domingo, 2 de octubre de 2016

El Concepto de Mutación en el I-Ching desde una doble perspectiva (2º parte)




   Aquí va la segunda parte que empieza a incluir paralelos astrológicos.  



 Esta visión es altamente significativa para el concepto de mutación, ya que no habría opuesto en el reposo o en la pasua, siendo formas de expresión de a mutación. Como señala H. Willhelm, apoyándose en el apócrifo citado más arriba: “lo contrario de la mutación es el crecimiento de lo que debería decrecer, el derrumbamiento de lo que debería gobernar” (pag. 28)

     La mutación siendo un modo natural, sólo se puede invertir yendo contra la naturaleza, como en el caso del hexagrama 33: La Retirada, adjudicado al sexto mes (julio y agosto) época donde empiezan el germen de las fuerzas  invernales a manifestarse aún en el medio del tórrido verano (hemisferio norte). Traducido a circunstancias humanas el noble debe retirarse por el ascenso de los vulgares. Sería antinatural querer avanzar, según la concepción del I-Ching a toda costa cuando las circunstancias no lo permiten.[1]

    El sentido de la mutación no es el de un destino dictado desde afuera, sino una tendencia natural concurrente entre el desarrollo espontáneo interior, y las circunstancias externas, coincidiendo en un instante dado. Eso  muestra la indivisibilidad de la concepción china del mundo.

    La mutación, comenta H. Willhelm, es un indicador caminero, que muestra la dirección que toman las decisiones No hay compulsión antes es la pauta para descifrar los acontecimientos. ÇE el cap.X (parte I) aparece:  Son las mutaciones aquello mediante lo cual los santos y los sabios alcanzaron las profundidades y comprendieron todos los gérmenes”(pag. 403)
     Conociendo los gérmenes de las situaciones los hombres se pueden armar contra el peligro. Ningún estado es duradero y todo está sujeto al cambio. No existe la concepción lineal, la idea de progreso es espiral. En la concepción china el retornar a los tiempos pasados, si estos fueron superiores, es aceptado abiertamente.

     Este reconocimiento del cambio eterno lleva, para Willhelm, a la tercera significación de la palabra I: lo seguro, lo constante. En los primeros apócrifos se decía: “Lo inmutable es la mutación”.

     En os estratos más recientes del libro, comenta H. Willhem, se usa este sentido como lo opuesto a peligro. El peligro es lo inesperado, que ocurre generalmente porque uno no está preparado, para ello (Hexagrama 45, la Reunión, la Imagen, pag. 260)

     La certidumbre proviene del conocimiento de los gérmenes que da seguridad en el desarrollo de los acontecimientos. Willhelm expresa que este concepto se podía aplicar en  lo social a las relaciones existentes entre los diferentes actores sociales. Así aparece en el apócrifo: el padre estaba sentado y su hijo se inclina ante él, pero la relación dinámica existente nos dice que este mismo hijo será mañana quien estará ocupando ese lugar, recibiendo las reverencias de su propio hijo. Esto se podía extender a los demás vínculos establecidos.

     Pero en la esfera personal y en lo cósmico se hace necesario otras relación que den la medida de estabilidad de la mutación y en la que se basa. Esta es la tensión fundamental de lo Creativo (el Cielo- lo luminoso), y lo Receptivo (La Tierra- lo Oscuro).

     El cap. XII (parte I) reza: “Lo Creativo y lo Receptivo constituyen el verdadero secreto de las Mutaciones. Al presentarse lo Creativo y lo Receptivo en forma cabal, las mutaciones también quedan establecidas entre ellos. Si lo Creativo y lo Receptivo fuesen aniquilados, no habría nada en lo cual verse las mutaciones  Si ya no hubiese mutaciones para ser vistas, también cesarían paulatinamente los efectos de lo Creativo y lo Receptivo.” (pag. 410-411)

     R. Willhelm comenta al respecto de esta sentencia:” las mutaciones se conciben aquí como un proceso de la naturaleza, casi idéntico a la vida. La vida se basa en los antagonismos polares de actividad y receptividad. Con ello se mantiene la tensión, cuyo balance se presenta en cada caso como mutación, como proceso vital. Si cesara este estado de tensión, este “declive” no existiría ya ningún criterio aplicable a la vida; ésta no podría manifestarse.” (Ibid. Pag. 411)

     El mismo sentido aparece en el Tao Te Ching (V) “El espacio entre el Cielo y la Tierra es como un fuella. Aunque vacío en apariencia, todo lo contiene. Cuanto más se lo mueva más surgirá de él”.

     De allí que conocer el libro es conocer la vida en su totalidad. En el cap. IV (parte I) se dice: “El Libro de las Mutaciones contiene la medida del Cielo y la Tierra;  por eso es posible abarcar y estructurar con él el sentido (Tao) del Cielo y Tierra”(ibid. Pag. 381) (…) y luego “En él (el Libro) se encuentran las formas y los ámbitos de todas las cosas del contorno, de modo que no falte ninguna de ellas. Por eso por su intermedio puede penetrarse en el sentido (Tao) del día y de la noche a punto de comprenderlo. Por eso el espíritu no está ligado a sitio alguno, y el libro de las Mutaciones no está ligado a ninguna forma.” (Ibid. Pag 384)

    H. Willhelm interpreta aquí la palabra Tao como la fuerza operante en la totalidad del universo- al igual que en la concepción taoísta- agregándole el sentido de lo firme y lo constante. La mutación, se puede conocer a través del Libro, no siendo ésta ni irracional ni abrupta, se puede confiar en su curso fijo de la misma manera que la noche sigue al día y el verano al invierno. El hombre sabio puede a través del conocimiento del libro conocer el destino, actuando a favor de éste y no en contra. Por ello el cap. IV reza: “De este modo, al tornarse el hombre parecido al Cielo y la Tierra, no entra en contradicción con ellos. Su sabiduría abarca todas las cosas y su sentido (Tao) ordena el mundo entero. Por eso no comete ninguna falta. Obra por doquier, pero en ningún caso se arrebata, se apasiona. Disfruta del Cielo y conoce el destino. De ahí que esté libre de preocupaciones. Está contento con su situación y es auténtico en su benevolencia. Por eso es capaz de ejercer el amor.”(Ibid. Pag. 383)

     Al participar de la naturaleza del universo, el hombre según la concepción del libro de las Mutaciones , puede intervenir en su destino y en el del Cosmos dentro del marco prefigurado. H. Willhelm concluye: “Pero permanecer en el interior de estos límites es la tarea asignada a la fuerza de su entendimiento, y el libro de las mutaciones fue escrito para promover el entendimiento, a través de las experiencias y de los enfoques de los tiempos antiguos”(lo. Cit. pag. 32)

II Desarrollo:

                      En esta sección desarrollaré la indagación directa al libro sobre el tema de la mutación. La intención es complementar la reflexión teórica y sus comentarios acuñados a lo largo de los siglos con una consulta apelando a la “materia viva” producto del instante. Soy consciente del problema  que esto representa, a saber: confrontar directamente con el Libro sin tener adecuados conocimientos acerca de él. Pero creo que la peculiaridad del libro es poder acceder a él- además de la reflexión consciente- a través del “azar”. Del “azar lleno de sentido” como lo plantearía C.G. Jung, quien prologó la versión de R. Willhelm del I-Ching.

      La respuesta desde ya podrá ser subjetiva debido a la influencia psíquica del consultante. Pero gracias a los modernos descubrimientos de la física de partículas, hoy ya sabemos en Occidente que el observador incide y modifica lo observado, redescubriendo una vieja verdad ya existente en el pensamiento oriental y particularmente en el chino. En esta visión el sujeto participa de la naturaleza del objeto.

     Teniéndolo presente y bajo estas condiciones indagué el libro, sabiendo posiblemente que la respuesta sería de orden subjetivo y no una verdad “universal” u “objetiva”.

      Mi pregunta fue: “¿Qué es el Cambio?” La respuesta fue:

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            14                1

     La respuesta es el hexagrama 14: “La Posesión de lo Grande”. El Juicio expresa: “ La posesión de lo Grande: Elevado Logro” (I-Ching pag. 137)

     El libro parece estar contestando directamente al consultante: poseer el cambio (su conocimiento)es algo grande lo que redunda en un elevado logro. A peculiar conformación del hexagrama: cinco líneas fuertes (enteras) retenidas por una débil (cortada) hace que Willhelm se pregunte: “¿Cómo es posible que ese débil trazo tenga la fuerza suficiente como para retener y poseer a los trazo fuertes?”. La respuesta es gracias a su desinteresada modestia.

 (continúa en la 3º parte)




[1] Curioso el significado, para el simbolismo astrológico dado que corresponde al signo solar de Leo. Pero desde la perspectiva filosófica el hexagrama nos muestra el Cielo por encima de la Montaña. Aquí el símbolo solar se ubica más allá del mundo, retirándose de él.  Desde la simbólica cristiana es el Reino de los Cielos que mora en el Corazón (Leo) y no  queriendo reinar extravertidamente en el Mundo. Ese es el típico símbolo alquímico del León devorando el Sol. El ansia de poder (Leo) poseyendo a la Conciencia (Sol). Desde la perspectiva práctica el hexagrama habla de una retirada activa y “es precisamente gracias a la retirada que se obtiene el logro”( IChing, pag. 212)

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