunción con el primer planeta del Stellium: Urano (2º 25’). Se
iniciaba el lento camino que nos llevaría al 17 de noviembre del 2019, con la
aparición del paciente cero, lo cual nos lleva al próximo punto.
Las Dominantes
Sincronísticas
Ha llegado el momento de comprobar
en la dinámica la validez o no del momento fundacional de esta cultura, más
allá de sus coincidencias en el significado original que nos muestra el
trasfondo arquetípico de esta cultura.
En el citado AG del 2018,
mostré la primera gran reacción (después de la Primera Guerra del Golfo) al
sistema globalizado, la “Bobalización”[16]
como la llamaba el escritor uruguayo Galeano, cuando con el único planeta que
se oponía a la Venus Urania caída, Júpiter (Cáncer 11º 30’), el 11 de
Septiembre del 2001, hacía su primer retorno sobre Júpiter de la Caída (10º
39’). Mostraba la reacción de un grupo religioso (Júpiter) tradicionalista y
nacionalista (Cáncer) contra un imperialismo (Stellium en Capricornio)
avasallante de su cultura.
En la segunda vuelta, cuando
Júpiter (26º 6’ Cáncer) en conjunción a la Luna (22º12’) haciendo trígono a la
Luna (Piscis 28º 1’) del momento fundacional y Saturno (Escorpio 17º2’)
conjunción al Sol (Escorpio 17º 19’), siguiendo la misma tónica, pero con mayor
ambición, se funda el Estado Islámico (ISIS) el 28 de junio de 2014.
Pero la Religión
Economicista que nos domina, reflejada en la Venus Urania caída (Stellium en
Capricornio), despertó la ira de Zeus-Jupiter (Capricornio 7º 43’) en conjunción
al centro del Stellium[17]
lanzó su rayo, el 21 de Enero de 2008, derribando la “Catedral” de Wall Street,
dando el origen a la gran crisis del 2008[18].
Así llegamos al 17 de
noviembre de 2019, cuando aparece en China el paciente 0, que fuera declarado
recién el 8 de diciembre. Para poder comprender mejor el fenómeno debemos
observarlo “in situ”, o sea, la carta fundacional de la caída del Muro relocalizada en China (Beijing su capital),
El gráfico en la página siguiente nos muestra que China tiene el
Ascendente en Virgo (16º 51’). El Stellium de la Venus-Urania está en su casa
IV, la de los fundamentos Culturales. El Ascendente Virgo ya nos muestra el papel que ha
cumplido China en este esquema globalizado: el de aportar la mano de obra
barata (esclava en algunos casos) para la producción mundial de los bienes de
consumo, al menos en los primeros años de la globalización. El hecho que la
Venus – Urania caída esté en la casa de los fundamentos culturales, significa
que los valores tradicionales han sido modificados, adaptados a esta nueva ola
globalizadora. No sólo cambió China de su economía maoísta (ya modificando lo
tradicional chino) a Capitalismo de Estado, sino que toda la idiosincrasia de
un pueblo ha sido modificada. Pese al
férreo control de las comunicaciones por parte del Estado (conjunción Plutón,
Mercurio, Sol en Escorpio en la casa III de las comunicaciones, Mercurio
regente del MC y del ASC), sumada a la posibilidad de los viajes al extranjero,
donde podían confrontar con el nuevo modelo de la Venus-Urania devenida en
Pandemo (Tauro en la Casa IX), la nueva ideología capitalista penetró en el
alma del pueblo chino (Stellium en casa IV).
Lo pude comprobar
personalmente cuando viajé allí en el 2017 con una maestra de Wu Shu y, gracias
a sus contactos, pudimos almorzar con un maestro taoísta de alta jerarquía en
Beijing, el cual, en su primera expresión, manifestó la profunda preocupación
por la penetración cultural occidental alterando el modo de ser y de vida de
los chinos. Tuvimos que aclararle que también nosotros, como sudamericanos,
habíamos sido invadidos por esta nueva pseudocultura y que éramos víctimas como
ellos de sus efectos destructivos. Pero, más allá del retorno de lo religioso
tradicional en China, el arrobo dionisíaco de la nueva cultura ya había causado
un profundo desequilibrio en su alma. Esta “hybris” capitalista/dionisíaca había
abierto una herida que busca sanarse para poder reencontrarse con su esencia.
La Sincronicidad en el
Cielo lo refleja: el 17 de noviembre de 2019, Saturno (16º 41’ de Capricornio),
le hace trígono al Ascendente en Virgo de la carta relocalizada en China (16º
51’) y se opone a Quirón de la carta
fundacional (16º 28’ Cáncer) quien se halla conjunto a Júpiter (10º 39’). El
Nodo Norte (10º 37’ Cáncer) hacía conjunción al señor de las tormentas. Por lo tanto,
no sólo el alma china ha sido violentada en sus costumbres y valores éticos
(Júpiter- Quirón, Cáncer) sino todos los pueblos que han sido invadidos por
esta nueva forma de imperialismo tecno-económico e ideológico, pero es a través
de China (trígono al Ascendente en Virgo) que la Pandemia tiene su inicio
(Saturno en casa IV, la de los inicios y finales).[19]
Como estamos tratando
con los dioses-arquetipos, ellos cuando el ser humano perdía los límites, que
marcaba el frontispicio del templo de Apolo en Delfos: “Conócete a ti mismo”,
enviaban una peste equilibrante ante la “hybris”, el orgullo desmedido del ser
humano.
Pero no fue ni un filósofo, ni un sociólogo,
ni los científicos de “moda” que denunciaron esta “hybris”, sino un propio “sacerdote”
(o mejor dicho un arzobispo) de esta religión economicista imperante. En una
reciente entrevista televisiva el economista Prat-Gay lo expresó en forma
elocuente: ·” que al ser humano del
siglo XXI se le imponga un misterio tan costoso, creo que nos tiene que llevar
a todos a la reflexión. Creíamos que sabíamos todo, que atravesábamos todos los
límites, que teníamos la tecnología y de golpe nos pega algo tan
natural como un virus que todavía no conocemos sus consecuencias" [20]
Las Dominantes Mítico-Símbólicas
La reflexión del economista nos sumerge en el trasfondo arquetípico por
detrás de ella. El conflicto entre la manifestación, dada en el mito y en la
configuración de 1989, de la castración de Urano por Saturno (Urano en
Capricornio el reflejo celeste en 1989)[21]
la tecnología (Urano) al servicio del “hambre de lucro”, como plantearía Jung,
a la avaricia (pecado capital de Saturno) que lleva al “olvido” del origen
celeste, del Topos Uranus como plantearía Platón y lleva al ser humano a la
“hybris” a querer igualarse a los dioses, como plantearían los antiguos
griegos. El ser humano pierde la medida, arrasa con toda la naturaleza, consigo
mismo en aras de esa ambición infinita.
En los mitos griegos cuando ocurría esto los dioses enviaban una plaga,
una epidemia correctora hasta que se restableciera el equilibrio. Expresado
psicológicamente, así como el Inconsciente trata de equilibrar los desvíos de
la Conciencia enviando desde un sueño, hasta un síntoma físico (si los llamados
previos no son escuchados), la sordera de la Conciencia Colectiva, expresada en
todos los niveles, desde la clase dirigente hasta el más bajo en el estamento social,
ha llevado al Inconsciente Colectivo a una compensación violenta.
Aunque todos los dioses griegos tienen la capacidad de enviar esas
pestes (Zeus, Artemisa, Deméter,) el más relevante, coincidiendo con la
corrección de la “hybris” es el dios de la purificación, la curación, pero
también el más asiduo provocador de las epidemias en el escenario mítico
griego, o sea, Apolo, el dios solar.
Ejemplos de ello son la peste con la que asoló a Troya, cuando luego de
en su forma humana, ayudar a construir los muros de la ciudad, el rey
Laomedonte se negó a abonarle el salario estipulado.[22]
En la propia guerra de Troya le envía una peste a los griegos para que Agamenón
le devuelva a la joven Criseida, hija del sacerdote de su templo Crises,
raptada por los aqueos y que no querían devolverla a su progenitor que la
reclamaba.[23]
En otra ocasión, al ser asesinada Psámate y el hijo de ambos, Lino, Apolo envía
primero un monstruo y, al ser derrotado, una plaga. Corebo quien había matado a
Poine (significa castigo) al darse cuenta del error de haber matado a Poine fue
al templo de Apolo, Delfos, para ver cómo podía enmendar su error. El oráculo
le encargó que tome un trípode sagrado y camine con él hasta que se le caiga y
allí fundase una ciudad. Este es el origen mítico de la ciudad de Megara[24] En el caso de Crinis, quien había provocado
la cólera del dios, le envió una plaga de ratas que asoló sus campos. El dios
como solía ocurrir en los mitos, asumió forma humana y fue recibido en forma hospitalaria
por el jefe de los pastores, Ordes, quien apaciguó al encolerizado dios. El
propio Apolo mató con sus flechas a los ratones y le ordenó a Ordes que le
pidiese a Crinis que construyese un santuario a “Apolo de los Ratones” (Apolo
Esminteo)
En esta ocasión no fueron ratas, como la
pulga que transmitía la “pasteurella pestis”, provocadora de la peste negra, sino,
se considera con grandes posibilidades, una rata voladora, un murciélago, el
candidato a transmitir la peste que, al parecer el dios-arquetipo indignado,
está enviando. Tomándolo como símbolo,
más allá de que se compruebe o no lo real de esta transmisión, el murciélago
pasa a ser el portador del símbolo señalado más arriba. Repito el párrafo: Los “Vampiros” criaturas de la noche, que se ocultan de la luz,
viven de la sangre ajena y ejercen una fascinación erótica, manipulando a sus
dominado con promesas de inmortalidad, poder y riquezas, representan a la
Plutocracia /Plutonomia (gobierno de los ricos) vocablo derivado de Plutón
quienes se sirven de los “zombies” consumistas para explotarlos en sus lugares
de trabajo, seduciéndolos con objetos a
través de imágenes, estimulando la función de Sensación y el Dionisismo “atraco
del yo por el mundo”.
El reflejo celeste (noviembre de 1989) de los vampiros, fue la
conjunción del Sol, Mercurio, Plutón (Escorpio, 17º 19’, 16º 41, 15º12’). El 17
de noviembre del 2019, si considero el ciclo de 60 años converso del Sol que
desarrollé en mi libro: “El Mito Solar, el Eneagrama y el Proceso de
Individuación”[25], el Sol- Apolo estaba en
el hemiciclo, treinta años, en Tauro (17º 11’) haciendo oposición al Stellium
de Escorpio, Como dios asociado a la
vegetación, los ganados y la Naturaleza ha despertado la peste compensadora
(oposición) que ha desviado a la humanidad arrasando (Stellium en Escorpio) a
la Naturaleza (Tauro). También Saturno
(16º 41’ Capricornio) refuerza el significado.
El nombre y la forma del virus coincide también con el arquetipo solar.
En una de la BBC se lo explica: “Este virus fue incluido dentro de la
categoría taxonómica de los Coronaviridae, CoV, o Coronavirus, llamado
así por las extensiones que lleva encima de su núcleo que se asemejan a la
corona solar. Su descubrimiento fue revelado en la revista Nature en 1968.”[26]
El propio Apolo porta
una rama de laurel en forma de corona[27]
como atributo, confirmando el simbolismo. Reafirmándolo tenemos el número
asociado, la misma nota de la BBC reza: “De acuerdo a la explicación de la OMS,
el nuevo nombre se toma de las palabras "corona", "virus"
y disease (enfermedad en inglés), mientras que 19
representa el año en que surgió (el brote se informó a la OMS el 31 de
diciembre de 2019).”[28]
¿Sería una
“casualidad llena de sentido” como plantearía Jung, que el virus se informa en las
postrimerías del año para quedar con el número 19? ¿Qué significa el número
19? En el sistema tradicional del Tarot,
el arcano mayor que porta ese número es precisamente denominado “El Sol”.
La profilaxis
purificatoria del dios se manifiesta, en su intento de detener el arrobo
dionisíaco, de frenar el desenfreno, la actividad a llevarnos al mundo
interior, a alejarnos del mundo exterior. Pero como dios de las distancias, del
alejamiento[29], nos ha impuesto un
violento aislamiento, distancias de al menos dos metros para evitar los
contagios. Si lo dionisíaco es la cercanía, la fusión con el objeto, Apolo nos
ha impuesto el opuesto, generando también dolor, pero quizás haciéndonos ver el
valor de un abrazo, de una caricia. Los transportes públicos, aquellos que
tienen permiso para viajar, más allá del cuidado, se benefician de la falta de
hacinamiento del lado oscuro de lo dionisíaco utilizado por los “vampiros” para
engrosar sus arcas como el uso de las cámaras en los subterráneos para demorar
la frecuencia de los viajes en el caso de que no encuentren los suficientes
pasajeros que lo justifiquen según sus criterios. Lo mismo ocurre con las
calles, la falta de actividad disminuye la polución y la atmósfera empieza a
ser más pura. El desenfreno dionisíaco capitalista, como las ménades del
cortejo de Dionisios, arrasa con todo a su paso. El Dios vinculado a la
Naturaleza nos ha obligado a frenarnos y la Madre Naturaleza parece
agradecerle.
Un fenómeno
interesante ocurrió en los inicios de la Pandemia, cuando un tweet se hizo
viral proclamando: “los cisnes habían
regresado a los canales venecianos desiertos. Delfines también.”[30] .
Aunque luego se verificó como una “fake news”, lo que interesa, desde esta
perspectiva, es el lado arquetípico que se puso en juego. Sabemos desde Jung
que la realidad psíquica es tan valedera como la llamada real. Como planteaba la nota de “National
Geographic”: “Si hay un lado positivo de la pandemia, la gente decía que esto
era todo: los animales se estaban recuperando, corriendo libres en un mundo sin
humanos”.
Esta psicología colectiva, corroborada por
la explosión viral de la falsa noticia, nos habla de la acción de un arquetipo
por detrás. Es precisamente esta falsa noticia que nos revela la verdad del
arquetipo. En la ciudad famosa, además de sus canales, por los Carnavales más famosos
de Europa, las fiestas que reemplazaron a las dionisíacas prohibidas, con su
desenfreno; en esta ciudad detenida por el dios de los límites y el orden
(Apolo) es que las aguas comenzaron a purificarse (noticia verdadera) y
retornaron, en forma simbólica los dos animales asociados al dios de la
claridad: el Cisne y el Delfín.[31]
La asociación con el Delfín está ligado
al principal santuario del dios en Delfos, que nos lo recuerda. En el mito, al
nacer, unos cisnes sagrados volaron sobre la isla y dieron 7 vueltas, de allí
que se le atribuya este número. Su padre Zeus le regaló un carro tirado por
cisnes.[32]
La coincidencia con el número 7 también
es sugestiva, otra nota de la BBC aclara:
Los coronavirus son una familia amplia de virus, pero se sabe
que solo seis (el nuevo sería el séptimo) infectan a las personas”[33]
Es el séptimo, tiene un tiempo de incubación de máximo de 14 días (2X7) y a la
semana de manifestación (7 días) pueden aparecer las dificultades para
respirar. Según el último informe
técnico del ECDC[34]: “Según el
último informe técnico del ECDC, el virus del SARS-CoV-2 puede detectarse inicialmente 1–2
días antes del inicio de los síntomas en las muestras del tracto respiratorio
superior. Así, el virus puede persistir durante 7 a 12 días en
casos moderados y hasta 2 semanas en casos graves”. El mismo informe recomienda
recoger las muestras al menos 7 días del inicio (o tres días sin fiebre) y al
no presentar síntomas 14 días después de la primera muestra.[35]
[36]
Pero, al parecer, el
propio dios-arquetipo, nos muestra un lado más benévolo. Un estudio hecho por
dos científicos de la Universidad de Turín: Giancarlo Isaía y Enzo Medico,
muestra como ellos notaron la deficiencia de la vitamina D en los infectados
por el corona virus y recomienda su ingesta, en alimentos o en suplementos, no
como cura sino como forma de reducir los factores de riesgo. Además "La compensación por esta deficiencia generalizada
de vitaminas se puede lograr principalmente exponiéndolo a la luz solar lo más
posible, incluso en balcones y terrazas, alimentándose de alimentos ricos en
vitamina D y, bajo supervisión médica, tomando preparaciones farmacéuticas
específicas ", dicen los investigadores.[37]
En el caso de la hoy atacada Homeopatía,
en un trabajo reciente: “Homeopathy for Coronavirus Covid-19 Infection:Dr Aditya Kasariyans and Dr
Rajan Sankaran” realizado en Irán e India, nos comenta como se repertorizó y aplicó medicina homeopática
en 7 de los 8 casos tratados ( hubo uno que prefirió la medicina alopática) con
remisión completa de la enfermedad. El estudio es muy incipiente y aún está en
estado de prueba, de allí que no se haya difundido en forma pública aún. Por
esta razón no difundo el nombre del medicamento usado. Pero, más allá de que se
confirme su uso para paliar esta pandemia, la coincidencia simbólica es
elocuente. El medicamento es extraído de una lauréacea, o sea, del grupo del
Laurel, árbol atribuido a Apolo, originario de oriente, completando el
simbolismo solar tratado.
Las coincidencias simbólicas, míticas y
astrológicas son suficientes como para verificar la acción del arquetipo por
detrás de esta Pandemia, nos queda el trabajo de dilucidar como nuestra
conciencia puede dialogar con él. La pregunta que quizás debamos hacernos, cada
uno de nosotros, es como en los mitos de Corebo y Crinis quienes construyeron
una ciudad y un santuario en honor al Dios para paliar el desequilibrio
causado. ¿Qué debemos revisar en nuestras vidas en este período, como
individuos como sociedad y grupo humano, para salir de la presión masificante
de una cultura que nos aplasta con sus demandas consumistas y dineristas,
extrayéndonos el alma y dejándonos vacíos de vitalidad y de sentido? ¿Qué
santuario debemos construir para apartarnos de sus nefastas influencias? ¿Cómo
deberíamos vincularnos con lo dionisíaco en su forma más sana e integrada? ¿Quizás como ocurría en el antiguo santuario
de Delfos que ambos dioses compartían y colaboraban?[38]
La propia senda del “Principium
Individuationis” atribuida a Apolo, el Principio de Individuación junguiano, la
ruta al Corazón, símbolo del Sí Mismo, es la vía purificatoria del propio
arquetipo. Atrevernos a seguir esa senda quizás sea un antídoto para que el
apocalipsis zombie tan temido no sea una triste realidad.
[1] Los actores del
mito son Venus, Urano, Saturno y Neptuno y todos se hallaban en conjunción el 9
de noviembre de 1989 en el signo de Capricornio.
[2] Como desarrollé
en el artículo sobre la Venus Urania, los actores, ya sea artistas o
científicos, que modelan los cambios culturales tienen la estructura de la
Venus –Urania en sus temas natales.
[3] Mircea Eliade
(13/3/1907. Bucarest, Rumania, %hs) nació con un stellium en Piscis: Luna, Saturno y Sol. Además tenía la
configuración de la Venus-Urania, dada su posición en Acuario (7º3’) en
quincuncio a Neptuno (9º51’) en nonil a Saturno en Piscis (18º8’). Urano rige a
Venus completando el cuadro.
[5] Esta lucha por la
imaginación, la magia y la libertad de pensamiento se observa en la estructura
arquetípica de Guilliam en la posición de los planetas sociales que rigen la
Conciencia Colectiva: Júpiter y Saturno (Tauro 8º8’,9º 52’) en la casa IX. La
Cosmovisión (IX) tradicional (Tauro) de la Conciencia Colectiva aprisiona la
libertad de pensamiento (Urano en Tauro 23º54’, en caída) y la fantasía
creativa individual (Neptuno en Virgo 27º 18’, en casa I).
[6] The New York Times, edición internacional semanal en colaboración
con Clarín, 25/6/2016, pag. 1
[8] Borguereau es el
antecedente pictórico del Nacimiento de Venus en las postrimerías del siglo
XIX, ver “La Venus Urania y su relación con el Arte, la Astrología y la
Psicología Jungiana” (2º parte siglo XVIII y XIX)
[13] Dopazo Gallego
Antonio,, Plotino, la Odisea del Alma entre la eternidad y el tiempo, Ed.
Bonalletra, Bs. As, 2016, pag. 90
[16] Eduardo Galeano
(3/9/1940, 8hs 5m, Montevideo, fuente Astrodatabank) tiene a Venus, regente del
Ascendente Libra, y al MC en Cáncer (24º 55’. 9º 12’) Este último en oposición
a Saturno-Neptuno en Capricornio (10º 2’, 10º 16’) de la carta de la “Bobalización”.
[17] PM Urano-
Neptuno, 6º 33’, PM Saturno- Urano 6º 26’; PM Venus- Saturno 7º 12’; PM Venus-
Neptuno 7º 19’
[18] La Crisis
continúa con el derrumbe bursátil mundial del 10 de octubre del 2008, con un
climax el 25 donde se anuncia la recesión mundial. Ese día Júpiter (Capricornio 15º 58’) hacía
oposición a Kirón en Cáncer (16º 28 ) y sextil al pícaro dios protector del
Comercio, Mercurio (16º41’ Escorpio) en conjunción al Sol y Plutón ( 17º 19’)
intentando frenar la burbuja inflacionaria globalizada.
[19] Podría ampliarme con otras consideraciones, como el tránsito de
Neptuno (Piscis 15º 57’) en conjunción a la cúspide la casa VII, donde marca el
contagio (Neptuno en Piscis) a los socios comerciales (casa VII) especialmente
los primeros contagiados del norte de Italia dado el vínculo en la fabricación
de la ropa que los italianos diseñan
(cuadratura con Venus en Sagitario 19º 1’). Urano (Tauro 3º 49’) desde
la casa VIII, hacía oposición a Marte (
Escorpio 3º 42’) en la casa II marcando el inicio del repentino cierre de la
economía (eje II-VIII) por motivo de la epidemia convertida en Pandemia, el 11
de Marzo. Allí Urano ( 4º9’ Tauro)
continúa la oposición a Marte y en la carta relocalizada en Manhattan, centro
mundial bursátil, la misma se da invertida dado que el eje II-VIII se encuentra
en, generando la brusca caída de la Bolsa de Wall Street. Podría continuar pero
este trabajo no es el lugar para exponerlos.
[22] Poseidón- Neptuno
quien había compartido la tarea sin embargo envió un monstruo marino para
asolar la ciudad.
[36] Los astrólogos
podrán aducir la influencia lunar dadas las fases lunares, pero esta es una
diferenciación posterior, mostrando la fragmentación del arquetipo original.
Además sabemos que el ciclo es solilunar y depende de la luz solar.
[38] Al lector
interesado le recomiendo leer “Los Dioses del Sueño” volumen 1 donde trato este
tema en extensión.
2 comentarios:
Brillante!!
Hola Alberto, soy silvia cristina mendez. Como siempre super interesante y enriquecedor tu saber, tu mirada, en estos temas. Un fuerte abrazo de oso, y mejor tarde que nuncam que tengas un excelente nuevo año, el que has iniciado hace poquitos dias.
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