domingo, 22 de marzo de 2020

El Mito de la Venus Urania y su relación con el Arte, la Astrología y la Psicología Junguiana ( 3º parte, siglo XX y XXI)





Terry Guilliam, Umma Thurman y “Las Aventuras del Barón de Munchaussen”:
                                                                                                                                                                           
                                                                                         Van a transcurrir más de cien años, en 1988 para que el tema del Nacimiento de Venus sea tomado, esta vez por el Séptimo Arte. En “Las Aventuras del Barón de Munchaussen”, el director Terry Guilliam, nos recrea en acción viva la entrada de la diosa Venus reproduciendo la pintura de Botticelli de 1486.
     El film concluye la llamada trilogía de la imaginación: Los Ladrones del Tiempo (1981); Brazil (1985)  y las Aventuras.. (1988). Las tres películas representan los tres estadios del hombre: niñez, juventud, mediana edad y vejez. Y el impacto de la imaginación en cada etapa.[1] De allí que  Guilliam  representa en ellas la: “locura de nuestra sociedad torpemente ordenada y el deseo de escapar a través de cualquier medio posible”[2]

     En el film el personaje del anciano Barón de Munchaussen se encuentra con la Diosa (salida de la recreación del cuadro de Botticelli) y comienza a bailar un vals. A medida que progresa la danza, él va rejuveneciendo al para que la pareja se va elevando por el aire cada vez más. A pesar del aire erótico expresado en la escena, el simbolismo de la danza circular, en forma de Mandala uniendo los opuestos y elevando la pareja al Cielo, nos representa el efecto rejuvenecedor  y renovador en la conciencia agobiada por la “locura de nuestra sociedad torpemente ordenada”. El Ánima como Venus-Urania eleva a la conciencia  a su origen al Topos Uranus, sacándola del exilio. Aunque en el film este estadio es momentáneo, el dios Vulcano, esposo de Venus, interrumpe el arrobo y arroja a los personajes del otro lado del mundo donde son devorados, como Jonás, por un enorme pez. La ruptura de la conexión trascendente sume a Munchaussen en una profunda depresión y escepticismo.
     La actriz, quien hacía su debut cinematográfico, fue una muy joven Umma Thurmann[3], quien además de su Sol en Tauro (8º 59’) había nacido con la estructura de la Venus Urania: Venus (Géminis 2º18’) en conjunción al MC (Tauro 26º 17’) en trígono a Urano en Libra (5º26’) y oposición a Neptuno (0º5’ Sagitario), a su vez sextil  con Urano.
     El propio Guilliam[4] tiene a la Venus Urania en su basamento arquetípico: Venus (Libra, 24º48’) en semisextil Neptuno (Virgo 27º18’) y quincuncio a Urano (Tauro 23º 54’) a su vez en trígono a Neptuno.
     Desde la óptica personal de Guilliam, sería quizás lo más cercano a la búsqueda de vivir el “sentimiento océanico” de trascender las barreras de la conciencia personal y colectiva con su “Malestar de la Cultura” parafraseando a Freud. El mismo Guilliam describe su trilogía de este modo: “Los Ladrones del Tiempo es la historia de un niño que va a través del espacio, el tiempo y la historia y nunca se sabe si era real o un sueño. Brazil es acerca de un hombre que rechaza la responsabilidad en el mundo real y gasta su tiempo soñando. Él, en última instancia trata de escapar a la locura. Munchaussen es realmente el final feliz. Es el anciano que puede vivir para siempre. Es el triunfo de la fantasía.”[5]
     El propio Guilliam habla de sus personajes; “Ellos son soñadores atrapados en una edad de la razón, donde no hay lugar para la magia o lo extraordinario. En el final de Munchaussen hay un triunfo de lo extraordinario”[6]
     Gilliam nos describe los tres momentos del arquetipo de Neptuno-Piscis: en la niñez el contacto con los contenidos del Inconsciente Colectivo en forma libre. Al salir de ella la confrontación  de este mundo con lo concreto, la fuga de éste y el refugio final en la locura. Finalmente la integración donde se puede vivir una vida madura simbólica-sincronística conviviendo con las determinantes espacio-temporales.
     Guilliam-Munchaussen lo traduce: “Lo fantástico y lo imposible deviene real. En mis momentos más oscuros, cuando solo puedo ver codicia y grosería. A punto de rendirme. Pero las cosas suceden de vez en cuando. No puedo explicarlo, pero hay magia allí afuera.”[7]
     Guilliam relata la típica acumulación emocional, al regresionar la libido al Inconsciente activando el arquetipo  con su peculiar condición violatoria del espacio-tiempo, regenerando la entropía psíquica y física, dando un nuevo ordenamiento y sentido.
    Este es un caso muy interesante en el sentido individual porque nos muestra la integración de ambos mundos: La Conciencia y el Inconsciente Colectivo. La pregunta que surge es, si la pauta arquetípica anterior continúa, o sea que este nuevo nacimiento de Venus acompañe o preanuncie cambios en la Conciencia Colectiva más allá del propio receptor.
     En el caso anterior, el de William Bouguereau, las pautas personales y colectivas estaban estrechamente en concordancia ¿Podríamos suponer lo mismo o nos hallaríamos con una variante completamente distinta?
Tim Berners-Lee y la WWW:
                                               Una vez más podemos comprobar cierta coincidencia entre el proceso personal y el colectivo. Aclaro “cierta”, porque, como veremos, la coincidencia ideal original en Illo Tempore, en aquel tiempo del inicio, como nos plantearía Mircea Eliade[8], luego, con la degradación que provoca el paso del tiempo, esa “perfección de los comienzos” se perdería.
     ¿Qué ocurrió en los tiempos coincidentes del estreno del Barón de Munchaussen el 8 de diciembre de 1988 en Alemania Occidental?
     Dos acontecimientos que marcan nuestra cosmovisión actual ocurrieron en forma sorprendente alrededor de un año después de su estreno. Ambos coinciden con “la lucha por la imaginación y la libertad de pensamiento en un mundo que se opone a dichas ideas”[9][10]
      En orden cronológico, en noviembre de 1989, Tim Berners-Lee, establece la primera comunicación  entre un cliente y un servidor usando el protocolo HTTP. A principios de los 90 crea el World Wide Web, base del Internet, con el propósito de facilitar el intercambio de conocimientos entre las universidades.
          Berners Lee había nacido con Venus (Tauro 24º3’) quincuncio Neptuno (25º 41’ Libra)  sextil a Urano (Cáncer 25º 29’)  y oposición a Saturno (15º 47’ Escorpio).  Se le agrega Plutón ( Leo 24º 33’) en cuadratura Urano cuadratura a Neptuno y 108º(serie quintil) a Saturno. La conjunción Urano con Júpiter (Cáncer 29º8’) es la que le agrega la idea a la Venus Urania del intercambio entre las Universidades (Júpiter).
 Fundada en el objetivo inicial de que los científicos encontraran información fácilmente, al extenderse al público en general estimuló en un principio la libertad de expresión el intercambio de información, hasta que poco a poco, los mismos intereses que Gilliam denuncia como asfixiantes de la libertad, intervienen en forma abierta, en algunos casos, o velado para fiscalizar y controlar los contenidos.
     Esta degradación del acontecer original en Illo Tempore de 1989, ha llevado a decir a Berners Lee, veintisiete años después: “Controla lo que la gente ve y crea mecanismos para la forma en que la gente interactúa (…) Ha sido grandiosa, pero copiar, bloquear sitios, reformular el contenido de la gente, llevarte a los sitios de Internet equivocados, eso socava                el espíritu de ayudar a la gente a crear cosas”[11]
El Muro de Berlín:
                              El segundo acontecimiento fundamental para comprender el inicio de nuestra época ocurre precisamente en el mismo lugar de estreno del film, el 9 de noviembre de 1989.
     El muro que dividía Berlín y a dos posturas y modelos del ser humano: El Capitalismo o Mundo Libre, como lo llamaban sus defensores y el Comunismo, cae ese día. El sistema que tras esa Cortina de Hierro impedía la libertad de pensamiento y de expresión, se derrumba junto a ese muro. Traía los “Vientos de Cambio” que la canción del grupo alemán (del Oeste en esos momentos) Scorpions, presagiaba.
     Una interesante coincidencia significativa ocurría en el cielo de ese día. Los cuatro planetas implicados en el mito del Nacimiento de Venus, se hallaban en conjunción en Capricornio: Urano, Venus, Saturno y Neptuno ( 2º 49’, 4º 1’, 10º y10º15’ respectivamente) La peculiaridad es que al estar bajo la égida de Saturno en presencia en su propio reino. Los demás factores estarán bajo su égida. Traducido al mito de los orígenes planteado por Eliade, tras el entusiasmo inicial – como ya esbozó el comentario del creador de Internet y su crítica a la deformación del espíritu fundacional - las esperanzas del Mundo Utópico mejor (Urano-Neptuno), del “Fin de la Historia”, al haber esta alcanzado el objetivo de la realización del espíritu como declaró Francis Fukuyama, comenzaron a mostrar su lado oscuro.
     En 1997 traté el tema, desde otra perspectiva en “Saturno nuevamente destronado”[12]. Allí puse énfasis, al completar el cuaterno de dioses correspondientes a las características del dios primigenio Wotan (Mercurio, Plutón, Dionisio y Saturno) como el resurgimiento de este arquetipo original antes de su fragmentación y diferenciación en la cultura griega.
     El 9 de noviembre de 1989, también los planetas que simbolizan a Wotan estaban activados. La traducción astrológica de Dionisio la encontramos, en Neptuno y Júpiter de Piscis, en su asociación con el vino, el éxtasis místico y la danza y en Plutón por la muerte y resurrección y la sexualidad. Así los planetas en Capricornio, mostrando el mito de la Venus Urania “caída” en el espacio tiempo (Capricornio), se le suman los planetas en Escorpio : Marte, Plutón, Mercurio, Sol( 3º25’, 15º11’,16º8’ y 16º58’) y Júpiter (Cáncer 10º40’) y la Luna (Piscis 22º54’) completa el cuadro.
      Voy a citar algunos de los tópicos escritos en el artículo de 1997, dado que la tendencia no sólo se ha afirmado, sino profundizado, a lo cual le agregaré algunas reflexiones surgidas desde esta nueva perspectiva.
     Si lo miramos como una continuidad del ciclo anterior iniciado en 1879, pero que estaba preludiado por la conjunción Urano-Neptuno (Capricornio) en sextil a Venus (Escorpio) activadas en el portador: Bouguereau dando lugar a una obra de arte objetivo. Nos encontramos con las mismas dominantes arquetípicas: el sextil Escorpio-Capricornio, pero la presencia de casi todos los planetas (4 por cada símbolo zodiacal), da un cariz más poderoso      debido a la concentración energética.
     Los mismos factores vinculados al poder, al Imperio (Capricornio) sobre los pueblos salvajes (Escorpio), pero esta vez toma un giro completamente diferente, esta dialéctica entre Saturno-Capricornio como Conciencia Colectiva-Plutón-Escorpio como Inconsciente Instintivo—Emocional adquiere una nueva forma tras la caída del Muro. Aunado al desarrollo de la Web como herramienta comercial y de interconexión entre los diversos mercados de capitales y comerciales, rompe las fronteras estatales y espacio-temporales estableciendo, en su reunificación arquetípica, el arrobo dionsíaco de la Globalización.
     Como ya había escrito en 1997:”Wotan parece no necesitar su furia, el “dios de los Cargamentos y los Caminantes no tiene límites para su movimiento impulsándonos en el arrobo de la Globalización”[13]
     Los aspectos económicos y sociales lo he desarrollado en extensión es ese artículo (revisado en 2008) quisiera profundizar en este nuevo nacimiento de Venus y los valores emergentes de este proceso.
     Si los valores de la Civilización, en el siglo XIX y parte del XX, tenían que ver con la supremacía de la razón, la función de pensamiento junguiana, la hipertrofia unilateral fue disuelta (Neptuno conj. Saturno) y el mundo de la Imagen (Neptuno) comenzó a tener más poder que la razón (Saturno) y su expresión: la palabra.
     Los posmodernos hablaban del fin del monolítico, como el Muro caído, Gran Relato. El Pensamiento débil quedaba en su lugar dando lugar, con sus pequeños relatos más inclusivos, a los grupos marginales  a la imaginación (Neptuno). Pero esta declaración de apertura del fin del Imperialismo de la Razón (Saturno en Capricornio), tenía, dada la regencia del propio Saturno de todos los demás planetas en el signo, la imposición de un Pensamíento Único Economicista e Indiscutible: el Capitalismo.
     Pero ya no era el Capitalismo del siglo XIX con ciertas reglas, la irrupción  del lado oscuro de Escorpio, las “hordas salvajes” que estaban en la sombra y proyectadas en los países a dominar y “educar” en el siglo XIX y en el Colectivismo que ahogaba la libertad individual propio del Comunismo, devienen en un Capitalismo Salvaje sin límites al instinto de poderío (Capricornio-Escorpio).
     ¿Cuál sería la función psicológica que permite la entrada de este Capitalismo devorador en su ambición casi imposible de satisfacer?
     La brújula de las funciones ha girado y la Cultura ha pasado a ser dominada por una función a-racional ¿Cuál? La estructura Wotan planteada por Ninck nos va a mostrar la base arquetípica desarrollada por Jung en Tipos Psicológicos, a la que le agrego el lado “caído” de la Venus Urania.
     Al estudiar es su artículo de Wotan el vínculo de este arquetipo con Nietzche Jung reflexiona: “Se debió solo, en realidad al viejo filológo(…) el que el dios se llamara Dionisos y no Wotan?[14]
     Este arrobo, este éxtasis dinisíaco sensorial , es la base arquetípica de la función de Sensación. Jung describe lo Dionisíaco en sus Tipos Psicológicos: “La libertad del instinto sin vallas, el estallido de la dynamis   sin freno, de naturaleza animal y divina, de que el hombre aparezca en el coro de Dionisos como sátiro mitad dios y mitad chivo. Es el pavor de la violación de la individuación y al mismo tiempo es el “delicioso estremecimiento” por haberla roto. Lo Dionisíaco es pues comparable con la embriaguez, que disuelve lo individual en los instintos y contenidos colectivos, atraco del yo aislado por parte del mundo.”[15]
     ¿Cómo es atracado el yo por parte del Mundo? La sensación extrovertida encuentra su realización en la posesión del objeto exterior, en la satisfacción de los instintos básicos: hambre y sexualidad y sus elaboraciones más sofisticadas: el hambre de lucro, el placer en la degustación culinaria, el hambre de lujo (Venus), y, como consecuencia, el hambre de poder (Capricornio-Escorpio)para asegurarse esa satisfacción.
       El “hambre de cultura” , el “hambre de infinito” o “trascendencia” es sacrificado en aras del objeto. El consumismo y el dinerismo  (ambos ligados a Venus-Tauro, pero magnificados por la avaricia del lado oscuro de Capricornio) reemplazan el hambre de sentimiento oceánico o se lo busca en forma facilista en con el sucedáneo dionisíaco de las drogas o el alcohol.
     El cine y la televisión donde los arquetipos muestran, a través de los personajes e historias, las dominantes psíquicas de la humanidad nos señalan dos símbolos que resumen el estado actual de la Conciencia Colectiva. Se trata de los vampiros y ahora, con más peso, los zombies en todas sus variantes.
     Saturno-Capricornio es el antiguo regente de la muerte. La imagen de la Muerte con su hoz saturnina recogiendo a los muertos como cosecha. Junto a su nuevo regente, Plutón, señor del Hades. En los zombies encontramos un muerto que aún conserva su estructura corporal(Capricornio)que el proceso de putrefacción y disolución (Escorpio-Plutón) se ha efectuado en forma incipiente, pero han sido reducidos al instinto básico de conservación del yo, un hambre insaciable (Saturno) moviéndose en forma lenta y torpe sin rastros de civilización alguna.
     La fascinación de las grandes masas por los “muertos vivos” radica en que es el espejo de la sociedad consumista insaciable, que como la cal viva (regida por Saturno), todo lo devora y nada lo termina de satisfacer. No puede darle el alma  que ha perdido al cedérsela al objeto extraviando la conexión creativa con el Inconsciente Colectivo.
     La navegación heróica por el Inconsciente Colectivo, trayendo un nuevo contenido para el avance de la humanidad, o sea el héroe cultural, ha sido desplazado por la navegación en el Mar de Electrones, también degradado como declara molesto su creador.
     Los “Vampiros” criaturas de la noche, que se ocultan de la luz, bien de la sangre ajena y ejercen una fascinación erótica, manipulando a sus dominado con promesas de inmortalidad, poder y riquezas, representan a la Plutocracia /Plutonomia (gobierno de los ricos) vocablo derivado de Plutón quienes se sirven de los “zombies” consumistas para explotarlos en sus lugares de trabajo, seduciéndolos con objetos  a través de imágenes, estimulando la función de Sensación y el Dionisismo “atraco del yo por el mundo”.
    Agregándole al vampiro/zombie las dominantes astrológicas y recapitulando: Si los valores de la Civilización Occidental, en el siglo XIX y hasta 1989, tenían que ver con la supremacía de la Razón, la función de pensamiento junguiana  (Atenea vestida con la  égida confeccionada con la piel de Amaltea, la cabra de Capricornio). Esta hipertrofia fue disuelta (Neptuno conjunción Saturno) y el mundo de la Imagen (Neptuno) empezó a tener un poder aparentemente mayor que la razón (Saturno) y su expresión la palabra (sextil Mercurio).
     Pero esta aparente disolución apoyada por los medios de comunicación (Mercurio) y su prédica obsesiva y manipuladora (conjunción Plutón) escondían la imposición de un nuevo Imperialismo el de los Mercados sostenido por el Capitalismo Salvaje como única forma de pensamiento. (Saturno- Plutón) y su  nueva forma de gobierno globalizada: la Plutonomia, gobierno de los ricos. (Sol-Mercurio-Plutón)
     Por lo tanto hay quienes que quedan marginados a la pobreza (Saturno-Neptuno) y/o en un anhelo constante  consumista: “El consumismo no gira en torno a la satisfacción de deseos, sino a la incitación del deseo de deseos siempre nuevos” (Urano-Venus) reflexiona el sociólogo crítico Zigmund Baumann.
     Un gnóstico se referiría a esta Venus Urania como “caída” del Topos Uranos en la materia, en el instinto, atrapado en el hombre material, hýlico. Incluso la función inferior de la cultura: la Intuición Introvertida, la del profeta, el chamán está atrapada en una “Espiritualidad de Mercado”, donde el hincapié  de la espiritualidad va  a estar, sino es a través del consumo de plantas sagradas en forma indiscriminada, en grupos elitistas donde el cuidado del cuerpo a través del yoga o de la alimentación vegana y el cuidado del entorno es la vía de desarrollo, quedando la intuición y la conexión con el Inconsciente Colectivo creativo, atrapada.
     Se la proyecta en distintas figuras, el gurú de turno prometiendo la liberación (Urano) de las trabas (Saturno), fobias y adicciones (Neptuno) y deseos escindidos (Venus) en forma rápida en un Work Shop de fin de semana. Al no poder concretarlo emigran hacia un nuevo método que les asegure la conexión trascendente perdida. En el plano social-político, la intuición introvertida inferior reaviva los Fundamentalismos Religiosos, como el Estado Islámico, o Políticos, como los Caudillismo Populista de izquierda o derecha, como una forma de oposición y reacción al Fundamentalismo Económico de la función de sensación.
    
     En otros términos, la visión pesimista freudiana del “Malestar de la Cultura”, parecería continuar, el “sentimiento oceánico” ha “caído” en “sensación oceánica”, el objeto exterior como único medio de alcanzar la ansiada experiencia trascendente.
     El narcisismo primario con el que Freud fundamentaba el sentimiento oceánico, indiferenciando el yo de los objetos, la participación mystique de Levy-Bruhl, tiene un ejemplo interesante en esta “Sofía” hundida en la materia, Neptuno astrológico indiferenciado en Capricornio en la conjunción con Saturno, Venus y Urano.  Esta participación y dependencia ha tomado la forma “fetiche” del aparato celular (Urano). Este aparato permite la navegación por la Red (Neptuno-Urano) y el sentirse perteneciente a una Comunidad (Venus-Urano-Neptuno) mayor que evita el aislamiento y la soledad (Saturno y Capricornio) y permite la realización de deseos (Venus). La falta de ese aparato genera sensación de desprotección y desnudez (Saturno-Neptuno), dado que parte de la sensación de identidad se va con él.La compensación a esta disolución (Neptuno) es su uso para sacarse “selfies”, como una forma, a través de la imagen, de recuperar o tener la identidad disuelta en los objetos.
     Sin embargo, en menor medida, estos mismos medios, la Globalización e Internet, en una conciencia diferenciada pueden ser herramientas muy útiles para el desarrollo de la Individuación y la Creatividad aportando nuevos gradientes a la Humanidad. El camino heroico de la  Individuación, la navegación peligrosa por el Mundo Nocturno como alternativa a la dialéctica colectiva simbolizada por los Vampiros-Zombies.
A Modo de Síntesis:
                                  Pudimos observar a lo largo de esta exposición el vínculo del mito fundante del Nacimiento de la Venus Urania con los artistas que captaron las corrientes del Inconsciente Colectivo que estaban a punto de germinar en la Conciencia Colectiva.
     La Sincronicidad develada por el simbolismo astrológico no ha mostrado que todos los actores, tanto los artistas que captaron el símbolo, como los forjadores de los cambios sociales, científicos y políticos, tenían la estructura combinada de los factores míticos: Venus, Urano, Neptuno y Saturno.
     La posición de Venus en los artistas: Botticelli (Acuario), Boucher (Escorpio), Amaury Duval (Piscis), Cabanel (Libra), Bouguereau (Escorpio) y Guilliam (Libra), nos muestran una extraordinaria coherencia. Dado que el domicilia de la Urania en Libra (Cabanel-Guilliam), su exaltación en Piscis (Amaury Duval) su regencia por Urano, su padre, en Acuario (Botticelli) muestran los cambios o el intento de realizarlos hacia una mayor integración.
     La posición de destierro en Escorpio (Boucher y Bouguereau) señalan la “caída” o el “exilio”. A pesar del avance que representan las nuevas cosmogonías para el conocimiento, como también el desarrollo de la electricidad, la pérdidad de la conexión con lo trascendente, al desconcer lo arquetípico-numinoso-divino, provoca el destierro, la caída de la Venus Urania (Escorpio-Boucher) como en el sentido negativo la explotación colonialista que anticipara Bouguereau. Desde el punto de vista positivo Bouguereau antecede a Freud en el rescate de lo femenino reprimido en el Hades-Inconsciente (Escorpio).
     De la misma forma, la Venus Urania atrapada en la hyle, en el espacio tiempo (Capricornio) de la Caída del Muro no señala la pérdida de los valores trascendentes y el hundimiento en el materialismo, consumismo y espiritualidad de mercado que nos dominan.   

Adenda de marzo del 2020:
                                            Cerré el artículo con la Venus Urania atrapada en la materia, en la hyle, en exilio.  Evité colocar la Venus Pandemo, correspondiente a Tauro, como señalé en el artículo repetidas veces, por sostener la línea simbólica platónica.  Sin embargo, gracias al comentario insidioso de un lector de la segunda parte en uno de los sitios de Internet, me hizo ver, lo que estaba sucediendo en estos momentos   El comentario denotó un fallido que expresó, no al inconsciente personal, dado que provenía del Animus, sino al Inconsciente Colectivo. La persona se refirió a la Venus Pandemo, como Pandemia  ( 7 de marzo, cuatro días antes de declararse la Pandemia), Con lo cual si interpretamos simbólicamente este fallido, nos está mostrando los efectos de esta Venus “caída” en la Hyle, de todos estos valores iniciados en la Caída del Muro y de los cuales, parecería ser la Pandemia una compensación del Anima Mundi, del Inconsciente Colectivo ante el desastre que la humanidad ha provocado en sí misma y en el entorno. En la próxima nota amplificaré  aún más esta idea teniendo en cuenta las dominantes astrológicas.


[1] IMBD, Las Aventuras del Barón de Munchaussen
[2] Mathews J. “Dreaming Brazil” ensayo acompañando  The Critical Collection DVD, 1996
[3] Nacida el 29 de abril de 1970, 13h 51’, Boston, MA)
[4] Nacido el 22 de noviembre de 1940, 0hs 35’ Minneápolis, USA)
[5] Sonymoviechannel.com/movies/adventureof baron munchaussen/details
[6] Ibid.
[7] Ibid.
[8] Mircea Eliade (13/3/1907. Bucarest, Rumania, %hs) nació con un stellium en Piscis: Luna, Saturno y Sol. Además tenía la configuración de la Venus-Urania, dada su posición en Acuario (7º3’) en quincuncio a Neptuno (9º51’) en nonil a Saturno en Piscis (18º8’). Urano rige a Venus completando el cuadro.
[9] Montez-Barza.  Las Aventuras del Barón de Munchaussen. Don Quijote de Munchaussen
[10] Esta lucha por la imaginación, la magia y la libertad de pensamiento se observa en la estructura arquetípica de Guilliam en la posición de los planetas sociales que rigen la Conciencia Colectiva: Júpiter y Saturno (Tauro 8º8’,9º 52’) en la casa IX. La Cosmovisión (IX) tradicional (Tauro) de la Conciencia Colectiva aprisiona la libertad de pensamiento (Urano en Tauro 23º54’, en caída) y la fantasía creativa individual (Neptuno en Virgo 27º 18’, en casa I).
[11] The New York Times, edición internacional semanl en colaboración con Clarín, 25/6/2016, pag. 1
[12] Chislovsky A., La Influencia de la Astrología en el Pensamiento de Jung, Ed. Tol, Bs AS, 2008
[13] Ibid pag. 82
[14] Citado en Ibid.  Pag. 55
[15] Jung C.G., Tipos Psicológicos, Sudamericana, 1960, pag. 187

1 comentario:

visionarios dijo...

Excelente artículo. Una sístesis magistral del simbolismo astrológico. Me aclara mucho aspectos personales: Urano en el medio cielo, trino Venus en piscis, en recepción mutua con Neptuno en libra en casa 1. soy amante de la pintura de Boticelli,la Venus urania, mi arquetipo favorito. Muchas gracias.