sábado, 18 de agosto de 2012

LA REVOLUCIÓN COPERNICANA Y LOS PUNTOS GALÁCTICOS (4º Parte)



Tycho Brahe:

                     Si Copérnico fue la mayor autoridad en astronomía durante la primera mitad del siglo XVI, Tycho Brahe lo fue de la segunda. Fue el último observador a primera vista en la era previa al telescopio. El primero también, en observar metódicamente el cielo, para ello diseñó instrumentos más precisos que los usados hasta ese momento.

    Brahe (14/12/1546, 10,47, Scania, Suecia, fuente Marc Penfield en Compact Matrix), nace con el septil ASP-SCG, sin embargo toma el otro lado del aspecto siendo su más  fuerte opositor, retardando, dado su enorme prestigio la conversión de los astrónomos a la nueva visión del Universo.


    No obstante, él mismo, siguiendo la naturaleza arquetípica del SCG, aporta elementos que resquebrajarán aún más la concepción ptolemáica y finalmente, en 1588, con el sextil del ASP (24º55’ Escorpio) al SCG (26º2’Virgo) dará a conocer su propia  visión, que se llamará sistema ticónico adoptado por la Iglesia Católica en las postrimerías del período de Escorpio en 1616.

    El recorrido de Brahe para llegar a esta concepción se inicia en 1663 cuando se percata de que hay tantos sistemas como astrónomos y todos en desacuerdo. A propósito de la conjunción Júpiter- Saturno del 24 de Agosto de 1563 notó que las tablas diferían en días y algunas en mese. Allí se propuso el proyecto de cartografiar los cielos desde un único lugar por varios años. En ese momento el Sol PS de Brahe  transitaba en Virgo (15º31’) en cuadratura al MC(15º16’ Sagitario), proponiéndose la ardua meta (MC) de cartografiar y clasificar las estrellas (Virgo).

    El 11 de Noviembre de 1572, Brahe observó la Supernova en la Constelación de Casiopea que rompía con la inmutabilidad de los cielos en el mundo supralunar. El fenó meno de gran intensidad lumínica, observándose a pleno día, fue disminuyenod hasta desaparecer en marzo de 1574.  El Sol PS (19º36’ Cáncer) hacía sextil a Urano (19º6’ Virgo, orbe 30’) en conjunción con la Luna (23º38’) y el SCG(25º26’), revolucionando la esfera superior de los cielos, inmutable aún para Copérnico. Desde la óptica galáctica es interesante notar que la Stella Nova fue avistada en el grado 24º30’ de Piscis haciendo oposición al SCG (25º48’ Virgo, orbe 1º18’), mostrando en otro plano colectivo el efecto revolucionario (SCG) del descubrimiento.

    La duración pasajera de la Supernova llevó a cuestionar el descubrimiento de la no inmutabilidad de los cielos. La observación de los cometas de 1577 y 1585, corroboradas por los de 1590, 1595 y 1596, proporcionó pruebas suplementarias para establecer su hipótesis. Las 4 últimas en el orbe del sextil del ASP-SCG. En 1577, el Sol PS (2º9’ Capricornio-26º9’ Sagitario) pasó por la conjunción del Ápex (26º6’ Sagitario) conjunto a su vez con Saturno (27º4’), aportando la prueba concreta (Saturno) que finaliza (Ápex) con la inmutabilidad de los cielos.

    Finalmente en 1588, con el mismo sextil, expone su nuevo modelo del Universo en la cual la Tierra ocupa el centro y la Luna y el Sol giran alrededor de ella. Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno lo hacen alrededor del Sol. El sistema como comenta Kuhn, conservaba las ventajas matemáticas del de Copérnico  suprimiendo sus inconvenientes físicos, cosmológicos y teológicos.[1]

    Aquí observamos una variante del caso Reinhold, donde la influencia del SCG y el Ápex en Tycho  nos muestra a través de la Stella Nova y los Cometas, la ruptura de la idea de la inmutabilidad de los cielos, sostenida también por Copérnico, dando un paso más allá de él.

    Por otro lado su Universo con la Tierra central salvaba el problema teológico de la posición central del hombre en el drama de la creación cristiana y la batalla dada en la Tierra por la salvación del alma entre Dios y Satán. De allí que su sistema fuese adaptado por la Iglesia en 1616.

    Tycho había nacido con el CG (20º31’ Sagitario) en sextil casi partil a Plutón (20º51’ Acuario, orbe 20’) en su calidad de regente de la IX natal y dada la conjunción con Venus (18º56’ Acuario) modificaba en parte el Universo (Plutón –Acuario) pero conservaba la historia oficial (Venus-CG). La conjunción al PM Saturno –MC(21º25’ Sagitario, orbe 54’) posibilitaba que su máxima realización (Saturno-MC) fuera aceptada por la ortodoxia (CG) como nuevo modelo del Universo.

    Sus estudios sobre la retrogradación de Marte pasaron a su protegido Johannes  Kepler, permitiéndole la conformación de las dos primeras leyes científicas.


Johannes Kepler:

                             Llegamos al hombre “bisagra” entre los dos períodos, no sólo por su situación temporal,  viviendo a fines del período Escorpio (nace en 1571 muere en 1630), y principios de Sagitario, sino también porque es el primer  paso del pensamiento neopitagórico al científico actual , siendo el que formula las tres primeras leyes científicas, las dos primeras en 1609, la última en 1619 en pleno inicio del período Sagitario (1618,22).

    Kepler (27/12/1571, Weil, 14,30, fuente Marc Penfield, Compact Matriz), había sido iniciado en el copernicanismo por Maestlin en sus aulas de Turingia.

    Su primera obra defendiendo y ampliando el sistema, fue el Misterio Cosmográfico de 1596, coincidiendo con el sextil casi partil del ASO (26º15’ Escorpio) con el SCG(26º9’, orbe 6’). Aunque siempre mantuvo la visión simbólica del neoplatonismo renacentista, en esta obra empieza a notarse el paso a la descripción matemática cuantitativa, de ahí que amplíe los argumentos de Copérnico aunándole los diagramas detallados de cuño propio.

    Kepler se dio cuenta de los residuos ptolemáicos en Copérnico y resolvió eliminarlos sacando las consecuencias del nuevo estatuto de la tierra   “un planeta como otros gobernado por el Sol”[2]Si esto era así los planos de las órbitas debían cortarse sobre el Sol y no en la tierra como en el sistema de Ptolomeo y que Copérnico continuara. Al hacerlo encontró una mejora significativa en la explicación de las desviaciones de los planetas de norte a sur de la eclíptica. También al considerar la dependencia de los planetas respecto al Sol, Kepler amplía la ya considerado por Copérnico, de medir las excentricidades de la tierra a partir del Sol (los demás los hacía  con respecto del centro de la tierra), extendiéndolas a todos los planetas. Con ello  desaparecieron  muichas variaciones aparentes de excentricidad y quedó reducido el número de círculos necesarios para calcular las posiciones planetarias.

    Esta valorización absoluta del Sol, cubriendo los baches dejados por Copérnico, coincide con el paso del Sol PS por Leo en su tema natal (21º24’-15º28’,1596) entrando en su casa III (20º13’ Leo), recuperando el astro su lugar natural (Leo) y comunicándolo al mundo a través de un escrito (III).

    Durante los años siguientes hata su próxima publicación importante, Kepler se dedicó a continuar los estudios hechos por Brahe sobre la órbita de Marte.

    El astrónomo sueco, quien había llegado a una precisión de 4’ de arco en su observación directa, era el modelo a seguir en las elucubraciones matemáticas de Kepler. Luego  de probar con combinaciones de círculos llegando en algunos casos a errores menores de 8’ de arco, decidió probar otras figuras y dio con la elipse precisando además que los planetas se movían en esta figura a velocidad variable. Así enuncia sus dos primeras leyes en “Astronomía Nova” de 1609:

    “1) Las órbitas de los planetas son elipses uno de cuyos focos lo ocupa el sol. 2)Las áreas descriptas por el radio vector que une el Sol con el planeta son proporcionales al tiempo empleado en recorrerlas.”[3]

   Ambas leyes hacen innecesarias el uso de los epiciclos, excéntricas ecuantes y todo elemento “ad hoc”, simplificando el cálculo y haciéndolo más preciso.

    Desde la perspectiva galáctica es ahora el Ápex (27º Sagitario) quien es aspectado con un semisextil por el ASP(28º27’, orbe 1º27’). Mostrando, por un lado, la unión entre el método de observación y el teórico(Ápex), pero por el otro, el comienzo de la división (Ápex) entre el pensamiento simbólico cualitativo del Renacimiento y el matemático- cuantitativo del período moderno que le continuará.

     Este inicio se ve reflejado en el plano personal de Kepler, el Sol PS en 1609 (3º24’Géminis- 27º28’ de Tauro) recorre ese espacio haciendo sextil-trígono con el eje nodal  en Leo Acuario (2º46’), realizando la misión (nodo norte Leo) de afirmar el lugar central solar(Leo), estableciendo las nuevas leyes celestes (Acuario-IX), disolviendo la cosmovisión anterior (Sol PS en XII) aunando la teoría y la observación (Sol PS en Géminis). La tercera ley de 1619, en el inicio del período de Sagitario, repite el aspecto de sextil –trígono  al eje nodal, dado que el Sol PS transita entre los 3º24’ de Aries y 27º28’ de Piscis, completándose  la misión nodal  de establecer las leyes del cielo (Acuario IX) y de hacer tomar conciencia  del lugar solar en el Universo entonces conocido(LeoIII).

    De esta forma germinaba la semilla con la que había nacido Kepler, dado que en su tema natal Neptuno (23º51’ Géminis) conjunto al Asc. (21º26’) hacía oposición al Ápex (26º28’ Sagitario, orbe 2º37’) y al CG (20º53’, 2º38’, orbe), mostrando éste último también como sus concepciones mítico-matemáticas (Neptuno en Géminis) se oponían al pensamiento ortodoxo de la época (CG) y perfilaban la división (Ápex) del pensamiento cualitativo unificador renacentista y el pensamiento matemático-cuantitativo moderno. En 1609 el CG (21º25’) llegaba al partil de la oposición con el Asc natal (21º26’ Géminis).

    Esta misión llega a su culminación con la publicación de las Tablas Rodolfinas en 1627. Estas tablas, iniciadas por Brahe, eran mucho más exactas que las anteriores y le permitió predecir  póstumamente el tránsito de Venus del 7 de Diciembre de 1631[4], con lo cual los astrónomos se convencieron de la veracidad del sistema copernicano ampliado  por Kepler. El Sol PS transitó en 1627 entre 15º24’ y 9º24’ de Acuario, haciendo semisextil al Sol natal. La apoteosis en la comprobación su predicción se da, complementando la misión solar, con la conjunción del Sol PS (15º8’ Capricornio) al Sol natal (15º28’, orbe20’) quien estaba conjutno , coincidencia significativa, a Venus (18º35’) en el natal.

    La aceptación en el plano colectivo de los astrónomos se ve reflejado por el creativo aspecto de 18º, serie quintil, del ASP(2º18’ Sagitario) al CG(21º43’ Sagitario, orbe 1º25’)

2

    Nos queda dilucidar el papel del pensamiento neopitagórico en las concepciones de Kepler, mostrando el lado conciliador del Ápex, conjugando, como lo hizo en su momento ambas concepciones. En 1609, en la “Astronomía Nova” pone el acento en la dignidad solar al describirlo como “el único cuerpo que, en virtud de dignidad y poder, parece a propósito (…) para mover los planetas en sus órbitas, y digno de convertirse en la morada del propio Dios, por no decir su primer motor.”[5]

    De esta importancia piensa de que del propio Sol y su alma surge un movimiento la “anima matriz” que obliga  a los planetas a moverse en círculos, siendo el fundamento de su segunda ley. Desde esa concepción, Kepler pensaba que los rayos de esta anima solar disminuían con la distancia del planeta al Sol, con lo que, si por ejemplo, se duplicaba la distancia, el planeta recibía la mitad de los rayos con lo cual disminuía su velocidad a la mitad. Esta concepción típica del pensamiento neopitagórico y neoplatónico renacentista, muestra el trasfondo arquetípico  del período Escorpio y su afinidad con las fuerzas ocultas de la Naturaleza. Basándose en el magnetismo de Gilbert que, como vimos, su base arquetípica se manifiesta en su tema natal en el sextil del SCG (25º25’ Virgo) a la conjunción Júpiter-Saturno(24º8’-27º40’ Escorpio) y el punto medio Urano-Plutón (25º19’ Escorpio). El propio Kepler  esboza esta idea ya en su Misterio Cosmográfico (1596) con el sextil del ASP al SCG, lo continúa en “Astronomía Nova”(1609) con el semisextil del ASP al Ápex.

    Finalmente en 1621, en el “Epítome of Copernican Astronomy” describe, ya influenciado por Gilbert:” Si por la palabra “alma”(Anima) tú substituyes por “fuerza”(virs), tú tienes el mismo principio en el cual la física Celestial es establecida”[6]  El Sol PS en 1621 transita entre 21º24’ y 15ºº24 de Piscis, pasando por la conjunción Plutón-MC-Júpiter(21º59’, 20º21’ y 18º37’) en sextil al Sol- Venus natales ( 15º28’- 18º 35’), donde podemos  observar la equivalencia entre alma (Piscis- Venus) y fuerza (Sol –Plutón- Júpiter) estableciendo (MC) una nueva cosmovisión ( Júpiter en IX).

    La fe de Kepler en la armonía Universal (Júpiter sextil Venus, orbe 2’) lo llevó a buscar las relaciones entre los planetas en sus velocidades situadas en diferentes órbitas. No se trata una ley en la que intervenga la observación, sino que es producto de la empecinada búsqueda de la armonía universal manifestada por la divinidad en la Naturaleza. No aporta en sí misma cabios en la teoría planetaria, de los cuales se conocían sus períodos individuales ni permitía la computación de datos astronómicos, pero manifiesta el Orden Universal pregonado  por el Neoplatonismo y Neopitagorismo Renacentista.[7]

    En el mismo texto “harmonices Mundi”, vinculaba estas velocidades máximas y mínimas con los intervalos consonantes de la escala musical, desarrollando la “Música de la Esferas” pregonada por Pitágoras[8], estos aspectos sumados a su firme práctica astrológica es lo que ha llevado a los representantes del nuevo pensamiento científico cuantitativo a dejarlo de lado.

    Por ejemplo Geymonant  cierra su artículo sobre Kepler afirmando:”Por lo tanto , si bien es justo reconocerle a Kepler una genialidad de científico  sin duda excepcional (en algunos casos superior a Galileo) es obligado señalar que este último representa mejor que el primero el tipo de científico moderno. Por este motivo Galileo ocupa, enj la historia del Pensamiento una posición incomparablemente superior a la de Kepler”[9]

    Como veremos este prejuicio ha manchado el aporte superior a la teoría heliocéntrica por parte de Kepler  con respecto a Galileo, como lo desarrollaremos en el próximo  punto.





[1] Kuhn, loc. Cit., pag. 269
[2] Kuhn, loc.cit., pag. 276
[3] Geymonant L., Historia de la Filosofía y la Ciencia, Critica, Barcelona,1998, pag. 289, notas
[4] “Historia de los Tránsitos de Venus por delante del Sol” en www. Tucán47. astronomía, edu, uy./tránsito de Venus 8/6/2000.
[5] Citado en Kuhn, loc. Cit., pag 280
[6] Citado en “Analogical Reasoning and Conceptual Change. A Case of Study of Johannes Kepler. Gentier D., Brem S. y otros, The  Journal  of the learning  Sciencies, 6 (1),  1997 edición digital pag.16
[7] La tercera ley reza: los cuadrados de los dos períodos de dos planetas son proporcionales a los cubos de los ejes mayores de las respectivas órbitas.
[8] Como habíamos expuesto más arriba, el Sol PS transitaba en 1619 entre 3º24’ Aries y 27º28’ de Piscis, la referencia anterior era al eje nodal Leo-Acuario, ahora le sumamos desde esta concepción de armonía y música de las esferas, la activación del sextil partil Júpiter –Venus, mediante los aspectos de 15º a Júpiter (aspecto venusino) y 75º a Venus (de la misma serie ) y luego el creativo quintil al mismo planeta y  también 75º y quintil al Sol.
[9] Geymonant, loc. Cit., pag. 260

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