El Concepto de Mutación en el I-Ching desde una doble perspectiva (1º parte)
Introducción:
En
este pequeño trabajo me propuse desarrollar el concepto de Mutación en el
clásico confuciano el I-Ching, el Libro de los Cambios. La exégesis del libro
se divide en dos grandes tradiciones interpretativas. La primera, los que lo
estudian desde la historia de la cultura en China, quieren considerarlo un
libro sapiencial. Quienes lo estudian desde la historia de las tradiciones,
como un libro oracular. Vogelman en su presentación de la versión de Willhelm,
sostiene que estos dos aspectos no entran en contradicción sino que se complementan
formando una indisoluble unidad.
En la
primera parte haré una exposición teórica sobre el concepto y su evolución, en
el primer sentido, o sea como libro sapiencial. Me basaré en el Ta-Chuan, donde
se encuentran los fundamentos técnicos y filosóficos del libro, y en un trabajo de Helmut Wilhelm sobre el
tema.
La segunda
parte en cambio es una indagación directa acerca del mismo tema en una consulta
oracular.. El motivo de este acercamiento es tratar de comprobar si lo afirmado
por Vogelmann- basado en la lectura de Willhelm- acerca de la complementariedad
de ambos aspectos vinculados, se manifiesta en esta pequeña investigación.
Para ello
quiero aclarar que la parte oracular fue realizada primero y la sapiencial
después. De esta forma, dado mi desconocimiento de los conceptos filosóficos,
mi consulta oracular sería “inocente” (en el sentido del Hexagrama 25), sin
intencionalidad. Así la podría elaborar sin la influencia de un cuerpo de
conocimiento que enturbiara ese impulso original. Traté de conservar el
espíritu de la primer línea del Hexagrama 25 “Andanza inocente trae ventura!”.
La posterior
confrontación de este acercamiento con el material teórico demostrará o no si
la propuesta es factible de comprobación.
I)Desarrollo:
La elaboración actual del “Libro de las Mutaciones”, llamado desde
entonces I-Ching o Chou I, se le atribuye al rey Wen, padre fundador de la
dinastía Chou (1122-256 A.C)
El material
encontrado por el rey Wen aún no llevaba el nombre de I. El término Ching no es
antiguo, se llegó a usarlo paralelamente en otros textos del Canon Confuciano:
el libro de los Documentos Shu Ching, y el libro de las Odas, Shi Ching. Pero
recién en el siglo IV A.C. aparece vinculado a la designación de los textos
clásicos, para diferenciarlos de los apócrifos, llamados wei.
El nombre
antiguo era por lo tanto I o Chou I. a partir de la dinastía cuyos fundadores
dieron su nueva forma. Los estudiosos, propone H. Willhelm, no unifican criterios
en la traducción del término I. Una corriente traduce el término como lo fácil
en el sentido de la forma sencilla de consultar el oráculo, diferenciándose de
la más dificultosa- por medio de las caparazones de tortuga- de los Shing.
Pero esta
traducción, es insuficiente. Un primitivo apócrifo del I- Ching, el Chou I Chien-tso-tu
reza: “El nombre entraña tres sentidos. Estos son : lo fácil, lo mutable y lo
constante. Su carácter es lo fácil. Su radiación penetra en las cuatro
comarcas; establece las separaciones en
forma simple y fácil; por él tiene el cielo su brillo. El sol, la luna, las
estrellas y las casas del Zodíaco son distribuidos y ordenados de acuerdo con
él. El alma que lo impregna no tiene puerta, el espíritu que lo reguarda no
tiene acceso. Sin esfuerzo y sin preocupación, simple y sin error: esto es lo
fácil. La mutación es su poder. Si el cielo y la tierra no se transformaran,
este poder no podría penetrar en ninguna parte. Los influjos contrapuestos de
lso cinco elementos se suspenderían, y la alternancia de las cuatro estaciones
cesaría.
Al príncipe y
al ministro se les arrebatarían sus insignias, y todas las distinciones
cambiarían de lugar; lo que debería decrecer
aumentaría; lo que debería gobernar, se derrumbaría. Esto es la mutación. Lo
constante es su posición. Que el Cielo está arriba y la Tierra abajo; que el
seór enfrente el sur, y el vasallo , el
norte; que el padre esté sentado y el hio se incline ante él: esto es lo
constante”(citado en H. Willhem pag. 26)
H. Willhem
comenta que el primer sentido: lo fácil aparece con los primeros gobernantes
Chou, adjudicándole el significado de lo dado en forma natural. El Libro de las
Mutaciones se refiere a situaciones primarias, circunstancia que ocurren
diariamente. Posteriormente el Confucionismo hará aún más hincapié en esta idea
como se puede apreciar en el Ta-Chuan: el Gran Tratado que reúne cometario de
Confucio y su escuela.
“Mediante la
facilidad y la simplicidad se abarcan y comprenden las leyes del mundo entero.
Cuando se han comprendido las leyes del mundo entero, en ello se ve contenida
la consumación” (I-Ching pag. 374)
Esta actidud
concuerda con la misión cultural y social del confucionismo reflejándose este
hecho en el Ta Chuan (ap. 7, cap. 1, I parte): “lo que es fácil, es fácil de
reconocer; lo que es simple, es simple de
observar. Cuando uno es fácilmente reconocible conquista la adhesión. Cuando uno es fácil de obedecer conquista
obras. Quien posee adhesión, puede durar mucho tiempo: quien posee obras, puede
llegar a ser grande. La duración es la índole del sabio: la grandeza es el
campo de acción del sabio” (I-Ching pag. 373/374)
Esta misma
simplicidad y facilidad se aplican a los dos principios fundamental de del
Libro de las Mutaciones: lo Creativo (el Cielo) y lo Receptivo (la Tierra). El
Ta-Chuan (ap.6) dice: “Lo Creativo conoce por medio de lo fácil. Lo Receptivo
es capaz por medio de lo simple”(ibid. pag. 373)
Gracias a lo
fácil se llega al segundo sentido de la palabra I:la mutación. H. Willhelm
comenta que este concepto deriva de la simple observación de los hechos
naturales, su incesante y cíclica transformación. La alternancia del día y la
noche, de las estaciones, el fluir de las aguas. R. Willhelm alude a la idea de
la mutación con una frase de Confuncio (Luno Uu, IX, 16), surgida en el momento
de detenerse a contemplar un río: “Así todo va fluyendo como este río, sin
parar, día y noche” (ibid. Pag. 67).
Parecería
este concepto presentar un paralelismo con el “Pantha Rei”: todo fluye de
Heráclito de Efeso para quien la vida, sus procesos y movimientos se desarrollaban
a través de la lucha de opuestos, alcanzando un orden mediante el Logos que
daba orden al Caos. Pero esta concepción se diferencia del pensamiento chino
para lo los que el movimiento y sus leyes son una sola cosa. H. Willhelm
comenta: “no distinguen el carozo de la corteza; en ellos el sentimiento y la
mente trabajan indivisos” (H.Willhelm pag. 29)
La mutación
es un concepto altamente dinámico, un estadio engendra a otro como se puede
apreciar en el cap. 5, II parte del Ta Chuan: “Al irse el sol llega la luna. El
sol y la luna se turnan y así surge la luz. Cuando se va el frío llega el
calor, cuando se va el calor llega el frío. El frío y el calor se turnan y así
se completa el año. El pasado se contrae. El futuro se dilata. Contracción y
dilatación se influyen recíprocamente y así surge lo que es propicio”(I-Ching,
pag. 426)
R.Willhelm
comenta que en conexión con el transcurso del día y del año, se indica como el
presente y el futuro van transformándose el uno en el otro, como la contracción
y la dilatación constituyen los dos movimientos mediante los cuales el pasado
prepara el futuro y el futuro despliega el pasado (ibid pag. 427)
(continúa en la segunda parte)
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