La Base Arquetípica por detrás de la Pandemia del Corona Virus
Introducción
La idea de escribir, o
mejor expresado, reescribir el ensayo anterior sobre la Pandemia publicado con
anterioridad, fue sugerido por varios de sus lectores que no tenían conocimientos
astrológicos y que se perdían en los vericuetos técnicos que complicaban la
lectura y comprensión del texto.
Por lo tanto, en este ensayo me
concentraré más en los aspectos mítico-simbólicos y su visión desde la
psicología junguiana, ampliando lo expresado en el trabajo anterior. Las referencias sincronísticas astrológicas,
que serán diferentes y más sencillas en su comprensión, serán colocadas en
notas al pie para no perturbar la lectura del texto principal. Las que estén en
ella sólo se colocaran en el sentido simbólico-comprensivo dejando de lado
todos los aspectos técnicos.
Para el lector que no está familiarizado
con el ensayo previo paso a describir el planteo que intento demostrar. Detrás de cada fenómeno ocurrido ya sea en la
conciencia individual o en la colectiva, subyace uno o varios arquetipos del
Inconsciente Colectivo, que se expresan en mitos y/o símbolos que nos muestran
la intencionalidad de los mismos, más allá de las pretensiones conscientes
Desde el punto de vista junguiano estos
arquetipos operan a través de las funciones psíquicas de las cuales son su
basamento. Según el “Zeitgeist” de la época domina en la Cultura alguna de las
funciones psíquicas. Como en la psique individual hay una función superior, dos
que la pueden auxiliar y una que queda inferior, siendo esta la puerta de
entrada al mundo del Inconsciente Colectivo.
En este ensayo me propongo mostrar como el
cambio cultural acaecido, en forma principal, con la Caída del Muro de Berlín y
el comienzo del desarrollo de Internet (ambas en noviembre de 1989) modifica la
función dominante en la Conciencia Colectiva y, por ende, los arquetipos-
dioses actuantes por detrás de ella, generando una hipertrofia de la nueva
función dominante que trae como consecuencia la irrupción equilibrante del
Inconsciente Colectivo que se manifiesta en la Pandemia y la crisis global que
nos aqueja.
El Cambio en la Función
Dominante[1]
Para comprender este proceso me detendré, para el lector que no lo
conoce, a explicar en forma breve, las funciones junguianas psíquicas. Estas
son cuatro: dos racionales, capaces de emitir juicio, Pensamiento y Sentimiento
y dos a-racionales[2]:
Sensación e Intuición.
En la cultura judeo-cristiana que domina
aún Occidente hasta el fin de la Edad Media dominaban las funciones de
Sentimiento e Intuición, el Pensamiento era la auxiliar, alineado con los
valores (Sentimiento) del Dogma Cristiano convalidándolo con sus esquemas
teológicos. La relación con el Mundo exterior y con lo corporal, la Sensación,
era claramente inferior, lo cual significó un considerable atraso en el
desarrollo del conocimiento científico.
En forma subterránea, se fueron
desarrollando corrientes paralelas, como la Alquimia y luego la Kabalah, donde
se comenzaba a compensar esta inferioridad del Pensamiento y la Sensación. A partir de esas corrientes subterráneas a las
que se le suma en forma más visible la Astrología, poco a poco se va gestando
el nuevo Paradigma que va a romper con la hegemonía de la Iglesia y de su
cosmovisión apoyada en las funciones de Sentimiento e Intuición.
La Revolución Copernicana gestada para que
los astrónomos-astrólogos pudiesen ser más precisos en sus predicciones, dado
que encontraban diferencias con las Tablas de Alfonso el Sabio usadas
en ese momento, fue un mojón importante en el surgimiento de la nueva función
dominante de Pensamiento. Este hecho es ocultado en la ciencia moderna porque
sería convalidar a la Astrología como base del pensamiento científico moderno.
Johannes Kepler, quien ha formulado las tres primeras leyes científicas, y es
el pasaje entre la concepción simbólica y la cuantitativa moderna, pese a la
importancia de sus descubrimientos y haber resuelto el tema de las
retrogradaciones de los planetas y convalidar la idea de Copérnico del Sol como
centro del sistema en forma matemática, no es tenido en alta estima por la
Ciencia por su condición de astrólogo.[3]
Otro hito que marca el fin del período
intermedio del Renacimiento, fue el primer filósofo moderno, inaugurando la
Modernidad, Rene Descartes. En él podemos observar los efectos de la Revolución
Copernicana, que lo lleva a dudar de la función de sensación, dado que la
evidencia de lo que los sentidos percibían y lo lleva a su famosa máxima,
“Pienso, luego existo”, inaugurando el regreso de la Filosofía a la Cultura
Occidental, aún bajo la égida de la Religión. Pero la Diosa de la Razón, Atenea,
había retornado, con su animal representativo, símbolo de la Filosofía, la
lechuza. Así como Venus-Afrodita al ser
retratada por Botticcelli en su famoso Nacimiento, marcó el inicio del cambio
en los valores del Sentimiento, cambiando de la Virgen María a la diosa pagana
del Amor, en la Revolución Francesa, con el reemplazo de la efigie de la Virgen
en Notre Dame por la otra Virgen, la Diosa de la Razón, Atenea, se afirma el
proceso de cambio en la función dominante. Función con la concepción del
nacimiento del sistema solar de Laplace- Kant, presentada a Napoleón por el
propio Laplace. El entonces Primer Cónsul le expone, luego de la lectura de su
obra. “Newton ha hablado de Dios en su libro. Yo he visto ya el vuestro y no he
encontrado esa palabra ni una sola vez”, el sabio le contestó; “Ciudadano
Primer Cónsul, yo no he tenido necesidad de esa hipótesis”[4]
Se había dado el primer y gigantesco paso
de la progresiva independencia de la Ciencia con sus funciones de Pensamiento y
Sensación predominantes de la tutela de la Cosmovisión Cristiana con las
opuestas de Sentimiento e Intuición como superiores.
No sólo se reprimían estas funciones, sino
que el Pensamiento se hipertrofiaba sustituyendo al Espíritu como principio
rector. La conexión con las raíces del Inconsciente Colectivo, de donde todo
surge, se estaba comenzando a cercenar.
Parecía que el mito del nacimiento de Atenea que es devorada en el
vientre de su madre, junto a ella por Zeus, para evitar un posible
destronamiento se volvía por segunda vez realidad. La primera había sido en el
período helenístico de la cultura griega (-330, -29) cuando los griegos, en el
paso del “mythos” al logos, sustituyeron a Zeus, transformándose su pensamiento
en las leyes del Mundo, pero Atenea quedó como la divinidad tutelar, pero aún
conectada con su progenitor.
El proceso es similar, aún en Descartes se
mantenía la conexión con la deidad que había creado las leyes mecánicas del
Mundo. Con Laplace, comienza el corte definitivo con las raíces inconscientes y
el destronamiento de la imagen de lo Divino.
Jung,
en su monumental obra Aion, muestra este proceso desde el símbolo de Piscis,
con sus dos peces: vertical y horizontal y su reflejo sincronístico en el cielo.
Vincula al Eón de Piscis con el
Cristianismo. Allí lanza su hipótesis más audaz: el paso del punto vernal por
el pez vertical corresponde a la difusión del Cristianismo. Pero ya a mediados
del siglo XII, se va aproximando a la primera de las dos últimas estrellas de
la comisura que une a los dos peces. La otra coincide con el inicio del
Renacimiento y la siguiente, ya en el pez horizontal, hacia 1817 mostraría
simbólicamente al Anticristo. Se trata del proceso por el cual el espíritu
desciende y se “convierte en antiespíritu y el arquetipo vivificador sucumbe
paulatinamente en la forma del racionalismo, el intelectualismo y el
doctrinarismo” [5]
Esta cita de Jung es de 1951, y nos
muestra la hipertrofia de la función de Pensamiento (racionalismo,
intelectualismo) y también cuando actúa, en forma no menos peligrosa, en
pueblos donde es inferior (doctrinarismo). La reciente, para Jung, experiencia
de la Segunda Guerra Mundial, en donde estos doctrinarismos surgieron (Nazismo,
Facismo, etc.) Había que agregarle el
materialismo como cosmovisión combinando la función de Pensamiento con la de
Sensación.
Pero este predominio de la función de
Pensamiento irá cediendo, poco a poco. La lucha entre las dos superpotencias
resultantes luego de la Segunda Guerra Mundial tratando de imponer su
concepción del ser humano también se dirimirá, además del político y económico,
en el ámbito del Pensamiento-Sensación (Ciencia). La carrera espacial que
comenzó en la década del 50 que tenía como ganador a los soviéticos, en primera
instancia, al colocar el primer satélite, el primer ser vivo en el espacio y
luego el primer astronauta, tiene un vuelco espectacular con la llegada de los
estadounidenses a la Luna en 1969 (Apolo XI), seguido de otras misiones Apolo,
concluyendo esa carrera. El triunfo del ajedrecista Robert Fischer sobre el
campeón soviético Boris Spassky en 1972, cortando casi un cuarto de siglo de
hegemonía soviética en el juego ciencia, fue otro de los mojones para poder
resaltar los valores occidentales (Sentimiento) sobre los de detrás de la
Cortina de Hierro.
La competencia se trasladó a la
carrera armamentista, en la década de los 80. La revolución tecnológica de
fines de esa década, el triunfo del modelo estadounidense sobre el soviético,
obligando al primer tratado de
reducción del armamento nuclear, 1987, marca el inicio del fin de la guerra
fría, reforzado por la retirada de Afganistán en 1989. Con el espontáneo
movimiento que genera la Caída del Muro de Berlín en noviembre de ese año, el paradigma
irá girando hacia una pragmatismo tecnócrata (función de Sensación)[6]
El Nuevo Giro en la Brújula de las Funciones
La nueva función surgente como principal es la de la Sensación, función
a-racional, exaltando los sentidos y el placer sentido a través de ellos, o sea
la función en su versión extrovertida, ligada al objeto, pero como ya decía
Heidegger del hombre occidental, la hipertrofia resultante de esta nueva
función es estar “perdido en el objeto”.
La apertura global de los mercados y su
tránsito de mercaderías, sumadas al deseo reprimido de los pueblos que estaban
bajo la égida soviética y de las promesas de incorporación a los emergentes a
la élite de los países desarrollados económica y técnicamente, exaltaron aún
más el uso de esta función.
Los nuevos valores (Sentimiento) resultantes
fueron el consumismo, el hedonismo y el dinerismo como medio de poder alcanzar
el objeto de placer.
Como desarrollé en “La Venus Urania y su
relación con el Arte, la Psicología Junguiana y la Astrología”, el artista,
cuya inspiración proviene del Inconsciente Colectivo, por lo tanto su obra de
arte se transforma en objetiva, cada vez que se retrató el nacimiento de Venus
Urania, la obra se anticipaba o coincidía con un cambio cultural importante.
Un año antes, diciembre de 1988, de la Caída
del Muro de Berlín y del desarrollo del protocolo http, base de Internet, en
Alemania se estrena un film “Las Aventuras del Barón de Münchaussen”, en donde
el director Terry Gilliam, incluye una representación viva del Nacimiento de
Venus de Botticcelli, preanunciando, lo que el grupo alemán “Scorpions”, en
forma similar desde la música, anunciaba con sus “Vientos de Cambio”
El 9 de noviembre de 1989 cuando cae el
Muro de Berlín, en forma sincronística, los cuatro dioses-planetas actuantes en
el mito del Nacimiento: Urano, Saturno, Venus y Neptuno se hallaban juntos
(conjunción) en el signo de Capricornio, regido por Saturno. Si en el mito
Saturno castra a Urano y del falo que cae en el Océano (Neptuno es el señor de
los mares) nace Venus-Afrodita, dada la peculiar posición en Capricornio, signo
de tierra ligado a lo material, la Venus nacida en esta ocasión no es la
Urania, la que aspira conectar con sus orígenes celeste (Urano) sino, por el
contrario, alimenta los terrestres, constituyendo con más propiedad, la Venus
Pandemo platónica condicionada por el espacio-tiempo (Saturno) sin ninguna
aspiración trascendente.[7]
El cielo sincronísticamente refleja lo
que los filósofos posmodernos, cuyo referente es Nietzsche, planteaban: no hay esencia (trascendencia uránica) sino
sólo existencia. La Venus Urania con “hambre de infinito”, como plantea Jung,
deja su lugar a la Venus Pandemo, con su voracidad existencial sin límites,
dando la valorización racional (Función de Sentimiento) a la función de
Sensación emergente y siendo su auxiliar.
¿Qué dios-arquetipo está por detrás de
la función de Sensación?
Jung, en sus Tipos Piscológicos toma
precisamente de Nietzsche la noción de lo Apolíneo y lo Dionsíaco como base
simbólica de las funciones de Intuición (Apolíneo) y Sensación (Dionisíaco). Describe
lo Dionisíaco en sus Tipos Psicológicos: “La libertad del instinto sin vallas,
el estallido de la dynamis sin freno,
de naturaleza animal y divina, de que el hombre aparezca en el coro de Dionisos
como sátiro mitad dios y mitad chivo. Es el pavor de la violación de la
individuación y al mismo tiempo es el “delicioso estremecimiento” por haberla
roto. Lo Dionisíaco es pues comparable con la embriaguez, que disuelve lo
individual en los instintos y contenidos colectivos, atraco del yo aislado por
parte del mundo.”[8]
¿Cómo es atracado el yo por parte del
Mundo? La sensación extrovertida encuentra su realización en la posesión del
objeto exterior, en la satisfacción de los instintos básicos: hambre y
sexualidad y sus elaboraciones más sofisticadas: el hambre de lucro, el placer
en la degustación culinaria, el hambre de lujo[9], y, como consecuencia, el
hambre de poder[10]
para asegurarse esa satisfacción.
El “hambre de cultura”, el “hambre de
infinito” o “trascendencia” es sacrificado en aras del objeto. El consumismo y
el dinerismo (ambos ligados a Venus-Tauro, pero magnificados por la avaricia
del lado oscuro de Capricornio) reemplazan el hambre de sentimiento oceánico o
se lo busca en forma facilista en con el sucedáneo dionisíaco de las drogas o
el alcohol.
Unos años después, previo a la Segunda
Guerra Mundial, Jung escribe un artículo denominado Wotan, el dios supremo
germano con quien encuentra analogías (el arrobo místico, el lado
instintivo-emocional del Inconsciente) con Dionisio y se pregunta: : “Se debió
solo, en realidad al viejo filológo(…) el que el dios se llamara Dionisos y no
Wotan?[11]
Que el suceso fundacional del inicio de
esta nueva cultura se inicie precisamente en Berlín, la capital alemana
dividida por los dos sistemas racionales (Capitalismo-Comunismo) nos una
muestra de este vínculo entre ambos dioses, como imágenes del mismo arquetipo
representando el lado instintivo-emocional y la tendencia a fundir los límites,
reflejados en el simbólico muro que separaba a individuos de la misma
colectividad cultural de origen.
El agregar a Wotan, nos permitirá observar
otras características que se desarrollaron a partir de este hecho fundacional. En 1997 traté el tema, desde otra
perspectiva en “Saturno nuevamente destronado”[12].
Allí puse énfasis, al completar el cuaterno de dioses correspondientes a las
características del dios primigenio Wotan (Mercurio, Plutón, Dionisio[13] y Saturno) como el
resurgimiento de este arquetipo original antes de su fragmentación y
diferenciación en la cultura griega.
Voy a citar algunos de los tópicos
escritos en el artículo de 1997, dado que la tendencia no sólo se ha afirmado,
sino profundizado, a lo cual le agregaré algunas reflexiones surgidas desde
esta nueva perspectiva.
El Inconsciente Instintivo—Emocional
(Wotan-Dionisio) adquiere una nueva forma tras la caída del Muro. Aunado al
desarrollo de la Web como herramienta comercial y de interconexión entre los
diversos mercados de capitales y comerciales, rompe las fronteras estatales y
espacio-temporales estableciendo, en su reunificación arquetípica, el arrobo
dionisíaco de la Globalización. La función de Sensación es el vehículo para su
manifestación.
Como ya había escrito en 1997:”Wotan
parece no necesitar su furia, el “dios de los Cargamentos y los Caminantes no
tiene límites para su movimiento impulsándonos en el arrobo de la
Globalización”[14]
Los aspectos económicos y sociales lo he
desarrollado en extensión es ese artículo (revisado en 2008) quisiera
profundizar en este nuevo nacimiento de Venus y los valores emergentes de este
proceso, dado que ellos constituyen la expresión de la función auxiliar
(Sentimiento) de esta nueva estructura cultural.
Si los valores de la Civilización, en el
siglo XIX y parte del XX, tenían que ver con la supremacía de la razón, la
función de pensamiento junguiana, la hipertrofia unilateral fue disuelta [15]y el mundo de la Imagen[16] (Neptuno) comenzó a tener
más poder que la razón (Saturno) y su expresión: la palabra.
Los posmodernos hablaban del fin del
monolítico Gran Relato, a semejanza del Muro caído. El Pensamiento débil
quedaba en su lugar dando lugar, con sus pequeños relatos más inclusivos, a los
grupos marginales a la imaginación (Neptuno). Pero esta declaración de apertura
del fin del Imperialismo de la Razón (Saturno en Capricornio), tenía, dada la
regencia del propio Saturno de todos los demás planetas en el signo, la
imposición de un Pensamiento Único Economicista e Indiscutible: el Capitalismo.
Esta imposición de un pensamiento unicista, devenido en dogma indiscutible, es
propio de una función inferior, tomada por el Inconsciente Colectivo.
Pero ya no era el Capitalismo del siglo
XIX con ciertas reglas, la irrupción del lado oscuro de Escorpio, las “hordas
salvajes” (las que acompañaban tanto a Wotan como en el frenesí dionisíaco) que
estaban en la sombra y proyectadas en los países a dominar y “educar” en el
siglo XIX y en el Colectivismo que ahogaba la libertad individual propio del
Comunismo, devienen en un Capitalismo Salvaje sin límites al instinto de
poderío[17].
El cine y la televisión donde los
arquetipos muestran, a través de los personajes e historias, las dominantes
psíquicas de la humanidad nos señalan dos símbolos que resumen el estado actual
de la Conciencia Colectiva. Se trata de los vampiros y ahora, con más peso, los
zombies en todas sus variantes.
Saturno-Capricornio es el antiguo regente
de la muerte. La imagen de la Muerte con su hoz saturnina recogiendo a los
muertos como cosecha. Junto a su nuevo regente, Plutón, señor del Hades. En los
zombies encontramos un muerto que aún conserva su estructura
corporal(Capricornio)que el proceso de putrefacción y disolución
(Escorpio-Plutón) se ha efectuado en forma incipiente, pero han sido reducidos
al instinto básico de conservación del yo, un hambre insaciable (Saturno)
moviéndose en forma lenta y torpe sin rastros de civilización alguna.
La fascinación de las grandes masas por
los “muertos vivos” radica en que es el espejo de la sociedad consumista
insaciable, que como la cal viva (regida por Saturno), todo lo devora y nada lo
termina de satisfacer. No puede darle el alma que ha perdido al cedérsela al
objeto extraviando la conexión creativa con el Inconsciente Colectivo.
La navegación heroica por el Inconsciente
Colectivo, trayendo un nuevo contenido para el avance de la humanidad, o sea el
héroe cultural, ha sido desplazado por la navegación en el Mar de Electrones,
también degradado como declara molesto su creador.
Los “Vampiros” criaturas de la noche, que
se ocultan de la luz, viven de la sangre ajena y ejercen una fascinación
erótica, manipulando a sus dominados con promesas de inmortalidad, poder y
riquezas, representan a la Plutocracia /Plutonomia (gobierno de los ricos)
vocablo derivado de Plutón quienes se sirven de los “zombies” consumistas para
explotarlos en sus lugares de trabajo, seduciéndolos con objetos a través de imágenes, estimulando la función
de Sensación y el Dionisismo “atraco del yo por el mundo”.
Agregándole al vampiro/zombie las
dominantes astrológicas y recapitulando: Si los valores de la Civilización
Occidental, en el siglo XIX y hasta 1989, tenían que ver con la supremacía de
la Razón, la función de Pensamiento junguiana (Atenea vestida con la égida
confeccionada con la piel de Amaltea, la cabra de Capricornio). Esta hipertrofia fue disuelta (Neptuno conjunción Saturno) y el mundo
de la Imagen (Neptuno)
empezó a tener un poder aparentemente mayor que la razón (Saturno) y su expresión la palabra (conectado[18]
a Mercurio, el dios vinculado a la comunicaciones, dada su condición de
mensajero de los Dioses).
Pero esta aparente disolución apoyada por
los medios de comunicación (Mercurio)
y su prédica obsesiva y manipuladora (asociado
a Plutón[19]) escondían la
imposición de un nuevo Imperialismo: el de los Mercados sostenido por el
Capitalismo Salvaje como única forma de Pensamiento. (Saturno- Plutón) y su nueva forma de gobierno globalizada: la
Plutonomia, gobierno de los ricos[20]. Dada la imposibilidad de
discusión del modelo
Por lo tanto, hay quienes que quedan
marginados a la pobreza[21] (y/o en un anhelo
constante consumista: “El consumismo no gira en torno a la satisfacción de
deseos, sino a la incitación del deseo de deseos siempre nuevos” [22]reflexiona el sociólogo
crítico Zigmund Baumann.
Un gnóstico se referiría a esta Venus
Urania como “caída” del Topos Uranos
en la materia, en el instinto, atrapado en el hombre material, hýlico. Ahora podemos incluir la función inferior de la cultura: la
Intuición Introvertida(opuesta a la función de Sensación extrovertida la
superior de ella), la del profeta, el chamán está atrapada en una
“Espiritualidad de Mercado”, donde el hincapié
de la espiritualidad va a estar,
sino es a través del consumo de plantas sagradas en forma indiscriminada, en
grupos elitistas donde el cuidado del cuerpo a través del yoga o de la
alimentación vegana y el cuidado del entorno es la vía de desarrollo, quedando
la intuición y la conexión con el Inconsciente Colectivo creativo, atrapada.
Se la proyecta en distintas figuras, el
gurú de turno prometiendo la liberación (Urano) de las trabas (Saturno), fobias
y adicciones (Neptuno) y deseos escindidos (Venus) en forma rápida en un Work Shop de fin de semana. Al no poder
concretarlo emigran hacia un nuevo método que les asegure la conexión
trascendente perdida. En el plano social-político, la Intuición introvertida
inferior reaviva los Fundamentalismos Religiosos, como el Estado Islámico, o
Políticos, como los Caudillismos Populistas de izquierda o derecha, como una
forma de oposición y reacción al Fundamentalismo Económico de la función de
sensación.
En otros términos, la visión pesimista
freudiana del “Malestar de la Cultura”, parecería continuar, el “sentimiento
oceánico” ha “caído” en “sensación oceánica”, el objeto exterior como único
medio de alcanzar la ansiada experiencia trascendente.
El narcisismo primario con el que Freud
fundamentaba el sentimiento oceánico, indiferenciando el yo de los objetos, la participación mystique de Levy-Bruhl,
tiene un ejemplo interesante en esta “Sofía” hundida en la materia, Neptuno
astrológico indiferenciado en Capricornio en la conjunción con Saturno, Venus y
Urano. Esta participación y dependencia
ha tomado la forma “fetiche” del aparato celular (Urano). Este aparato permite
la navegación por la Red (Neptuno-Urano) y el sentirse perteneciente a una
Comunidad (Venus-Urano-Neptuno) mayor que evita el aislamiento y la soledad
(Saturno y Capricornio) y permite la realización de deseos (Venus). La falta de
ese aparato genera sensación de desprotección y desnudez (Saturno-Neptuno),
dado que parte de la sensación de identidad se va con él. La compensación a
esta disolución (Neptuno) es su uso para sacarse “selfies”, como una forma, a
través de la imagen, de recuperar o tener la identidad disuelta en los objetos.
De esta forma, también degradada, aparece
el par complementario de lo Dionisíaco, base arquetípica de la función de Sensación,
o sea, lo Apolíneo, basamento de la función de la Intuición. Más arriba
describí los desvíos de la “espiritualidad de mercado” o la defensa, ante el
Fundamentalismo Económico (función de Sensación), con los Fundamentalismos
políticos (de izquierda o derecha) y/o religiosos. Desde la perspectiva
psicológica junguiana, en el plano personal, el analista junguiano Daryl Sharp-
discípulo de Von Franz - identifica al
dios Apolo con el Senex, al describirlo como “disciplinado, controlado,
responsable, racional y ordenado” [23] El fundamento arquetípico, podríamos agregar, es la
festividad del dios en el solsticio de invierno (Capricornio). Esta descripción coincide más con la diosa Atenea, diosa
de la Razón y fundamento de la función de Pensamiento, como el propio Jung
señala, Apolo es la base de la función de la Intuición y sus comportamientos en
muchas ocasiones, no son precisamente racionales, como ejemplificaré más abajo.
En la Orestíada Apolo maduro expresa las órdenes de Zeus, como manifiesta en el
juicio a Orestes y deja el lado reflexivo a Atenea, la diosa base de la función
de Pensamiento la que puede emitir juicios a diferencia de la Intuición que
transmite el contenido que proviene del Inconsciente (Apolo transmitiendo los
mensajes de Zeus en el Santuario de Delfos). En mi trabajo anterior continué
esta línea planteada por Sharp, y elegí no hacer la diferenciación que sigue,
para evitar agregarle al lector mayores dificultades comprensivas a las técnicas
del escrito anterior. Liberadas las últimas puedo profundizar en esta
diferencia.
Para ello deberíamos plantearnos dos
dialécticas, lo Ateneico y lo Dionisíaco y la dialéctica tratada por Nietzsche,
lo Apolíneo y lo Dionisíaco, base de las funciones de Sensación e Intuición
para Jung. Consideremos en primer lugar
esta última: al degradarse lo cultural
de la Venus Urania a la Pandemo, y si seguimos a Plotino, ésta se despedaza en
el espejo dionisíaco de la materia[24], “cayendo” y va a
expresar lo que Nietzsche, citado por Jung, considera. En lo
dionisíaco observa la extraversión de sentimientos indiferenciados ligados al
cuerpo, a través de la función perceptiva. Pero esta actividad es de carácter
inferior, arcaica. Jung señala aquí la indiferenciación entre las funciones de
sentimiento y sensación propias de la sociedad ateneica con la hipertrofia de
la función de Pensamiento.
En lo apolíneo reconoce una relación no
diferenciada entre las ideas y la intuición, lo cual hubiera permitido construir
formas abstractas y puras. Lo apolíneo, es una intuición del mundo de las
ideas; de allí la comparación con el sueño concebida por Nietzsche: por una
parte intuitivo y, por otra, meramente imaginativo.
Esta descripción de Jung conectando a Apolo
con el mundo imaginativo del sueño, nos vincula con otro aspecto del
tradicionalmente señalado por Sharp. Nos acerca a su faceta más oscura
descripta precisamente en su adolescencia. Apolo mítico es el patrono de esa etapa de la vida[25].
K. Kerenyi, estudioso de la Mitología y asiduo colaborador de Jung, comenta:
“Había muchas historias de amor relativas a Apolo, la mayor número de las
cuales, y las más famosas, terminan trágicamente- fuese el objeto de su amor un
muchacho o una doncella. La razón por la cual se incluían los muchachos entre
los amores del dios era porque él mismo se hallaba exactamente en la edad en
que los adolescentes acostumbraban dejar la tutela de la madre y pasaban a
vivir juntos (…)[26].
Las historias representan el amor de Apolo a una persona de cualquier sexo,
como muy peligroso. La base arquetípica de lo planteado por Baumann con
respecto a las “relaciones líquidas”, la falta de compromiso en cualquier tipo
de vínculo (afectivo, laboral, etc.) es este Apolo degradado, que ha perdido su
madurez, transformándose en el adolescente, enceguecido por las luces de las
pantallas y de sus selfies.(para los arquetipos no existe la edad
cronológica) Casi viviendo en un estado
de “sueño”, como plantearía, el Senex Gurdjieff (Sol en Capricornio). También
la educación al perder el lado maduro (ordenado, racional, responsable,
ateneico) se ha tornado facilista.
El Puer Apolo aspira- en su visión
intuitiva futurista – a actuar con la sabiduría del Senex (Apolo adolescente-
Apolo maduro). Sólo que al ser un factor inconsciente no reconoce el proceso
temporal (Saturno) – con sus estadios intermedios – para lograr devenir en él,
conservando y utilizando sus poderes creativos.
Esta conducta ha tomado tal magnitud que a
mediados de la década del 90 dentro de la psicología académica experimental se
estudió el fenómeno denominándose el efecto Dunning-Kruger por los que
efectuaron la investigación. “En una
serie de cuatro experimentos, estos psicólogos analizaron la competencia de las
personas en el ámbito de la gramática, el razonamiento lógico y el humor.
A los participantes les
pidieron que estimaran su grado de competencia en cada uno de esos campos. A
continuación, debían realizar una serie de test dirigidos a evaluar su
competencia real.
Entonces los
investigadores notaron que cuanto mayor era la incompetencia de la persona,
menos consciente era de ella. Aunque es paradójico, las personas más
competentes y capaces solían infravalorar sus competencias y conocimientos. Estos psicólogos concluyeron además que las personas
incompetentes en cierta área del conocimiento:1) Son incapaces de detectar y
reconocer su incompetencia. 2)No suelen reconocer la competencia del resto de
las personas.”[27]
Si le sumamos las recomendaciones dadas
para lidiar con estas personas poseídas por el lado oscuro inconsciente de
Apolo transformándose su opinión en oráculo, nos encontraremos con algo
revelador. Delgado Suárez prosigue: “Evita frases como “no sabes de lo que hablas”
o “no tienes ni idea” porque de esta forma solo lograrás que esa persona
se sienta atacada, asuma una actitud defensiva y se cierre a tus propuestas. En
su lugar, plantea una nueva perspectiva. Puedes decir: “ya te he escuchado,
ahora imagina que las cosas no fueran exactamente así”. El objetivo es
lograr que esa persona se abra a opiniones y formas de hacer diferentes.
También puedes recalcar la
idea de que todos somos inexpertos o incluso profundos desconocedores en
algunos campos, no es algo negativo sino una increíble oportunidad para seguir
aprendiendo y crecer como personas.”[28]
Con la terapéutica sugerida termina de
completar lo que podríamos llamar el efecto Socrático, que es la manifestación
previa tanto del fenómeno con que lidiaba Sócrates en su tiempo, donde él mismo
según el Apolo maduro era el hombre más sabio porque sólo sabía que no sabía
nada. Y con su método, la mayéutica, quienes los investigadores rescatan,
lograba hacerle alumbrar la verdad que la posesión arquetipal refrenaba. Lamentablemente
este efecto Dunning- Kruger denota el retroceso catastrófico de la función de
pensamiento y lo inferior de la intuición, llevándonos a la época de la Grecia
Clásica reviviendo las discusiones entre Sócrates y sus contemporáneos, pero
sin el nivel de ellos, en el mejor de los casos. Este afloramiento de lo apolíneo inferior, “meramente imaginativo”, como señala Jung, combinado
con el pensamiento inferior nos da un:
pensamiento en imágenes, también inferior (no el simbólico superior que puede
reflexionar a través de las imágenes arquetípicas.)
De esta forma, la “imagen que vale mil
palabras”, ha servido para ocultar, en algunos casos, la mediocridad de la enseñanza
y la falta de profundidad y compromiso de alumnos y en muchos casos de los
profesores, que se adaptan a los nuevos tiempos para poder sobrevivir.
Nietzsche
criticaba no lo Apolíneo, sino que, en el equilibrio de ambas instancias en la
Tragedia Griega, Eurípides la había reemplazado por la visión racionalista de Sócrates.
Dado que Sócrates tenía como divinidad tutelar a Apolo se lo identifica con él,
pero en realidad Apolo lo acosó con sueños compensadores diciéndole que
compusiera música (Fedón 61 a-b) a lo que el filósofo, en una defensa
racionalista, planteaba que “la filosofía era la más grande las músicas y esto
era lo que yo hacía” (Fedón 61a). Recién se decidió hacerlo como una
purificación antes de tomar la cicuta.[29]
Por lo tanto es más a Atenea, con su
actitud racionaI que se enfrenta a Dionisio Lo hacía en el sentido del exceso
de Senex (la égida, su armadura construida con la piel de Amaltea)[30], que había reprimido la
fuerza vital, la zoe, de lo Dionisíaco, expresado en el instinto sexual. Hillman
en su obra “El mito del Análisis” hace una reflexión interesante reflejando
esta dialéctica entre Dionisio y Atenea, propia de la época victoriana “Hay un
conflicto en relación con aquello a lo que debe servirse: o bien a las instituciones domesticadas y
civilizadas de la sociedad (Hera y Atenea) o bien a la consciencia dionisíaca
de la “naturaleza”, es decir, al espontáneo ir y venir de la libido y su
reflejo psíquico en la fantasía” [31].[32] Este enfrentamiento de naturaleza (Dionisio)
vs Cultura Racional (Atenea como función de Pensamiento) es lo que Freud y sus
contemporáneos encontraron en sus primeras pacientes que padecían la histeria,
que Hillman, con acierto, vincula en la misma obra, con Dionisio. De esta forma
mostraba la represión ateneica de la sexualidad que Freud descubre.
Hoy ante la explosión dionisíaca sexual,
es Apolo adolescente, representando la función inferior de la Intuición, quien
le suma a su descompromiso, la patología narcisista y psicópata tan propia de
esta época., que sumada al hambre de lucro infinito, está llevando al planeta
al borde del desastre.
Pero los factores compensadores del
Inconsciente Colectivo (el Alma del Mundo platónica-plotiniana) ante tanto
desequilibrio, se pusieron en marcha. En el 11º encuentro del AG en Buenos
Aires (25 de agosto de 2018), expuse, parte de estos tópicos anticipando que el
modelo iniciado en noviembre de 1989, estaba siendo puesto a prueba y que
entraría en crisis si no se frenaba la tendencia iniciada allí.
Las Dominantes
Sincronísticas
Como anticipé en la introducción para el interesado en las variantes más
técnicas los remito al otro trabajo. Aquí haré una exploración del fenómeno
general de las Pandemias amplificando la idea de Jung del paso del Eje de
Precesión de los Equinoccios[33] por la Constelación de
Piscis. Esta era de Piscis se subdivide en 12 períodos, uno correspondiente a
cada signo del zodíaco comenzando por Piscis. Aunque los diferentes autores
difieren en la duración de la era, sigo la
línea planteada por Jung de 2143 años.[34] Al dividirlo por 12 nos
da un período de 178.583 años, que va
representar lo que en filosofía se reconoce como el “Zeitgeist” o espíritu de la época.
Procederé a colocar las diferentes
Pandemias conocidas dentro de los períodos de la Era de Piscis (11dc.- 2154)[35] y las de la Edad de Aries
( 2143 a.C.- 10 d.C.)
Era de Aries
Período de Capricornio (524,79-346,16 AC): 430 a. C.-429 a. C.: La plaga de Atenas la cual mato a más de 150 000 personas
Era de Piscis
Período
Piscis (11-189,58 DC):
166: La peste antonina llega a Roma y se
extiende por todo el Imperio romano. Dura 15 años y cobra 5 millones de víctimas.
Período
Aries (189.58- 368.16 DC)
249: La peste cipriana, procedente de Etiopía, cruza Egipto, el norte
de África y llega a Roma. Prevalece 20 años y causa entre 3 y 5 millones de
muertes.
Período
de Tauro (368.16-546,74 DC)
542: La peste, llamada la plaga de Justiniano, azota el Imperio bizantino. En cuatro meses
asesina entre 25 a 50 millones de víctimas, el 40 % de la población. Se
extiende a África, Asia y Europa.
Período de Cáncer (725,32-902,9)
Período de Libra (1261.05-1439.64)
1347-1353: La pandemia de peste negra cobra alrededor de
25 a 30 millones de víctimas sólo en Europa. Se calcula que llega a 200
millones.
Período de Escorpio (1439.64- 1618,22)[36]
1489, 1528 y 1542. El tifus es la enfermedad epidémica
de tiempo de guerra, y ha sido llamada algunas veces «fiebre de los
campamentos» debido a su patrón de estallar en tiempos de penalidades.
Emergiendo durante las Cruzadas, tuvo su primer impacto
en Europa en 1489, en España. Durante la lucha entre
los españoles cristianos y musulmanes en Granada, los cristianos perdieron 3.000 efectivos por
bajas de guerra y 20.000 por tifus. En 1528 los franceses
perdieron 18.000 efectivos de sus tropas en Italia y perdieron la
supremacía en Italia en favor de los españoles. En 1542, 30.000 personas
murieron de tifus mientras combatían a los otomanos en los Balcanes.
1518: Epidemia de baile de 1518 extraña epidemia
ocurrida en julio de 1518 en la ciudad
de Estrasburgo, Francia. Se desconoce el número
de muertos.
1520: Los indígenas de
Mesoamérica son diezmados por la viruela, que cobra alrededor de 56 millones de
vidas.
1518, 1520, 1530. Otras epidemias se produjeron en los encuentros
entre los exploradores europeos y las poblaciones del resto del mundo,
produciéndose frecuentemente epidemias locales de extraordinaria virulencia. La enfermedad mató a
gran parte de la población nativa (guanche) de las Islas Canarias, en el siglo XVI. La mitad de la
población nativa de la isla La Española murió en 1518 por la viruela. La viruela también
destrozó México en la década de 1520, donde murieron 150.000
personas sólo en Tenochtitlan, incluido el emperador,
y Perú, en la década de 1530, lo que ayudó a los
conquistadores españoles. El sarampión mató a dos
millones más de nativos mexicanos en la década de 1600.
1582: peste de san Cristóbal
de La Laguna, reaparece la peste bubónica en la isla de Tenerife, España. Produjo entre 5000 y
9000 fallecidos en una isla de menos de 20 000 habitantes en ese momento1 (entre el 25-45 %
de la población).
Período de Sagitario (1618.22-1796.8)
1770-1772: Se conoce la epidemia
de peste rusa de 1770-1772, también conocida como la peste de Moscú de 1771.
Período de Capricornio (1796.8-1975.38)
1852: Tercera pandemia de
cólera.
1856: Cuarta pandemia de
cólera.
1881: Quinta pandemia de
cólera. La sexta pandemia, llamada «El Tor», por la cepa, comenzó
en Indonesia en 1961 y alcanzó Bangladés en 1963, India en
1964, y la URSS en 1966.
1889-1890: La gripe rusa, comenzó en Rusia y se
extendió rápidamente por toda Europa, alrededor de 1 millón de personas
murieron en esta pandemia.
1919: La gripe porcina se detecta como una variante de H1N1 considerada en
la actualidad como estacional.
1962: La epidemia de la risa de Tanganica (actual Tanzania)
de 1962, aproximadamente 1000 personas se vieron afectadas.
Período de Acuario (1975.38-2154)
1976: Primer brote epidémico
de ébola, donde se detectaron 3418 casos y 2830 muertes con
una tasa de letalidad del 83 %, principalmente en Zaire y Sudán.
1991-1993: Epidemia de cólera
afecta a diversos países de América Latina. En dos años la
enfermedad afectó a casi 950.000 personas, provocando cerca de 8000 víctimas
fatales.
2005: La gripe aviaria en su
cepa H5N1, se convirtió en una amenaza de pandemia cuando se
produjeron los primeros contagios en seres humanos.
2009-2010: La pandemia de gripe A (H1N1) cobró la vida de
entre 150000 a 575000 personas en el mundo.
2012-2015: El síndrome respiratorio de Oriente Medio fue detectado en
el 2012 en Arabia Saudí En mayo de 2013 se habían producido casos en más de
7 países incluyendo Qatar, Reino Unido, Francia, Alemania y Túnez. El virus infectó a
casi 1000 personas y mató más de 500.
2014: El virus del Zika azotó toda Latinoamérica con varios
millones de infectados y miles de bebés nacidos con Microcefalia (no se ha podido
relacionar fehacientemente la microcefalia con el virus del Zika) se calcula la
cifra de muertos en 4030 casos
2019-2020: Pandemia de COVID-19. Un nuevo tipo de
coronavirus (SARS-CoV-2) fue detectado en el continente asiático a finales de
2019. (el paciente 0 se descubrió que fue el 17de noviembre de 2019) El virus,
causante de la enfermedad por coronavirus o COVID-19, produjo un brote
epidémico de aquella enfermedad en la ciudad de Wuhan, capital de la
provincia de Hubei, al oeste de Shanghái, China. El brote se ha
expandido sin control y fue declarado pandemia el 11 de marzo de 2020. Hasta el
25 abril de 2020, había provocado más de 198 000 muertos en 185
países. [37]
Teniendo en consideración sólo
las pandemias de la Era de Piscis, quizás por falta de datos, sólo aparecen 4
pandemias hasta la quinta, la Gran Peste iniciada en 1347. Cuando el Eje de
Precesión de los Equinoccios se acerca a la última estrella de la comisura y
comienza el Renacimiento, las pandemias, comienzan a incrementarse. La Gran
Peste de 1347- 1353, “ que puso fin a
la Edad Media”[38][39]
El gran incremento de número de
Pandemias (doce) durante el Período Escorpio, signo asociado a la Muerte,
parece reflejar sincronísticamente este aumento. Incluso las exportadas a
América por los conquistadores europeos que impusieron su cultura sobre los
pueblos originarios que sobrevivieron a las pestes contagiadas por sus
invasores.[40]
El número desciende
sustancialmente, durante el Período de Sagitario (siete) mostrando en la
concentración en las ciudades (Milán, Sevilla, Londres, Viena, Marsella, Moscú)
los problemas de hacinamiento y falta de higiene, propios de su crecimiento en
la Edad Moderna.
Así llegamos al Período de
Capricornio (1796- 1975), donde la Diosa Razón, Atenea, vistiendo la égida
fabricada con la piel de la cabra Amaltea que es inmortalizada en la
Constelación, reemplaza a la Virgen María, en la catedral de Notre Dame. Unos
años después en 1817 se declara la primer pandemia de Cólera.
Es precisamente ese año que el
Eje de Precesión de los Equinocciós contacta con la primera estrella del Pez
Horizontal, que Jung señala que muestra simbólicamente al Anticristo y se trata del proceso
por el cual el espíritu desciende y se “convierte en antiespíritu y el
arquetipo vivificador sucumbe paulatinamente en la forma del racionalismo, el
intelectualismo y el doctrinarismo” [41]
En forma llamativa siguen
aumentando las pandemias en este período (trece si sintetizamos el último brote
de la cólera, sino 15), pese a los avances de la medicina y de la epidemiología
el siglo XX.
Aún es más llamativo que en
los 45 años transcurridos desde el inicio del Período Acuario, cuando la
tendencia señalada por Jung, del anticristo simbólico, o sea el alejamiento de
las raíces originarias del ser humano en aras del pragmatismo tecnócrata, sea
esta la décima Pandemia. [42]
Así como los pueblos
originarios de América sufrieron la penetración cultural y el contagio de las
enfermedades traídas por sus invasores. Con el esquema pseudo cultural de la
Globalización los países que profesaban otra forma de vida se vieron invadidos
por este nuevo enfoque materialista y consumista que continúa y profundiza el
alejamiento del “arquetipo vivificador”.
La propia China, donde se
origina esta Pandemia, no sólo cambió de su economía maoísta (ya
modificando lo tradicional chino) a Capitalismo de Estado, sino que toda la
idiosincrasia de un pueblo ha sido modificada. La nueva ideología capitalista penetró en el alma
del pueblo chino.[43]
Lo pude comprobar personalmente cuando
viajé allí en el 2017 con una maestra de Wu Shu y, gracias a sus contactos,
pudimos almorzar con un maestro taoísta de alta jerarquía en Beijing, el cual,
en su primera expresión, manifestó la profunda preocupación por la penetración
cultural occidental alterando el modo de ser y de vida de los chinos. Tuvimos
que aclararle que también nosotros, como sudamericanos, habíamos sido invadidos
por esta nueva pseudocultura y que éramos víctimas como ellos de sus efectos
destructivos. Pero, más allá del retorno de lo religioso tradicional en China,
el arrobo dionisíaco de la nueva cultura ya había causado un profundo
desequilibrio en su alma. Esta “hybris” capitalista/dionisíaca había abierto
una herida que busca sanarse para poder reencontrarse con su esencia.
Por lo tanto, no sólo el
alma china ha sido violentada en sus costumbres y valores éticos sino todos los
pueblos que han sido invadidos por esta nueva forma de imperialismo
tecno-económico e ideológico.
Volvamos a la visión
arquetipal de Jung acerca del movimiento del punto vernal por los dos peces de
la Constelación de Piscis, dando lugar a su interpretación sincronística del
tema de los dos hermanos rivales: Cristo y Anticristo. El primero representado
por el pez vertical y el segundo por el horizontal mirando hacia el Oeste.
Ampliando la interpretación
de Jung, este lugar del espacio ha sido caracterizado en las diferentes
tradiciones como el sitio de las tinieblas, del hundimiento de la luz. En la
tradición cristiana es el lugar de Satán; en la sufi, el Occidente simbólico
corresponde al exoterismo, la literalidad y la materia, que, en su extremo
extrovertido, “perdidos en el objeto” como diría Heidegger degenera en
materialismo y racionalismo. Para completar esta amplificación, siguiendo el
principio sincronístico el punto vernal en su viaje al Oeste, pasando la última
estrella de la comisura y entrando ya en el segundo pez (1817, con la primera
epidemia de Cólera), el Occidente simbólico encuentra su lugar en América del
Norte, donde se incrementará en nuestros días como pragmatismo tecnócrata.
Como estamos tratando con los
dioses-arquetipos, ellos cuando el ser humano perdía los límites, que marcaba
el frontispicio del templo de Apolo en Delfos: “Conócete a ti mismo”, enviaban
una peste equilibrante ante la “hybris”, el orgullo desmedido del ser humano,
alejándose de la fuente arquetipal de origen.
Pero no fue ni un filósofo,
ni un sociólogo, ni los científicos de “moda” que denunciaron esta “hybris”,
sino un propio “sacerdote” (o mejor dicho un arzobispo) de esta religión
economicista imperante. En una reciente entrevista televisiva el economista
Prat-Gay lo expresó en forma elocuente: ·” que al ser humano del siglo XXI se
le imponga un misterio tan costoso, creo que nos tiene que llevar a todos a la
reflexión. Creíamos que sabíamos todo, que atravesábamos todos los límites, que
teníamos la tecnología y de golpe nos pega algo tan natural como un
virus que todavía no conocemos sus consecuencias" [44]
Las Dominantes Mítico-Simbólicas
La reflexión del economista nos sumerge en el
trasfondo arquetípico por detrás de ella. El conflicto entre la manifestación,
dada en el mito y en la configuración de 1989, de la castración de Urano por
Saturno (Urano en Capricornio el reflejo celeste en 1989)[45] la tecnología (Urano) al
servicio del “hambre de lucro”, como plantearía Jung, a la avaricia (pecado
capital de Saturno) que lleva al “olvido” del origen celeste, del Topos Uranus
como plantearía Platón y lleva al ser humano a la “hybris” a querer igualarse a
los dioses, como plantearían los antiguos griegos. El ser humano pierde la
medida, arrasa con toda la naturaleza, consigo mismo en aras de esa ambición
infinita.
En
los mitos griegos cuando ocurría esto los dioses enviaban una plaga, una epidemia
correctora hasta que se restableciera el equilibrio. Expresado
psicológicamente, así como el Inconsciente trata de equilibrar los desvíos de
la Conciencia enviando desde un sueño, hasta un síntoma físico (si los llamados
previos no son escuchados), la sordera de la Conciencia Colectiva, expresada en
todos los niveles, desde la clase dirigente hasta el más bajo en el estamento
social, ha llevado al Inconsciente Colectivo a una compensación violenta.
Aunque todos los dioses griegos tienen la capacidad de enviar esas
pestes (Zeus, Artemisa, Deméter,) el más relevante, coincidiendo con la
corrección de la “hybris” es el dios de la purificación, la curación, pero
también el más asiduo provocador de las epidemias en el escenario mítico
griego, o sea, Apolo, el dios solar.
Ejemplos de ello son la peste con la que asoló a Troya, cuando luego de
en su forma humana, ayudar a construir los muros de la ciudad, el rey
Laomedonte se negó a abonarle el salario estipulado.[46] En la propia guerra de Troya
le envía una peste a los griegos para que Agamenón le devuelva a la joven
Criseida, hija del sacerdote de su templo Crises, raptada por los aqueos y que
no querían devolverla a su progenitor que la reclamaba.[47] En otra ocasión, al ser
asesinada Psámate y el hijo de ambos, Lino, Apolo envía primero un monstruo y,
al ser derrotado, una plaga. Corebo quien había matado a Poine (significa
castigo) al darse cuenta del error de haber matado a Poine fue al templo de
Apolo, Delfos, para ver cómo podía enmendar su error. El oráculo le encargó que
tome un trípode sagrado y camine con él hasta que se le caiga y allí fundase
una ciudad. Este es el origen mítico de la ciudad de Megara[48] En el caso de Crinis, quien había provocado
la cólera del dios, le envió una plaga de ratas que asoló sus campos. El dios
como solía ocurrir en los mitos, asumió forma humana y fue recibido en forma
hospitalaria por el jefe de los pastores, Ordes, quien apaciguó al encolerizado
dios. El propio Apolo mató con sus flechas a los ratones y le ordenó a Ordes
que le pidiese a Crinis que construyese un santuario a “Apolo de los Ratones”
(Apolo Esminteo)
En
esta ocasión no fueron ratas, como la pulga que transmitía la “pasteurella
pestis”, provocadora de la peste negra, sino, se considera con grandes
posibilidades, una rata voladora, un murciélago, el candidato a transmitir la
peste que, al parecer el dios-arquetipo indignado, está enviando. Tomándolo como símbolo, más allá de que se
compruebe o no lo real de esta transmisión, el murciélago pasa a ser el
portador del símbolo señalado más arriba. Repito el párrafo: Los “Vampiros”
criaturas de la noche, que se ocultan de la luz, viven de la sangre ajena y
ejercen una fascinación erótica, manipulando a sus dominado con promesas de
inmortalidad, poder y riquezas, representan a la Plutocracia /Plutonomia
(gobierno de los ricos) vocablo derivado de Plutón quienes se sirven de los
“zombies” consumistas para explotarlos en sus lugares de trabajo, seduciéndolos
con objetos a través de imágenes,
estimulando la función de Sensación y el Dionisismo “atraco del yo por el
mundo”.[49]
El nombre y la forma del
virus coincide también con el arquetipo solar. En una de la BBC se lo explica:
“Este virus fue incluido dentro de la categoría taxonómica de los Coronaviridae,
CoV, o Coronavirus, llamado así por las extensiones que lleva encima de su
núcleo que se asemejan a la corona solar. Su descubrimiento fue revelado en la
revista Nature en 1968.”[50]
El propio Apolo porta una rama
de laurel en forma de corona[51] como
atributo, confirmando el simbolismo. Reafirmándolo tenemos el número asociado,
la misma nota de la BBC reza: “De acuerdo a la explicación de la OMS, el nuevo
nombre se toma de las palabras "corona", "virus" y disease (enfermedad
en inglés), mientras que 19 representa el año en que surgió (el brote se
informó a la OMS el 31 de diciembre de 2019).”[52]
¿Sería una “casualidad llena
de sentido” como plantearía Jung, que el virus se informa en las postrimerías
del año para quedar con el número 19? ¿Qué significa el número 19? En el sistema tradicional del Tarot, el
arcano mayor que porta ese número es precisamente denominado “El Sol”. En el
sistema astrológico es el 19 el grado de exaltación del Sol en Aries, el lugar
de la mayor potencia.[53]
La profilaxis purificatoria
del dios se manifiesta, en su intento de detener el arrobo dionisíaco, de
frenar el desenfreno, la actividad a llevarnos al mundo interior, a alejarnos
del mundo exterior. Pero como dios de las distancias, del alejamiento[54], nos ha
impuesto un violento aislamiento, distancias de al menos dos metros para evitar
los contagios. Si lo dionisíaco es la cercanía, la fusión con el objeto, Apolo
nos ha impuesto el opuesto, generando también dolor, pero quizás haciéndonos
ver el valor de un abrazo, de una caricia.
Pero debemos cuidarnos de la
prédica de los medios oficiales y de personajes mediáticos acerca de la
exploración del sexo virtual. Esta práctica estimulando el mundo de la imagen
apolíneo, en realidad el adolescente, que en el mito de Apolo persiguiendo a
Dafne, y ésta transformándose en árbol escapa, nos grafica la sensación de
insatisfacción, de vacío interior, que nos deja esa supuesta “exploración”,
persiguiendo, como Apolo, una imagen que nunca se alcanza. Indiferenciarse con las imágenes (Apolo) es
tan peligroso como hacerlo con los cuerpos (Dionisio) Quizás sea un buen uso
del medio virtual para empezar a conectarnos y encontrar un verdadero diálogo y
un acercamiento desde el corazón con las personas. Eso querrían tanto un Apolo
maduro como el propio Dionisio cuyo único amor fue Ariadna.[55]
De esta forma nos purificaríamos de la peor combinación neurótica de lo
apolíneo-dionisíaco de esta pseudocultura, con el “fast food” sexual a través
de las imágenes de los sitios de encuentro “express” a través de imágenes,
donde el arte del encuentro se ha perdido.
Los transportes públicos,
aquellos que tienen permiso para viajar, más allá del cuidado, se benefician de
la falta de hacinamiento del lado oscuro de lo dionisíaco utilizado por los
“vampiros” para engrosar sus arcas como el uso de las cámaras en los subterráneos
para demorar la frecuencia de los viajes en el caso de que no encuentren los
suficientes pasajeros que lo justifiquen según sus criterios. Lo mismo ocurre
con las calles, la falta de actividad disminuye la polución y la atmósfera
empieza a ser más pura. El desenfreno dionisíaco capitalista, como las ménades
del cortejo de Dionisios, arrasa con todo a su paso. El Dios vinculado a la
Naturaleza nos ha obligado a frenarnos y la Madre Naturaleza parece
agradecerle.
Un fenómeno interesante
ocurrió en los inicios de la Pandemia, cuando un tweet se hizo viral
proclamando: “los cisnes habían regresado a los canales venecianos
desiertos. Delfines también.”[56] .
Aunque luego se verificó como una “fake news”, lo que interesa, desde esta
perspectiva, es el lado arquetípico que se puso en juego. Sabemos desde Jung
que la realidad psíquica es tan valedera como la llamada real. Como planteaba la nota de “National
Geographic”: “Si hay un lado positivo de la pandemia, la gente decía que esto
era todo: los animales se estaban recuperando, corriendo libres en un mundo sin
humanos”.
Esta psicología colectiva,
corroborada por la explosión viral de la falsa noticia, nos habla de la acción
de un arquetipo por detrás. Es precisamente esta falsa noticia que nos revela
la verdad del arquetipo. En la ciudad famosa, además de sus canales, por los
Carnavales más famosos de Europa, las fiestas que reemplazaron a las
dionisíacas prohibidas, con su desenfreno; en esta ciudad detenida por el dios
de los límites y el orden (Apolo) es que las aguas comenzaron a purificarse
(noticia verdadera) y retornaron, en forma simbólica los dos animales asociados
al dios de la claridad: el Cisne y el Delfín.[57]
[58]
La asociación con el Delfín
está ligado al principal santuario del dios en Delfos, que nos lo recuerda. En
el mito, al nacer, unos cisnes sagrados volaron sobre la isla y dieron 7
vueltas, de allí que se le atribuya este número. Su padre Zeus le regaló un
carro tirado por cisnes.[59]
La coincidencia con el
número 7 también es sugestiva, otra nota de la BBC aclara:
Los coronavirus son una familia amplia de virus, pero se sabe que solo
seis (el nuevo sería el séptimo) infectan a las personas”[60]
Es el séptimo, tiene un tiempo de incubación de máximo de 14 días (2X7) y a la
semana de manifestación (7 días) pueden aparecer las dificultades para
respirar. Según el último informe
técnico del ECDC[61]: “Según
el último informe técnico del ECDC, el virus del SARS-CoV-2 puede detectarse
inicialmente 1–2 días antes del inicio de los síntomas en las muestras del
tracto respiratorio superior. Así, el virus puede persistir durante 7 a 12
días en casos moderados y hasta 2 semanas en casos graves”. El mismo informe
recomienda recoger las muestras al menos 7 días del inicio (o tres días sin
fiebre) y al no presentar síntomas 14 días después de la primera muestra.[62] [63]
Con el mismo patrón del número
siete, hace unos pocos días un científico israelí Isaac Ben Israelí, de 70
años, “estudió la curva de contagios y descubrió cuándo se da el fin del crecimiento
de casos de COVID-19. El fin del crecimiento exponencial puede
constatarse a través de un curioso patrón que se replicaría
en todos los países.No importa las medidas tomadas por los gobiernos: en
la sexta semana se encuentra el pico y en
la octava disminuyen la cantidad de casos de manera drástica. La
propagación del coronavirus disminuye a casi cero después de 70 días.”[64]
Debería comprobarse, más allá del prestigio del científico israelí, si
esto es un factor inconsciente, propio del arquetipo, incidiendo en la
investigación, como le ocurrió a Jung en su investigación astrológica relatada
en “La Interpretación de la Naturaleza y la Psique”. En una curiosa
coincidencia significativa, ambos son hijos de Apolo, simbólicamente, naciendo
el 26 de julio[65]
Pero, al parecer, el propio
dios-arquetipo, nos muestra un lado más benévolo. Un estudio hecho por dos
científicos de la Universidad de Turín: Giancarlo Isaía y Enzo Medico, muestra
como ellos notaron la deficiencia de la vitamina D en los infectados por el
corona virus y recomienda su ingesta, en alimentos o en suplementos, no como
cura sino como forma de reducir los factores de riesgo. Además "La compensación por esta
deficiencia generalizada de vitaminas se puede lograr principalmente exponiéndolo
a la luz solar lo más posible, incluso en balcones y terrazas, alimentándose de
alimentos ricos en vitamina D y, bajo supervisión médica, tomando preparaciones
farmacéuticas específicas ", dicen los investigadores.[66]
En el caso de la hoy atacada
Homeopatía, en un trabajo reciente: “Homeopathy for Coronavirus Covid-19
Infection:Dr Aditya Kasariyans and Dr Rajan Sankaran” realizado en Irán e India, nos
comenta como se repertorizó y aplicó
medicina homeopática en 7 de los 8 casos tratados ( hubo uno que prefirió la
medicina alopática) con remisión completa de la enfermedad. El estudio es muy
incipiente y aún está en estado de prueba, de allí que no se haya difundido en
forma pública aún. Por esta razón no difundo el nombre del medicamento usado.
Pero, más allá de que se confirme su uso para paliar esta pandemia, la
coincidencia simbólica es elocuente. El medicamento es extraído de una
lauréacea, o sea, del grupo del Laurel, árbol atribuido a Apolo, originario de
oriente, completando el simbolismo solar tratado.
Las coincidencias simbólicas,
míticas y astrológicas son suficientes como para verificar la acción del
arquetipo por detrás de esta Pandemia, nos queda el trabajo de dilucidar como
nuestra conciencia puede dialogar con él. La pregunta que quizás debamos
hacernos, cada uno de nosotros, es como en los mitos de Corebo y Crinis quienes
construyeron una ciudad y un santuario en honor al Dios para paliar el
desequilibrio causado. ¿Qué debemos revisar en nuestras vidas en este período,
como individuos como sociedad y grupo humano, para salir de la presión
masificante de una cultura que nos aplasta con sus demandas consumistas y
dineristas, extrayéndonos el alma y dejándonos vacíos de vitalidad y de
sentido? ¿Qué santuario debemos construir para apartarnos de sus nefastas
influencias? ¿Cómo deberíamos vincularnos con lo dionisíaco en su forma más
sana e integrada? ¿Quizás como ocurría
en el antiguo santuario de Delfos que ambos dioses compartían y colaboraban?[67]
La propia senda del “Principium
Individuationis” atribuida a Apolo, el Principio de Individuación junguiano, la
ruta al Corazón, símbolo del Sí Mismo, es la vía purificatoria del propio
arquetipo. Atrevernos a seguir esa senda quizás sea un antídoto para que el
apocalipsis zombie tan temido no sea una triste realidad.
[1] El resumen presentado en este
apartado no pretende tomar algunos hitos y no una presentación completa. He
elaborado una visión más amplia en “Los Dioses del Sueño” volumen II, de
próxima aparición.
[2] En los textos clásicos aparecen
como irracionales, pero prefiero el uso de a- racional porque están fuera de la
razón y no en contra de ella como lo demuestra el hecho de que pueden operar
como auxiliar unas de otras en ambos sentidos.
[3] Al lector interesado lo remito a LA REVOLUCIÓN
COPERNICANA Y LOS PUNTOS GALÁCTICOS en https://jungastrologiamitosyarquetipos.blogspot.com/2012/03/la-revolucion-copernicana-y-los-puntos.html dividido
en 6 partes entre marzo y noviembre de 2012.
[4] Kant I, Historia Natural y Teoría
General del Cielo, Introducción por Sadosky M., Lautaro, Bs. As., 1946, pag.
16, nota 2.
[5] Jung C.G., Aion,
Paidós, España, 1986, Pág. 96
[6] Ampliando la idea de Jung del paso
del eje de precesión de los equinoccios a través de las estrellas de la
Constelación de Piscis, escribí un trabajo “Los Puntos Galácticos, El Eón de
Piscis y el Cristianismo” (Ibérico de Madrid 2009) en donde subdivido en 12
períodos de 178 años, comenzando por patrón de la Era, Piscis. Estos períodos,
muestran el Zeitgeist, el espíritu de esos años. Los eventos expuestos
coinciden, en primer lugar, con el Segundo Renacimiento filosófico planteado
por Jakob Burkhardt en su clásico, donde es simbolizado por Escorpio
(Renacimiento) en IX(filosófico/religioso) con la sustitución de la Virgen
María por la Venus Urania (Urano se exalta en Escorpio). Este período se
extiende entre 1439 y 1618. En el siguiente de Sagitario en X, (1618-1796)
donde se produce la “caída” terrestre del regente Júpiter, es el reflejo de la
caída (X) del Espíritu (Sagitario) comenzando el recorrido hacia el
racionalismo, intelectualismo y doctrinarismo que Jung señala. En el Período de
Capricornio (1796- 1975) en XI, la rebeldía (XI) contra el Dogma (Capricornio)
Cristiano que había cancelado la posibilidad de nuevas ideas, sufre su primer
gran herida con la teoría del origen del Sistema Solar presentada por Laplace
(reformulando a Kant) a Napoleón. La Cabra Amaltea que en el mito griego es
inmortalizada en la Constelación de Capricornio, luego de amamantar a Zeus, le
había cedido su piel con la que hizo su armadura, la Égida. Luego es cedida a
la Diosa de la Razón Atenea, y a partir de este hecho, a inicios del Período de
Capricornio, Atenea, con su armadura, derrota a la Cosmovisión Cristiana. En el período de Acuario en XII (1975- 2154)
es cuando se produce la Revolución Tecnológica (Acuario) y el triunfo del modelo
de supuesta libertad individual (Acuario) sobre el colectivista soviético,
iniciado por la caída del Muro de Berlín, pero hemos quedado prisioneros de
este nuevo modelo (XII) que ha ido cercenando la capacidad reflexiva (Acuario
en XII) y la autonomía conquistada cediendo el poder a la tecnología
[7] Para un despliegue técnico
astrológico que sustente estas deducciones desde el principo de Sincronicidad,
ir a “La Pandemia del Corona Virus desde una visión mítico-simbólica desde la
Psicología Junguiana y la Astrología” https://jungastrologiamitosyarquetipos.blogspot.com/2020/04/la-pandemia-del-corona-virus-desde-la.html#more
[8] Jung C.G., Tipos Psicológicos,
Sudamericana, 1960, pag. 187
[9] El planeta- dios involucrado sería
Venus en su versión Pandemo.
[10] Aquí aparecen los otros dos signos
que reflejan sincronísticamente el nacimiento de estos nuevos valores:
Capricornio, donde se encuentran los cuatro dioses planetas del mito de
Nacimiento de Venus y Escorpio en el que se hallaban el señor del inframundo,
su regente, Plutón y el regente antiguo, el señor de la guerra, Marte, el dios
de los caminantes y el comercio, Mercurio y el Sol.
[11] Citado en Chislovsky A., La
Influencia de la Astrología en el Pensamiento de Jung, Ed. Tol, Bs AS,
2008 Pag. 55
[12] Chislovsky A., La Influencia de la
Astrología en el Pensamiento de Jung, Ed. Tol, Bs AS, 2008
[13] Dionisio no tiene un referente
astrológico directo, pero dada su característica de dios de la Danza, del vino,
del éxtasis tiene características de Piscis y sus regentes (Júpiter y Neptuno),
su vinculación a la sexualidad y al mundo subterráneo y la muerte y
resurrección a Escorpio y su regente Plutón, vínculo ya dado por Heráclito en
su fragmento 15. Por lo tanto, si lo vemos desde el punto de vista astrológico
Wotan y Dionisio aumentan sus coincidencias.
[14] Ibid pag. 82
[15] Teniendo en cuenta el mito de
Nacimiento de Venus y sus actores, que se reflejan sincronísticamente en el
cielo, Venus, Urano, Saturno y Neptuno, Neptuno, el dios marino disuelve los
muros racionales de Saturno, como lo refleja la caída del Muro.
[16] Neptuno expresa el pensamiento por
imágenes propio de la naturaleza del Inconsciente que representa como mundo de
origen, al igual que el Mar que rige del que surgen todas las “10. 000 cosas”
parafraseando al I-Ching.
[17] Los dos signos que concentran el
80% de los planetas, Capricornio y Escorpio, en la carta del 8 de noviembre de
1989 están vinculados a este instinto y sus distintas manifestaciones:
políticas y económicas (Capricornio) , financieras y operaciones “oscuras”
(Escorpio).
[18] sextil
[19] Conjunción. Mercurio es el único
dios que puede penetrar en los dominios de Plutón, el Inframundo o Hades.
[20] En la carta está representada por
la conjunción Sol-Mercurio-Plutón,
denotando esta nueva casta vampírica (Escorpio) concentrando cada vez más la
riqueza.
[21] La conjunción Saturno-Neptuno está ligada a los
movimientos masivos de trabajadores(Saturno) pero en estado de casi
marginalidad (Neptuno) o viviendo “al día”, de allí que sea la base de los
movimientos socialistas como Barbault señaló su vinculación.
[22] Aquí aparece el deseo (Venus)
siempre nuevo (Urano), al nuevo aparato electrónico (Urano) a la última
tecnología (Urano) en un deseo de no quedar afuera (Venus)
[24] Dopazo Gallego Antonio,, Plotino,
la Odisea del Alma entre la eternidad y el tiempo, Ed. Bonalletra, Bs. As, 2016, pag. 90
[27] Delgado Suarez J. Efecto
Dunning-Kruger, o por qué la gente opina de todo sin tener ni idea, https://rinconpsicologia.com/efecto-dunning-kruger-causas-origen/?utm_source=dlvr.it&utm_mediutwitter
[28] Ibid.
[29] Este tema está tratado con amplitud
en “Los Dioses del Sueño” volumen 1, El Hacedor de Lluvia, Bs. As.2018
[30] De ahí la confusión con Apolo, dado
que la festividad del Solsticio de Invierno en el hemisferio norte, Capricornio
los aúna, pero la madurez (Capricornio) de ambos es muy diferente siguiendo su
propia naturaleza.
[31]” Hillman J. El Mito del Análisis,
Siruela, España,2000, pag. 382.
[32] Lamentablemente Hillman pese a
reconocer esta dialéctica, en su batalla con el
apolíneo Jung (nativo de Leo, y que declaró que su tipo psíquico había
variado en 1926 a Intuitivo Introvertido) sólo lo coloca en una nota al pie y
desarrolla toda una dialéctica entre Puer Dionisio y Senex Apolo, errónea que
traduce su conflicto con la línea
ortodoxa junguiana. Para un desarrollo amplio y completo ver mi “Los Dioses del
Sueño” Volumen uno.
[33] La Tierra, además de movimientos de
rotación y traslación, tiene un tercer movimiento llamado precesión.
Este
movimiento consiste en la rotación del eje de la Tierra alrededor de la
vertical a la eclíptica, dando lugar a la rotación del polo Norte entorno a la
estrella Polar con un periodo de aproximadamente 26.000 años. Hiparco de Nicea
(siglo II a.C.) fue el primero en dar el valor de la precesión de la Tierra con
una aproximación extraordinaria para la época.
“Es usado por la astrología para establecer un año de mayor dimensión
acorde a los 25 776 años (257,75 siglos) del movimiento completo del
eje de la Tierra y la precesión del punto equinoccial en la órbita. Este
aspecto de la astrología no solo es apenas conocido popularmente sino que,
debido a su dimensión, es práctico para una conciencia temporal y espacial más
amplia. Tal año está compuesto por 12 partes de igual extensión llamadas eras
astrológicas, que son
"grandes" meses cuya duración es de 2 148 años (21 siglos y 48 años o
21,48 siglos) tomando como referencia el valor 25.776, aunque tradicionalmente
se dice que es de 2.160 años según el valor más manejado de 25.920 años. Se
trata de una estructura de 12 partes iguales sobre el ciclo precesional en la
circunferencia de la órbita terrestre. La astrología usa el punto equinoccial
vernal -que se desplaza en precesión- para determinar la era astrológica o gran
mes del gran año del ciclo de precesión. El nombre de tal era y su arquetipo es
una convención y depende del diseño del calendario astrológico, que en su caso
tiene a Piscis como era inicial y a Aries como era final. A comienzos del
tercer milenio de la era (cronológica) cristiana, el Sol alcanza el punto
equinoccial el 20 de marzo, fecha civil que en el calendario astrológico
corresponde al último día del mes/signo de Piscis, lo cual es en sentido
zodiacal, pero en sentido precesional es el primer momento de la era de Piscis.
Mientras, astronómicamente el punto está ubicado a 28º
(50,2511 × 2000 = 27,92°) en el tramo del círculo de la
eclíptica que atraviesa ante la constelación de Piscis, y a 8º de alcanzar la
frontera con la de Acuario, lo cual ocurrirá en 6 siglos.” En este artículo podemos apreciar la
diferencia de criterio en la duración de cada era. La dada es bastante similar
a la usada por Jung y que sigo: 2143 años y 25716 el año platónico. Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Precesi%C3%B3n_de_los_equinoccios#Precesi%C3%B3n_y_astrolog%C3%ADa
[34] Para el lector interesado en las
diferentes visiones y en el trabajo completo sobre la Era de Piscis lo remito a
Los Puntos Galácticos. El Eón de Piscis y el Cristianismo (Ibérico de
Madrid 2009)
[35] La fecha de inicio es muy
discutida, tomo la de 11 dC. que
coincide con el paso del eje por la estrella Omicron Piscis, que también es una
de las alternativas planteada por Jung en su trabajo. La discusión se encuentra
en el trabajo mencionado en la nota 33.
[36] Los expertos no incluyen la sífilis, que
surge en 1495 en el sitio de Nápoles. Hay una teoría, con defensores y
detractores que la sífilis la trajo Cristóbal Colón al regresar a Europa en
1492. Otra, basada en la evidencia de cadáveres del neolítico, que ya sea
hallaba en Europa. Hoy hay un rebrote, Según datos de la OMS, en el mundo
existen 12 millones de nuevos casos de sífilis. Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%ADfilis#Siglo_XX
[37] Fuente de la Información: Conrado
Rodríguez-Maffi otte Martín Mercedes Martín Oval, La Peste, el Cuarto Jinete, Instituto
Canario de Bioantropología,, 2014..
[38] La Peste, el Cuarto Jinete, loc. Cit. Pag. 26
[39] Desde el planteo de la Astrología Precesional este tremendo flagelo ocurrió en el Período
de Libra que constituye la Casa VIII de la era, o sea la vinculación con la
Muerte y la muerte simbólica de la Edad Media
[40] Escorpio ocupa el sector IX, de los
grandes viajes y los sistemas de creencias, combinando la exportación del virus
junto al nuevo sistema de creencias violando la naturaleza auténtica de los
pueblos.
[41] Jung C.G., Aion,
Paidós, España, 1986, Pág. 96
[42] Desde el punto de vista de la
Astrología Precesional podría acotar que el sector XII corresponde a las
enfermedades graves y crónicas, lo cual llevado al terreno colectivo
representan las epidemias y pandemias., pero esto sólo le daría una
significancia superficial. Podría tomar otro significado asociado a la casa
XII, lo marginal. En el caso que también se ha evidenciado en este período es
la aparición del Terrorismo y , desde la
ideas conspirativas ( cuya base es el propio signo de Acuario) podríamos hablar
de bio-terrorismo o guerras “ocultas”( casa XII) virósicas o bacteriológicas,
fabricadas por el hombre (Acuario) para
su utilización.
[43] Para las referencias técnicas
astrológicas sobre la relocalización de la carta de la caída del Muro en China,
ver mi trabajo anterior.
[45] Reafirmado por la posición en caída
de Urano en Tauro desde mayo del 2018.
[46] Poseidón- Neptuno quien había
compartido la tarea sin embargo envió un monstruo marino para asolar la ciudad.
[47] Grimal P, Diccionario de Mitología
Griega, Paidós, España,1984, pag. 37.
[48] Ibid. Pag. 114
[49] El reflejo celeste
(noviembre de 1989) de los vampiros, fue la conjunción del Sol, Mercurio,
Plutón (Escorpio, 17º 19’, 16º 41, 15º12’). El 17 de noviembre del 2019, si
considero el ciclo de 60 años converso del Sol que desarrollé en mi libro: “El
Mito Solar, el Eneagrama y el Proceso de Individuación”[49], el
Sol- Apolo estaba en el hemiciclo, treinta años, en Tauro (17º 11’) haciendo
oposición al Stellium de Escorpio, Como
dios asociado a la vegetación, los ganados y la Naturaleza ha despertado la
peste compensadora (oposición) que ha desviado a la humanidad arrasando
(Stellium en Escorpio) a la Naturaleza (Tauro).
También Saturno (16º 41’ Capricornio) refuerza el significado.
[51] Kerenyi, K, Los Dioses de los
Griegos, Monte Avila, Venezuela, 1991, pag.140
[52] Loc. Cit.
[53] Devore N. Enciclopedia Astrológica,
Kier, Bs. As., 1981, pag.148.
[54] Otto W., Teofanía, Eudeba, Bs. As.,
1978, pag. 114
[55] En la Astrología Precesional, el
período opuesto al actual fue el de Leo (regido por el Sol) entre 903.9 y
1042.48, donde se desarrolló el Amor Cortés, donde el caballero contenía su
deseo dionisíaco en aras de su desarrollo espiritual. Esta terapéutica en el sentido literal de la
expresión, encuentro con los dioses, está señalada en el sistema astrológico en
que la casa opuesta a donde tenemos el Ascendente (representante del yo)
corresponde al médico, dado que equilibra y compensa la hipertrofia unilateral
del Yo. En este caso el Ascendente de la Era transita por Acuario y el opuesto
Leo, regido por Sol-Apolo, actuaría de médico como es precisamente su
naturaleza mítica, como Apolo Peán médico de los dioses, confirmando el papel
compensador de lo Apolíneo Maduro en este proceso que atravesamos.
[57] Grimal, loc. Cit, pag. 37
[58] Aunque el fenómeno de los animales
sueltos en las ciudades vacías se extendió por todo el mundo en la realidad. Es
una curiosa coincidencia que en otra ciudad “dionisíaca”, Mar del Plata,
caracterizada por el Turismo, el Teatro (ligado a Dionisios) y la diversión
extrema, fueran los lobos , en este caso marinos, quienes recuperaran no sólo
las playas sino que se adentraran en las calles. El lobo es otro de los
animales de Apolo, como también es el de Wotan. https://ahoramardelplata.com.ar/video-los-lobos-marinos-coparon-las-calles-del-puerto-mar-del-plata-n4202965
[59] Ibid. Pag 35 y 37.
[62] Ibid.
[63] Los astrólogos podrán aducir la
influencia lunar dadas las fases lunares, pero esta es una diferenciación
posterior, mostrando la fragmentación del arquetipo original. Además sabemos
que el ciclo es solilunar y depende de la luz solar.
[65] Jung el 26 de julio de 1875, y Ben
Israel de 1949. Este último tiene un Stellium en Leo ; Mercurio, Sol, Luna,
Plutón, Venus, mostrando la incidencia del arquetipo solar-apolíneo en su
psique
[67] Al lector interesado le recomiendo
leer “Los Dioses del Sueño” volumen 1 donde trato este tema en extensión.
1 comentario:
En la carta 19 del Tarot se ve dibujado un animal y un niño, curiosamente esta pandemia deja inmunes a los animales y a los niños, el aspecto integrado e instintivo de la naturaleza, y la nueva posibilidad de vida. Y ataca mortalmente a los mayores de edad, a quienes, sin generalizar, han llevado algún tipo de desequilibrio en sus hábitos. La muerte de una vieja consciencia, el antiguo pensamiento, a una nueva, un inicio, una nueva posibilidad. Que el aislamiento, el rincón de la introspección, nos lleve a reflexionar y a conectarnos con las raíces. «Bienaventurados los solitarios y los elegidos: vosotros encontraréis el Reino, ya que de él procedéis y a él tornaréis». Evangelio de Tomás. Saludos. Gran análisis, de los mejores que circulan, sino el mejor.
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